Niñas, adolescentes y mujeres desplazadas están expuestas a violencia sexual en Latinoamérica

vulnerabilidad legal-venezolanos

Mujeres adultas y menores de edad que migran de un país a otro están cada vez más expuestas a violencia, trata, embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual al caer en manos de grupos delictivos que se ubican en las fronteras.

Caracas. El mayor riesgo que corren las niñas, adolescentes y mujeres desplazadas y refugiadas de América Latina es el de su salud sexual reproductiva. Cada vez están más expuestas a violencia, embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS). Durante la pandemia de la COVID-19, la situación de las personas varadas en las fronteras ha impulsado más las vulneraciones de derechos humanos.

En varias ocasiones se ha denunciado que en algunas fronteras de Latinoamérica operan grupos criminales que cometen delitos como trata de personas, sicariatos, contrabando, recolección de hojas de coca y extorsión.

Las niñas y adolescentes son quienes están más expuestas a caer en manos de estos grupos, según representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la ONU Mujeres para las Américas y el Caribe y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Julissa Mantilla, comisionada de la CIDH y relatora de los derechos de los migrantes, aseguró en una conferencia virtual que hay un mayor riesgo de mujeres y niñas que son víctimas de trata.

La situación de las venezolanas es gravísima en Colombia, donde hay varios casos de mujeres que han resultado tener embarazos forzosos. Las autoridades no han dado la atención adecuada o la que se requiere para atender esto en los puntos de asistencia. Además, la situación de las personas varadas en las fronteras de varios países por la pandemia ha impulsado más la trata, afirmó Mantilla.

Hasta el 5 de julio, Acnur registró 5.202.270 migrantes y refugiados venezolanos. De los 5,2 millones de desplazados, solo 2,6 millones tienen permisos de residencia y de estancia regular concedidos.

Es una realidad: hay poco acceso a protección social y al empleo para las personas desplazadas y refugiadas. Niñas, adolescentes y mujeres han sufrido la violencia y han sido acosadas en las fronteras durante la pandemia, actos que dejan como consecuencia un impacto en la salud mental.

Estamos hablando de personas que están en un estado sumamente vulnerable. Los servicios psicosociales y de atención a la mujer violentada son fundamentales y, además, se le suma el desplazamiento. Muchas mujeres han tenido que llegar a un lugar donde no conocen a nadie, dijo María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.

De acuerdo con el informe anual 2019 de FundaRedes, 130.000 niños, niñas y adolescentes se fueron de Venezuela para buscar un mejor sistema educativo en Colombia. Según estos datos, 9000 menores de edad viajan a diario entre Venezuela y Colombia para estudiar. Cuando los puentes fronterizos están cerrados, deben usar las trochas u otros caminos, esto los deja más expuestos a los grupos delictivos.

Vaeza indicó que a pesar de que sucedan estas vulneraciones de derechos humanos, 16 países de la región han absorbido migrantes, particularmente a los venezolanos, y algunos han sido incluidos en los sistemas de salud y educación.

“Es fundamental el trabajo de la sociedad civil y las defensorías de derechos humanos. No se puede criminalizar a los migrantes, no se les puede detener y no hay que confundir una estación migratoria que es temporal con otra que es forzada”, enfatizó.

Venezolanos varados en el mundo

David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, arrojó algunas cifras en un foro virtual referente a la cantidad de venezolanos varados en distintos países.

Entre los datos que registra la OEA, actualmente hay 700 personas varadas en España, 600 en Chile, 500 en Costa Rica y Panamá, 300 en Argentina y 50 en México.

La pandemia del coronavirus no solo tiene el fenómeno de las personas que están regresando, por donde pueden, a Venezuela, sino también las que se están quedando varadas. Cualquier persona tiene derecho de volver al país donde nació. La contingencia de salud actual está siendo utilizada para ampliar la represión y el control social, esto es algo muy delicado, aclaró Smolansky.

Varios organismos internacionales indican que el venezolano emigra por tres razones principales: la escasez de alimentos, medicina e inseguridad.

Este es un hecho que corrobora la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi 2019-20), que reveló que en uno de cada cuatro hogares la inseguridad alimentaria es severa.

“Nosotros proyectamos que, si no hay una solución en Venezuela, pudiese haber más refugiados venezolanos que refugiados sirios. Es muy impreciso saber cuántos se irán en cuanto vuelvan a abrir la frontera, pero hay que tener claro que se necesita restituir el orden democrático en el país para que los venezolanos dejen de migrar y puedan acceder a mayor calidad de vida”, aseveró Smolansky.


Participa en la conversación