Pequeños y medianos empresarios de La Guaira afirman que todo lo referente al decreto de la entidad como Zona Económica Especial, gira en torno a la opacidad e incertidumbre, por lo que no guardan esperanzas de beneficiarse de la medida.
La Guaira. El pasado 11 de agosto desde el Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro designó a Marcos Meléndez como jefe de la Zona Económica Especial (ZEE) de La Guaira, pero la incertidumbre entre comerciantes y empresarios de la región no se cesa.
El asunto pasa por la falta de claridad en las reglas del juego, en especial de los incentivos tributarios que recibirían quienes finalmente decidan a invertir en un estado que posee al principal aeropuerto internacional del país, el puerto marítimo de mejor ubicación geográfica (entrada de Suramérica) y una autopista que conecta con la capital de la República en menos de media hora.
Las dudas del sector privado no se gestaron a raíz de la designación de Meléndez, quien era el secretario de Desarrollo Económico de la gobernación de La Guaira.
Las mismas se debaten en distintos foros económicos e incluso, en eventos promocionados por el gobierno regional y municipal, a cuyas máximas autoridades se les ha invitado a la exoneración de impuestos locales para incentivar la inversión nacional y extranjera.
Desde principios de 2022, los representantes empresariales del Litoral Central han encontrado una opacidad informativa sobre la aplicación de dicha ley orgánica, que se publicó el 22 de julio de ese año en la Gaceta Oficial número 6710.
El texto legal tiene como objetivo regular la creación, organización, funcionamiento, administración y desarrollo de las ZEE, que son seis: Paraguaná (Falcón), Puerto Cabello-Morón (Carabobo), Aragua, La Tortuga, Margarita y La Guaira.
Esto no es nuevo, ya se sabe de las oportunidades, pero no vemos que haya un marco de seguridad jurídica”, dijo Eduardo Quintana, presidente de Fedecámaras Vargas.
Para el vocero empresarial, quienes aluden que la ZEE de La Guaira tiene que copiar a la de China, implementada en el gobierno de Dean Xiaping (1978-1989), “deberían pensar más en que la confianza y las realidades de La Guaira son las que determinarán los mejores resultados”.
A su juicio, hay que dejar atrás el discurso político y los planos para adelantar proyectos viables de desarrollo industrial y comercial en una entidad que, además, cuenta con 170 kilómetros de costa marina y cultivos agrícolas en los extremos geográficos: Carayaca en el oeste y Caruao en el este.
Seguridad jurídica y confianza
Para otros comerciantes litoralenses, como Ramón Rivera, el tema de las ZEE “es para enchufados y no va a beneficiar al guaireño con miles de empleos. Nadie va a invertir aquí sin la seguridad de que no le van a expropiar después”.
Otros emprendedores del casco colonial de Maiquetía recordaron que luego de la tragedia de Vargas de 1999, se pidió a la naciente Asamblea Nacional que exonerara por un año el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA), pero se hizo caso omiso a la solicitud.
“En La Guaira estamos condenados a que el gobierno nacional no tome en cuenta las opiniones de los que producen riqueza con trabajo y generan empleos orgánicos para nuestros habitantes”, puntualizó Jolber Antonio Cabrera, encargado de una tienda textil en Caraballeda.
Señaló que “todo lo de esa ley es un misterio” y aún esperan por los anuncios oficiales de exoneración tributaria. “Uno tiene la impresión de que allí no hay chance para los medianos y pequeños empresarios, ojalá me equivoque”, agregó.
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