Las emergencias de los hospitales en Ciudad Guayana ya no tienen especialistas ni residentes. Una o dos enfermeras asumen solas las guardias nocturnas, sin contar con insumos para la atención médica.
Bolívar. Un miliciano, un guardia nacional y un portero custodian la entrada del hospital Uyapar, en Puerto Ordaz. A mitad de mañana, la emergencia pediátrica y la de adultos comienzan a colapsar. No hay disponibilidad de camas para la demanda, tampoco enfermeras ni médicos, mucho menos los insumos y medicamentos.
En el hospital doctor Raúl Leoni, en San Félix, no es distinta la escena. Basta con que las enfermeras salgan a manifestar para que por lo menos tres o cuatro militares salgan a tomarles fotos. En la Emergencia tampoco hay suficiente personal médico ni de enfermería. Los pacientes deambulan de hospital en hospital.
Con 39 semanas de embarazo y una preeclampsia, María –se reserva su identidad– llegó al mediodía de un lunes al hospital Raúl Leoni. Tenía las piernas muy hinchadas y con retención de líquido. Pese a su estado, no fue atendida por falta de especialista.
Se fue al Uyapar. La acompañaba su esposo, que vendió pertenencias y pidió dinero prestado para comprar el kit de cesárea y costear la movilización hasta ese centro de salud. Después de horas, tampoco recibió atención médica por la misma razón. La opción que les dieron fue ir al hospital Ruiz y Páez, en Ciudad Bolívar.
En Guaiparo prácticamente nos corrieron de madrugada. Después de que conseguí plata de donde no tenía, pedí prestado, conseguí todo, y me la corren de allá. Y me dicen que me la lleve a Ciudad Bolívar, como si fuera así de sencillo”, se quejó su esposo.
Ir de Puerto Ordaz a Ciudad Bolívar son 50 minutos por carretera, aproximadamente, para el que tiene vehículo propio. Ellos deben trasladarse en autobús y, aunque tuvieran carro, el desabastecimiento de combustible complica la movilización en el estado Bolívar.
Carlos tuvo que comprar solución, ampollas y anestesia para que atendieran a su esposa.
Todo el tiempo dicen que hay, y al final no hay nada para atender a los pacientes, pero sí hay para el amigo y para el que paga en dólares. Para el paciente que realmente necesita eso, nunca hay. Ya estamos cansados de todo esto”, señaló.
En el estado, el Hospital Ruiz y Páez es el que hasta ahora está en mejores condiciones. Aun así presenta fallas y sus servicios de emergencia tampoco se dan abasto para la demanda de pacientes.
Hospitales en cierre técnico
En el Hospital Dr. Raúl Leoni, también conocido como hospital de Guaiparo, el servicio de Radiología tiene más de un año sin funcionar, están sin Banco de Sangre desde hace más de cuatro años, no hay reactivos en los laboratorios y de nueve quirófanos apenas funciona el de la Emergencia. En el turno de la noche solo asisten dos enfermeras para atender a más de 50 pacientes, más las emergencias que llegan en la guardia nocturna.
Mary Ramírez es una de esas enfermeras. “Dos enfermeras para 53 pacientes, no se puede. No nos damos abasto, y tampoco podemos atenderlos porque no hay nada en el hospital, todo lo deben comprar los familiares”, subrayó.
Ángel Rivas, trabajador jubilado del hospital Uyapar, hizo una breve radiografía sobre los servicios inoperativos en la institución: Terapia Intensiva lleva más de un año sin funcionar, la sala de parto tenía el mismo tiempo cerrada y atendían a las parturientas en un área del tercer piso. Su reapertura fue el martes 19 de noviembre, el mismo día en que a María, la paciente con preeclampsia, la remitieron al Ruiz y Páez porque en el hospital no hay especialista.
Fiorella Paredes, enfermera de la emergencia pediátrica del Uyapar, denunció que el ascensor no funciona, y la sala de partos está en el quinto piso del Uyapar.
Sin especialistas ni residentes
Paredes —quien trabaja en el turno de la tarde— señaló que en la emergencia pediátrica, de 24 especialistas con los que contaban, solo quedan cinco. Tres de esos médicos ya manifestaron intenciones de abandonar la institución, debido a la falta de condiciones para atender a los pacientes y a los paupérrimos salarios.
La deserción de enfermeras, de acuerdo con la presidenta del Colegio de Enfermeras en Guayana, Maritza Moreno, se ubica en 45 %.
Médicos de guardia las 24 horas solo hay dos días a la semana. Del resto, en el turno de la tarde y noche no hay médicos, ni especialistas ni residentes en la emergencia pediátrica del Uyapar”, dijo Yalitza Cabrera, enfermera que labora en esta área.
Las enfermeras son quienes asumen solas el servicio de las emergencias sin contar con los insumos más básicos.
Marilyn Rondón, también enfermera del hospital, manifestó su preocupación cada vez que deben tomarle una vía a un niño y no tienen yelco.
Las mamás tienen que salir a comprar todo. Si se nos presenta una emergencia con un niño, no podemos hacer nada para salvarle la vida. Trabajamos en situación de riesgo, porque al pasarle algo a un niño la responsabilidad recae en nosotras, y los papás en medio de su dolor arremeten contra nosotras”, explicó.
El viacrucis de parir en un hospital
La Maternidad Negra Hipólita, que está ubicada en el sector 25 de Marzo, en San Félix, atendía de 320 a 350 partos mensuales. Actualmente, llegan entre 50 y 125 al mes, y las pacientes llevan todos los insumos médicos. Aun así, a veces las parturientas tampoco son atendidas por falta de especialistas.
En la Maternidad no hay agua ni para la limpieza, tampoco para el consumo. Solo funciona un baño, disponible para entre 30 y 50 pacientes. Tampoco hay ambulancias.
Allí empieza el calvario de las parturientas. Llegan a la maternidad, no hay especialista ni insumos. A partir de las 5:00 p. m. solo reciben algunas emergencias. Las puertas las cierran por la inseguridad en el sector.
De allí pasan al hospital de Guaiparo y las remiten al Uyapar. En este último, ante el colapso de los servicios, la opción que recibe la paciente es que se traslade al Ruiz y Páez en Ciudad Bolívar.
Pediátrico cerrado
Desde el 8 de abril de 2018 permanece cerrado el Centro Pediátrico Menca de Leoni. 17 días después de esa fecha, el gobernador Justo Noguera Pietri fue al centro de salud y anunció que Nicolás Maduro había aprobado 100 millardos de bolívares para la reestructuración y dotación de insumos.
Los trabajos comenzaron, pero a los meses paralizaron la obra. No tomaron en cuenta la hiperinflación y las cuentas del presupuesto no coincidieron. Poco a poco han desmantelado el centro pediátrico. Puertas, ventanas, pocetas y otras estructuras han desaparecido.
Se dejó de atender a más de 150 niños. En el Hospital Dr. Raúl Leoni apenas cuentan con 30 camas para pediatría en un área improvisada en el tercer piso.
En ninguno de los hospitales en Ciudad Guayana funciona la planta eléctrica por falta de mantenimiento. Ni siquiera en la Emergencia. Estas han fallado durante cortes eléctricos prolongados. Las víctimas en su mayoría fueron niños y neonatos.
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