Las vicisitudes que enfrentan las madres que acuden a la Maternidad del Sur, en Valencia, van desde que tienen que dormir en el piso del centro asistencial hasta cancelar dos dólares por una planilla que les permite el ingreso al referido recinto. La falta de insumos y de personal también se ha convertido en un problema recurrente.

Valencia. La falta de insumos y la escasez de personal son parte de las vicisitudes que a diario deben afrontar las parturientas en la Maternidad del Sur, adscrita a la Gobernación de Carabobo. En medio de todo ese calvario, las futuras madres deben comprar hasta las copias de las planillas de ingreso y egreso para ser atendidas.

En la sala de espera de la Maternidad del Sur, ubicada en el sector Plaza de Toros al sur de Valencia, es donde venden las planillas de ingreso y egreso durante el día, su costo es de dos dólares o su equivalente en bolívares según la tasa del dólar paralelo.

Para el lunes 10 de mayo, el valor de las planillas en bolívares era de 6.000.000 millones. La falta de dinero en efectivo hace que las pacientes cancelen mediante una transacción por pago móvil, que está a nombre de una persona natural. 

Entrar a la Maternidad del Sur es un drama que empieza en su hall de acceso. Los funcionarios de seguridad (milicianos) solo permiten que ingrese la embarazada con un familiar. Al llegar a la emergencia, son atendidas por un personal de enfermería. Los techos tienen filtraciones, no hay ventilación adecuada. 

Las mujeres caminan de un lado a otro con contracciones, esperando ser atendidas. En ese momento de dolor deben estar conscientes de que están entregando todos los insumos que requieren: pañales para el recién nacido, sábanas de cama, la planilla de ingreso, entre otros. 

Una enfermera que decidió dejar su nombre en reserva por seguridad indicó que todos los días hay necesidades diferentes en la Maternidad del Sur. 

Puede ser que vengas un día y no te piden nada porque tenemos todo. Pero en otras oportunidades hay que pedir guantes, kit de laparotomía si es una cesárea. Todo depende de cómo estemos abastecidos”, sostuvo la enfermera.

El piso sirve de cama

Las instalaciones de la Maternidad del Sur muestran franco deterioro. Durante el recorrido realizado por el equipo de Cronica.Uno no se observó personal de limpieza. Había zonas con poca salubridad. Cuando un bebé nace con alguna complicación debe quedar hospitalizado, no hay áreas en donde puedan dormir las madres, por ello optan por improvisar camas en el piso y se apoyan en colchonetas. 

Tampoco reciben alimentación por parte del hospital, la comida debe ser llevada por los familiares. 

Sala de cuidados intermedios con insectos

Hace siete días, una mujer de 39 años dio a luz una niña. La madre aseguró que debe pasar todo el día en el nosocomio porque debe alimentar a su hija cada dos horas. 

Maternidad del Sur
La sala de espera de la Maternidad del Sur se ha convertido en una segunda casa para las parturientas. Foto: Cortesía

La recién nacida defecó en el vientre de su madre y se infectó. Por tanto, permanece hospitalizada en el área de cuidados intermedios. Comparte sala con otros 48 recién nacidos, según aseguró su madre.

También relató que no le han pedido insumos médicos ni medicamentos para tratar a la niña. Su única queja es que en la sala donde está hospitalizada hay muchos insectos, entre ellos, moscas que se posan sobre los neonatos. 

Aquí yo he visto muchas cosas. No me gusta moverme de aquí, porque he visto muchas cosas feas, me da miedo ir a mi casa y que me llamen para decirme que la bebé se murió. En una semana he visto fallecer dos bebés”, dijo la mujer.

La falta de personal juega un papel importante. Para atender a los 48 neonatos solo hay dos enfermeras, hay guardias en las que quedan sin personal, por lo que las madres ingresan a amamantar a sus hijos, realizar el cambio de pañal sin ninguna supervisión. 

El 22 de abril Jesús Sarguero, secretario general nacional del Sindicato Nacional de Médicos de Venezuela (Sunamed), denunció que en el estado Carabobo se hace notoria la falta de personal de salud en los centros hospitalarios. Gran parte del personal, sostuvo, ha dejado sus puestos de trabajo para dedicarse a la economía informal por los bajos salarios que devengan.

La falta de personal de salud en la entidad se ubica en 40 % en todos los niveles.

Desde hace nueve meses la Maternidad del Sur recibe a todas las parturientas, hasta las de alto riesgo, porque la Maternidad Hugo Chávez, que atendía partos complicados en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera, fue destinada a la atención de pacientes con COVID-19.

Salvemos la Maternidad del Sur

Frente a las vicisitudes y carencias hay personas que no se rinden, el doctor Jorge Pérez quien tiene 19 años de servicio en el nosocomio, decidió junto a su hija en el año 2017, crear el movimiento “Salvemos la Maternidad del Sur”, con el objetivo de dar conocer todas las deficiencias de las que era testigo.

Pérez, recuerda con orgullo, que la Maternidad del Sur era un hospital ejemplo de eficiencia y de buen trato a la mujer embarazada y parturienta, aseguró que embajadores de países de Latinoamérica y otras latitudes, copiaban su modelo para implementarlo en sus respectivas naciones.

Era la mejor de las clínicas, era el mejor centro de atención obstétrica de Venezuela. Había respeto por la embarazada, se les administraba todo tipo de medicamentos, alimentación, era un ambiente moderno. En sus primeros años de funcionamiento teníamos la asistencia post parto a domicilio. Las mujeres eran dadas de alta y se les entregaba un kit de artículos de higiene”, relató Jorge Pérez que tiene 21 años de experiencia en el área de la gineco obstetricia.

Con profunda tristeza asegura que le duele ver el estado de abandono que presenta actualmente la Maternidad del Sur, siente impotencia y rabia cuando deben solicitar a las pacientes los insumos médicos, medicamentos, alimentación. Asegura que es inhumano que las mujeres recién paridas deban orinar en envases plásticos, cuando anteriormente todas las salas de hospitalización contaban con sanitarios limpios, y con servicio de agua potable constante.

Pérez, ha introducido documentos que demuestran el franco deterioro del nosocomio ante los organismos de salud, y, hasta el momento no ha recibido respuestas. A cambio le han perseguido, amenazado y hasta fue suspendido de su puesto de trabajo, solo por portar su bata blanca adornada con el mensaje “Salvemos la Maternidad del Sur” y diversas medallas de evocaciones marianas, en protestas pacíficas, y ofrecer declaraciones a medios de comunicación social.

El médico que hasta ha hecho caminatas desde la ciudad de Valencia al centro norte de Venezuela, hasta Caracas, solo para llevar las denuncias al Ministerio de Salud, no pierde su fortaleza y asegura que no silenciará la realidad del sistema público de salud.

Pérez propone que para atender de manera digna y dar un parto humanizado a las embarazadas carabobeñas, se debe remodelar toda la infraestructura que está colapsada, impermeabilizar los techos, poner en funcionamiento los aires acondicionados, recuperar los baños y que el servicio de agua potable sea constante.

Equipar la Maternidad del Sur con equipos de monitoreo de frecuencias cardiacas fetales, ecógrafos, insumos médicos, sistema de oxígeno, reactivos para exámenes de laboratorios, contratación de personal médico, administrativo y enfermería.

Además subrayó que lo más importante que se debe establecer es un monitoreo constante de todos los insumos médicos y medicamentos que ingresen al hospital materno, llevar una administración transparente, para que no ocurran desvíos de equipos como sucedió durante el periodo del gobernador, Felipe Acosta Carlez, que recibieron una donación por parte del gobierno de Japón de un equipo de ecografía de alta tecnología, y simplemente desapareció, no se realizó ninguna investigación.

Pérez, que también es miembro de la directiva de Médicos Unidos de Venezuela capítulo Carabobo, no pierde la esperanza de que la Maternidad del Sur brille nuevamente por su atención a la mujer embarazada, y garantizar una atención humanizada a las pacientes que acuden a ella.

Lea también:

Lacava asegura que carabobeños no quieren acudir a los centros centinelas por temor al estigma social


Participa en la conversación