Argus Media asegura que la paralización deja a la estatal sin capacidad operativa de producción de gasolina y con inventarios agotados, después de que la compañía tuviera problemas similares en la refinería Cardón hace una semana, cuando se produjo un incendio.

Caracas. Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se vio obligada a parar el 21 de julio la producción de gasolina en El Palito, su planta ubicada en el estado Carabobo, luego de detectar fugas en la unidad de craqueo catalítico, uno de los procesos fundamentales para la refinación, revela un reporte de la agencia Argus Media.

La planta tiene capacidad para generar 140.000 barriles diarios de gasolina, sin embargo, con dificultades apenas producía unos 20.000. El Palito fue reactivada este mes luego de estar sin actividad por un largo período, al igual que Cardón, ubicada en el estado Falcón; esta última produce un poco más.

La interrupción ocurre en un momento en el que Venezuela depende casi completamente de las importaciones. La profunda escasez que atravesó la nación entre marzo, abril y mayo se alivió con gasolina proveniente de Irán.

En junio, cuando arrancó un nuevo esquema de venta de combustible que llevó el litro a $0,50 y dejó uno subsidiado en Bs. 5000, las colas disminuyeron en Caracas, no obstante, el interior del país siguió con fallas para abastecerse. Hasta ahora, las autoridades no han informado si el consumo interno seguirá dependiendo de Irán. Los buques se enfrentan en el camino a recibir más sanciones de Estados Unidos, una de las razones que obligan al país a reactivar su producción local.

Argus Media asegura que la paralización deja a Pdvsa sin capacidad operativa de producción de gasolina y con inventarios agotados, después de que la compañía tuviera problemas similares en la refinería Cardón, que tiene capacidad para procesar 305.000 b/d, hace una semana cuando se produjo un incendio.

Las dos torres de destilación de El Palito presentaron “fugas múltiples” después de que Pdvsa intentara sin éxito duplicar la producción de gasolina, de 20.000 b/d a aproximadamente 40.000 b/d, según un alto funcionario del sindicato de trabajadores petroleros.

“La torre de craqueo y destilación no pudo manejar la creciente presión y los volúmenes de procesamiento, y se produjeron varias fugas, lo que obligó a los operadores a ejecutar protocolos de cierre de emergencia”, dijo el vocero del sindicato.

Tres trabajadores con conocimiento sobre el incidente indicaron que las unidades de destilación están siendo inspeccionadas para determinar qué reparaciones son necesarias, pero aún no saben cuánto tiempo les tomará.

La refinería de Cardón estaba produciendo unos 30.000 b/d de gasolina hasta que un mal funcionamiento de la torre de destilación el 17 de julio obligó a Pdvsa a cerrar la unidad de craqueo catalítico, asegura el reporte. Dos trabajadores de Cardón dijeron que no está claro cuándo se reanudará la producción de combustible allí.

Este martes 21 de julio trabajadores petroleros manifestaron en algunos estados del país para exigir mejores condiciones laborales. Unos 250 operadores de la refinería El Palito entregaron el 20 de julio a la gerencia un documento en el que emplazaban a la empresa a restituir todos los beneficios y hacer un ajuste salarial. Dieron un plazo de 10 días para recibir respuestas, de lo contrario advirtieron que prevén una renuncia masiva.

Cardón y Amuay comprenden el Complejo de Refinación Paraguaná, CRP, con capacidad para procesar 940.000 b/d. Las cinco plantas que posee Venezuela tienen capacidad para producir 1,3 millones de barriles diarios de gasolina, sin embargo, la mayoría están paradas por falta de inversión y por la corrupción que enfrenta la estatal desde hace años. La producción de gasolina no es la única contraída, en junio la industria apenas logró generar unos 350.000 barriles de petróleo.

En algunos estados, como Zulia, Táchira y Bolívar, la venta de gasolina ha quedado suspendida por la cuarentena y otras medidas contra la COVID-19. La escasez de combustible se ve mitigada por las restricciones de movilidad que se aplican en el país desde marzo, sin embargo, en varios estados han ocurrido protestas en rechazo a las largas colas para surtirse o porque cuando llegan les dicen que se terminó.


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