Una pareja fue calcinada en la autopista Regional del Centro, luego de que una banda de la Cota 905 los secuestrara en la plaza Madariaga de El Paraíso junto con sus hijas, de seis y tres años

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. “Terminen de matarlas y échenle candela al carro”, dijo uno de los delincuentes afuera del carro Aveo estacionado en el kilómetro 16 de la autopista Regional del Centro (ARC), a la altura de la urbanización Monte Claro. Pero otro respondió: “no le metan candela con las niñas adentro, las niñas no hablan”.

Con todos estos detalles la pequeña de seis años contó el momento en el que vio cómo unos secuestradores calcinaban el carro donde se encontraban sus papás ajusticiados. Junto con su hermanita, de tres años, intentó rescatarlos de las llamas y en consecuencia se quemaron los brazos, abdomen y piernas.

Ambas fueron auxiliadas por unas mujeres que salieron de un caserío cercano y trasladadas por los bomberos a un hospital, donde se encuentran estables y bajo custodia.

“Cuando llegaron los bomberos ya era tarde porque los dos estaban calcinados. La niña mayor confundida por el shock decía que vivía por ahí cerca. Soltó que del carro las bajó un hombre gordo”, señaló el hermano de una de las víctimas.

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La familia fue secuestrada en cuando compraban helados en la plaza Madariaga, de El Paraíso. Crónica.Uno/Angeliana Escalona

Banda de la Cota 905 secuestró a familia

Daniel de Jesús Suárez Perdomo, de 41 años, y su esposa Rosa Verónica Castillo, de 37 años, regresaban a su casa en El Paraíso, después de un paseo con sus dos hijas, la noche del domingo.

Se detuvieron a comprar helados en la plaza Madariaga de El Paraíso y fueron interceptados por un vehículo oscuro, del cual se bajaron tres secuestradores. La niña, de seis años, vio que los sujetos tenían gorras y los cambiaron de carro.

De acuerdo con el hermano de Daniel, quien por seguridad pidió no revelar su nombre, la familia fue llevada al sector La Montañita de la Cota 905. Desde ese lugar pedirían un rescate en dólares, pero los planes cambiaron luego de que los delincuentes se dieron cuenta de que su víctima era policía.

“Tenía un año retirado de la Policía Nacional Bolivariana, pero pensaron que era policía activo. Decidieron matarlos porque para ellos es un trofeo matar policías, para cobrar 300 dólares por hacer eso”, detalló el doliente.

La pequeña recordó que un delincuente revisó la cartera de su padre y el celular, y al ver algunas fotos viejas de la policía comenzó con las amenazas de muerte.

Rosa fue trasladada por otro grupo hasta su apartamento, en El Paraíso, de donde se presume robaron objetos de valor. “Después la regresaron y la metieron en el rancho de Rosa”, contó a sus tíos.

“Ella no vio más a su mamá, pero sí vio cuando le dispararon a su papá y los montaron de nuevo en el carro hasta el kilómetro 16 de la ARC donde los quemaron”.

El cadáver de Daniel, quien era gerente de Seguros Universitas, fue localizado en la parte de atrás del carro, mientras que el de su esposa, contadora de Seguros Constitución, estaba en la maleta.

“Es difícil pedir justicia porque no es un crimen de un político. Ya esto es rutina, todos estamos viviendo con esta violencia. Esto es un plan macabro, los quemaron para que no pudiéramos velarlos”, sentenció con mucha rabia el hermano del exfuncionario.

Fotos: cortesía familiares/Angeliana Escalona


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