En lo que va de año la producción de Pdvsa ha aumentado 28 %, aunque sigue siendo insuficiente para llegar a la meta 1,5 millones de barriles diarios fijada por las autoridades y aprovechar el incremento de 64 % en los precios del crudo.

Caracas. La producción petrolera venezolana aumentó por tercer mes consecutivo y cerró noviembre con un estimado de 625.000 barriles diarios, según fuentes secundarias citadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), incremento de 2 % respecto al mes anterior y similar al del resto de países miembros.

El organismo reveló en su último reporte mensual que en noviembre la producción promedio de los 13 países OPEP fue de 27,7 millones de barriles diarios, con aumentos principalmente en la producción de Arabia Saudita (101.000 bpd más que en octubre), Irak (91.000 bpd) y Nigeria (85.000 bpd).

Venezuela, por su parte, registró 15.000 barriles diarios más que el mes pasado, según estimaciones de fuentes secundarias de la OPEP como la Agencia Internacional de Energía. Cifras de Pdvsa y el Ministerio de Petróleo, por su parte, proyectan que noviembre cerró con una producción de 824.000 bpd, 9 % más que en octubre (cuando se produjeron 756.000, según fuentes oficiales).

La OPEP señala en su informe que la lenta producción en el último trimestre del año ha estado marcada por una leve disminución de la demanda debido a nuevas restricciones a la movilidad en países europeos y asiáticos, dado el repunte de casos de COVID-19 y la aparición de la variante ómicron.

De hecho, el precio promedio del crudo (cesta OPEP) tuvo una disminución de 2,1 % respecto a octubre y cerró el mes por el orden de los $80,37 por barril. El precio del barril Merey, referencia del crudo venezolano, se redujo 2,4 % y en noviembre se ubicó en $61,21 por barril, el más bajo del mercado referencial del organismo.

El precio, sin embargo, sigue siendo 121 % mayor al promedio de 2020, cuando por un lado la pandemia de COVID-19 redujo la demanda mundial de petróleo, y por el otro la industria venezolana se encontraba en su punto más crítico tras años de desinversión y corrupción, y por no poder comercializar en su totalidad debido a las sanciones a Pdvsa.

A pesar de que a inicios de año las autoridades venezolanas fijaron una meta de producción de 1,5 millones de barriles diarios, lo cierto es que no fue sino recién en octubre que se superó la cifra de los 600.000 bpd, después de estar varios meses estancada alrededor de 500.000 barriles.

En lo que va de 2021, de acuerdo con las fuentes secundarias de la OPEP, la producción de Pdvsa se ha incrementado tan solo un 28 % y, aunque supera al crecimiento total de los países miembros, sigue siendo insuficiente para reducir el rezago y aprovechar el 64 % de aumento en los precios del crudo.

El estancamiento de la producción petrolera, además, se traduce también con la incapacidad de la industria para abastecer el mercado nacional de combustible, pues persisten las colas para echar gasolina que en algunas regiones pueden durar horas e incluso días, aún siendo a precio internacional.

El gobierno de Nicolás Maduro y sus voceros insisten en que la situación económica actual de la industria y del país se debe a los efectos de las sanciones internacionales, principalmente las impuestas por Estados Unidos, aunque la debacle empezó a producirse incluso dos años antes de las primeras medidas a Pdvsa.

Venezuela acumula cuatro años consecutivos en hiperinflación y siete años de contracción económica, período en el que ha perdido más de 75 % de su PIB. Expertos aseguran que la economía nacional ya llegó al punto más bajo posible y prevén que para 2022 aumente tímidamente la actividad económica impulsada por el auge del sector privado y un probable aumento de la producción petrolera.

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