En los últimos 22 días, un grupo de 12 obreros se ha dedicado a hacer trabajos de impermeabilización de piscina, pintura para evitar filtraciones en el área del obelisco y en la parte metálica de los pasamanos de las escaleras hasta la estación del Metro, reparación de la bomba de la fuente y cascada, recuperación del ornato y mantenimiento general.
Caracas. Uno de los atractivos más importantes de la plaza Francia de Altamira es su espejo de agua de 50 metros de largo, ubicado en el lado norte. Aunque este es un lugar referente para lo que en algún momento significó el crecimiento urbano caraqueño, por muchos años estuvo sometido al descuido, vandalismo y un sistema hidroneumático dañado que impedía mover el agua en la fuente, cascada y espejo.
Los caraqueños defienden sus espacios históricos y culturales, tanto es así que, al rodar la información por las redes sociales de que se estaba removiendo el mosaiquillo del espejo de agua norte de la plaza, muchos usuarios pidieron explicaciones. Cabe destacar que, una de las últimas remodelaciones de esta plaza, fue entre las décadas setenta y ochenta cuando se construyó la cascada que adorna la entrada del Metro de Caracas.
“El proceso de recuperación de la plaza involucra el sistema hidroneumático que hace que se mueva el agua”, explicó el alcalde del municipio Chacao, Gustavo Duque a Crónica.Uno. Precisó que, este sistema estuvo muchos años dañado y no fue suficiente solo con recuperarlo, sino que también tuvieron que hacer un pozo profundo porque la poca presión e inconsistencia del servicio de Hidrocapital no les permitía tener el espejo de agua siempre lleno.
El alcalde precisó que, cuando prendieron el sistema, había pasado tanto tiempo sin que el espejo de agua estuviera lleno que por un efecto del calor sobre el concreto, los azulejos comenzaron a despegarse y hubo una filtración directo al estacionamiento subterráneo de la plaza.
Por este motivo decidieron quitarlos para hacer un trabajo de impermeabilización y poner otro mosaiquillo que sea igual al anterior y permita mantener la misma estética urbana. “Contamos con el apoyo y permiso del Instituto de Patrimonio Cultural”, recalcó Duque y agregó que esperan que en 10 días esté listo el trabajo, con el que se concluye 100 % de los arreglos de la plaza.
Se sabe que, antes de 1940, esta superficie de 110 hectáreas conformaban las haciendas Las Dolores y El Paraíso.
La plaza Francia de Altamira fue inaugurada el 11 de agosto de 1945. Fue diseñada por Arthur Kahn y construida por Luis Roche, uno de los urbanizadores más importantes de la ciudad. Para 1968 ya era un espacio que se prestaba para la actividad política con reuniones y cierres de campañas electorales.
Mucho más tarde, en los años 2014 y 2017 la plaza se convirtió en un escenario de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. Algunos de los espacios fueron pintados con mensajes como “tenemos hambre”, “dictadura” o “Venezuela SOS”.
Se llamó “plaza Altamira” hasta 1967 que cambiaron por “plaza Francia de Altamira” tras un acuerdo entre Paris y Caracas.
En los últimos 22 días, un grupo de 12 obreros se ha dedicado a hacer trabajos de impermeabilización de piscina, pintura para evitar filtraciones en el área del obelisco y en la parte metálica de los pasamanos de las escaleras hasta la estación del Metro, reparación de la bomba de la fuente y cascada, recuperación del ornato y mantenimiento general, según comentó el maestro de obra, Raúl Frontado.
Duque agregó otros arreglos como el cambio de todas las luces a LED, incluyendo las del obelisco, fuente y postes de la plaza. Estos trabajos fueron en alianza entre la alcaldía y la empresa privada.
La plaza todavía tiene la sombra de lo que fueron mensajes de protesta, pese a que los lograron remover casi por completo, en algunos espacios quedaron marcas de una época de crisis. En general, el agua luce limpia, hay un trabajador encargado de mantener las piscinas sin basura y los transeúntes se detienen a tomarse fotos.
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