Una información que salió este lunes 15 de junio apuntaba que trabajarían en horario extendido hasta las 4:00 p. m., no pedirían copias de cédulas de identidad ni del registro de información fiscal (RIF), y no sería necesaria la compra de timbres fiscales. El Saren desmintió estos datos a través de sus redes sociales.
Caracas. “Soy de La Guaira. Me paré a las 6:00 a. m. para poder llegar a tiempo a registrar mi título universitario. Aquí estoy, media hora después de la pautada para que abrieran y ya se acabaron los números”, lamentó Gregoria Peña en el primer día de flexibilización para los registros y notarías públicas del país.
Gregoria se paró bien temprano. Todavía no había amanecido y seguía lloviendo. Cuando intentó prender la luz, se dio cuenta de que no tenía. “Ni modo”, pensó. Se vistió iluminada por una vela hasta que finalmente se asomó la luz del sol. Así salió, convencida de que este martes 16 de junio podría registrar su título de especialización de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada (Unefa).
Se vistió cómoda. Una cola alta, una camisa de flores y una cartera en la que metió los documentos que necesitaría. Cuando llegó a la parada, el fiscal de turno le dijo que la última camioneta ya había salido. Tenía que esperar que llegara otra, y en eso se le fueron más de 45 minutos. El pasaje eran 120.000 bolívares para subir y bajar. En su mente, rogaba que pudiera salir del trámite porque no tenía más efectivo y, además, no quería repetir otro día el mismo proceso.
Finalmente llegó a Caracas. El autobús la dejó en Gato Negro. Intentó entrar en la estación del Metro de Caracas y no la dejaron porque no tenía salvoconducto. Fue a una parada y consiguió un autobús que la dejó cerca de la avenida Urdaneta solo por 10.000 bolívares.
Justo a las 9:30 a. m, Gregoria estaba parada frente a una baranda esperando que alguien se “apiadara” de ella. Una trabajadora del Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) le repetía una tras otra vez que solo daban 40 números para los trámites con títulos universitarios, que llegara a las 6:00 a. m. a hacer la cola, que no podía hacer nada por ella.
“Dios mío. Por qué no me puedes ayudar. Yo no vivo ahí mismo, no tengo 120.000 bolívares para volver a Caracas mañana”, rogó. Ahí quedó Gregoria. Frente a la entrada, esperando que alguien le diera una mano.
Desde el viernes 13 de marzo, fecha en la que se anunció el estado de alarma en todo el territorio nacional por la confirmación de los primeros dos casos de COVID-19 en el país, varios organismos del Estado encargados de agilizar y legalizar documentos suspendieron la atención al público.
No fue hasta el sábado 13 de junio cuando la administración de Nicolás Maduro anunció 14 sectores que se sumarían al plan de flexibilización 7×7. Dentro de la lista están los registros y notarías en el horario de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, los días martes, miércoles y jueves.
Una información que salió este lunes 15 de junio apuntaba que trabajarían en horario extendido hasta las 4:00 p. m., no pedirían copias de cédulas de identidad ni del registro de información fiscal (RIF), y no sería necesaria la compra de timbres fiscales. El Saren desmintió estos datos a través de sus redes sociales.
Crónica.Uno constató que en las oficinas no están trabajando de esa manera, y las dudas a partir de esa información eran muy repetidas. “Dígame y yo vengo en la tarde”, le dijo una señora a un trabajador. “No, señora, nosotros trabajamos hasta el mediodía”, respondió.
En la acera de la oficina 214 del Saren, en la Candelaria, se unían dos grandes colas: una para ir al registro, y la otra para sacar efectivo en el banco Bicentenario. No había espacio para caminar entre la cantidad de personas y los charcos de agua por la lluvia. No había distancia, y cada quien usaba el tapabocas como mejor le parecía: debajo de la nariz, en la oreja, en la frente o bien puesto.
Del registro propiamente, había dos colas. Una para revisión y otra para retirar. Aunque el Saren había quedado en que reprogramaría las citas que ya habían generado por canales electrónicos antes de la declaración de la cuarentena, las personas tenían muchas preguntas. Algunos no recibieron información e igual prefirieron acercarse. De todas maneras, no tenían claro si los atenderían o no.
Se sumaron otras limitaciones. “Vengo a retirar un documento y el notario me dijo que tuviera paciencia porque el internet está lento”, aseguró Aide Guevara. Esperó una hora para que abrieran porque decidió llegar a las 8:00 a. m. para conseguir un buen puesto en la cola, más una hora para que la atendieran. Por lo que pudo ver, la cola de revisión avanzaba más rápido.
Entre los trabajadores de los registros y notarías el respeto de las medidas de prevención de COVID-19 era poco. En sedes como la que está en Santa Mónica, la mayoría de los empleados hacía uso correcto del tapaboca, y, según comentó la notario Lilia García, el Saren los estará dotando de más insumos como guantes y gel antibacterial.
Sin embargo, en la Notaría Séptima del municipio Chacao, ubicada en El Rosal, algunos trabajadores no tenían la mascarilla. Otros la tenían en la frente. Aseguraron que están trabajando por grupos, de tal manera de tener menos personas en la oficina.
El proceso para registrar o legalizar un documento debería tardar 45 minutos, explicó la notario Yolimar Armario. En ese proceso, la persona interesada lleva los documentos para que los revisen, paga los aranceles y timbres fiscales, hace el trámite, saca copias y espera que el abogado revisor vea los documentos. En general, debería ser rápido.
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