El robo de celulares es el delito más común del país

De acuerdo con el director de la Asociación Civil Paz Activa, sociólogo Luis Cedeño, al menos 100 mil móviles son arrebatados a diario en Venezuela

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. “A las 12:30 m estaba dentro de mi carro, en Los Ruices, con los vidrios abajo, estacionada esperando a un amigo. Me llegó un mensaje y al revisar mi celular un niño, como de 12 años, me arrebató el Iphone”. Como el testimonio de Yajaira López hay para tirar al techo.

Y es que al menos 100 mil móviles son robados al mes en Venezuela, de acuerdo con el director de la Asociación Civil Paz Activa, sociólogo Luis Cedeño. Esta cifra se traduce en 1.200 teléfonos quitados a manos del hampa al año.

Según sus investigaciones este es el delito organizado más común del país, pues es muy fácil obtenerlo por su tamaño y porque es de bastante valor. Por la medida chiquita el móvil más económico ronda los 40.000  bolívares.

“Un carro tiene mucho más valor por supuesto, pero es más grande y difícil de robar que un celular”, soltó.

Agregó que además la gente se la pone fácil a los delincuentes porque casi nunca denuncian, ya que ninguna autoridad les asegura que se lo vayan a devolver y pierden el interés.

“Si lo tienen asegurado es lo que les garantiza que habrá reposición del aparato, son muy pocas personas que lo aseguran, no pasan ni del 5%”, explicó.

Pero el atraco no solamente debe conocerlo la policía, recomendó que también tienen que notificarle a la operadora móvil para bloquear el Imei (Sistema Internacional para la Identidad de Equipos Móviles, en español) del aparato, así los malandros no podrán utilizarlo nuevamente, por lo menos en Venezuela.

“Sin embargo en otros lugares del mundo se está desafiando el tema de la seguridad, porque si el celular es desbloqueado podrían borrar el Imei y usar uno virtual”.

Delito organizado

Detrás del robo y hurto de teléfonos hay un batallón de personas que participan. Incluye desde el sujeto que lo arrebata, pasando por los contrabandistas que se encargan de sacarlo para Colombia o Centroamérica, hasta las manos de quien lo empaca y deja como nuevo para la venta. “Genera grandísimas ganancias para el crimen organizado”.

Un hampón en promedio puede quitar entre 30 y 50 equipos al día, luego otro personaje se los compra para guardarlos y procesarlos, y una vez termina este paso llegan a mercados jugosos económicamente. Claro está, depende de los modelos que obtienen: a los de alta gama los trabajan nuevamente para la venta, pero los más viejos se quedan en el mercado local dando a parar, por ejemplo, en cárceles.

“Este delito requiere de una gran infraestructura porque es parte de todo el negocio”.

El sociólogo aclaró que a los celulares de última generación los sacan del país a otras regiones porque aquí ya no resulta por el valor del bolívar; en cambio en sitios como Perú, Bolivia o Ecuador la moneda está mejor.


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