Sin memoria académica más de 2400 estudiantes de la UDO-Sucre esperan por reprogramación del semestre

UDO Sucre

A 96 días de la declaración nacional de alerta sanitaria los estudiantes y tesistas de la Universidad de Oriente esperan que el Consejo Universitario evalúe cómo será la culminación del semestre interrumpido por la cuarentena.

Cumaná. En Cumaná, en medio de los 96 días de cuarentena preventiva para contrarrestar la propagación del COVID-19, el hampa no ha cesado en su ataque contra las instalaciones del núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente (UDO) pero, a pesar de ello, la comunidad universitaria comienza a sumar voluntades en una iniciativa estudiantil para recuperar paulatinamente algunos espacios que les permitan continuar con su formación académica.

“Un libro para la UDO”, “Reconstruyo la Biblioteca”, “Fuego Bonito” y las jornadas de limpieza son algunas de las campañas que se iniciaron a propósito de la restauración de los espacios donde otrora se formaron los profesionales que han marcado el desarrollo de la región.

Para la profesora Blanca Rojas, docente investigador y coordinadora del Consejo de Investigación de la UDO Sucre, estas iniciativas estudiantiles son un indicador de que la universidad está viva.

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Los estudiantes comenzaron a recuperar espacios de la universidad. Foto: Mónica Salazar.

Mantenernos activos. Haciendo presencia activa sin duda contribuirá a que de alguna manera disminuya el desvalijamiento de nuestras instalaciones. Mientras esté desocupada los delincuentes la harán suya. Particularmente, seguiré acompañando a los estudiantes en el rescate de los espacios”, agregó.

La profesora Rojas destacó que la universidad debe dar el salto que han dado otras casas de estudios hacia lo que es la instrucción semipresencial “por lo menos hasta que pase esta pandemia”.

Insiste la coordinadora del Consejo de Investigación en que se deben hacer propuestas como nuevos métodos de evaluación y tomar las previsiones del caso, según lo vaya permitiendo la flexibilización de la cuarentena, de tal forma que se puedan encontrar espacios naturales para lo indispensable como lo son las prácticas de las áreas de Ciencias que no se pueden obviar.

En espera de reprogramación

Tanto estudiantes regulares como tesistas esperan por una decisión del Consejo Universitario que les garantice la culminación del semestre y el término de sus carreras, según se vayan incorporando los sectores en la “normalidad vigilada” a la que apunta el Gobierno en medio de la flexibilización de la cuarentena.

Para Emmanuel Bernal, tesista de Química y dirigente estudiantil, es justo y necesario que los miembros del máximo órgano de decisión universitaria “decidan por fin qué van hacer con la reprogramación del semestre”.

Los estudiantes reconocen que el ataque vandálico al núcleo de Sucre rebasó lo que alguien podría imaginarse, pero solicitan de las autoridades que fijen posición ante la culminación del semestre, periodo al que solo le faltaban cuatro semanas para consolidar, “porque hasta ahora se desconoce alguna planificación del Consejo Universitario en relación con la reprogramación para culminar el semestre y retomar el inicio de clases”.

En ese caso, aun cuando con las jornadas de limpieza procuran avanzar en la recuperación de espacios que puedan habilitarse para continuar su formación académica, los estudiantes y tesistas exigen que “se disponga de otras instalaciones con las que cuenta la universidad en otros sectores de la ciudad para cubrir la atención que demandan los estudiantes”.

Sin historia académica

Para la profesora Sonia Velásquez, coordinadora administrativa del núcleo de Sucre, de este panorama desolador que dejó la acción del hampa dentro del recinto universitario preocupa la pérdida del historial académico más allá del desvalijamiento de las áreas, “por demás reprochable”.

Los delincuentes no guardaron la cuarentena. Ese fue el mejor momento para ellos actuar impunemente contra las instalaciones, robaron, destruyeron y quemaron todo a su paso; pero a pesar de ello, los universitarios nos mantenemos de pie y defenderemos nuestras instalaciones”.

Refirió la profesora que hoy el núcleo de Sucre cuenta con una matrícula de aproximadamente 2450 estudiantes, quizás una de la cifras más bajas en su historia, “pero también demuestra que sigue siendo una opción académica para el pueblo oriental y más cuando hoy entre tantas limitaciones continuamos con el compromiso de formar a lo futuros profesionales que demanda el país”.

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Recuperar la biblioteca es una de las iniciativas puestas en marcha. Foto: Mónica Salazar.

Velásquez lamenta la pérdida de la memoria académica del núcleo. Explicó que cualquier egresado que requiera un récord académico de años anteriores no podrá ver respondida su solicitud. Sin embargo, advirtió que desde la reforma curricular del 2004 pudieron digitalizar los programas y consolidar una data digital.

Entretanto, seguirán con el rescate de algunos espacios y recuperación de libros en los salones de lecturas de cada una de las escuelas del núcleo de la UDO Sucre, mientras se evalúan las condiciones generales del semestre que permitan al Consejo Universitario informar en torno a la planificación del periodo académico, aún sin culminar en algunas áreas como Ciencias, Química, Física, Biología y Bioanálisis.

Seguridad y justicia

“La UDO sí tiene dolientes”, comentaban algunos estudiantes mientras recogían parte de los escombros del desvalijamiento que a diario provocan los delincuentes en el campus del núcleo de Sucre.

A ese comentario se suma el de Jesús Malavé, coordinador de la jornada de limpieza y dirigente del movimiento estudiantil, quien sostiene: “La UDO se mantiene de pie. No nos rendimos y no abandonaremos nuestros espacios de formación académica porque es nuestro derecho”.

Exige de las autoridades nacionales seguridad y justicia porque “han arremetido contra un patrimonio de la nación y debe ejercerse toda la acción para evitar que los delincuentes sigan operando bajo un manto de impunidad”. Además, está convencido de que esa inacción del Estado viola el derecho de los bachilleres a una educación de calidad.


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