Según informe de Ladeshu tasa de mortalidad en Lara se ubicó en sus peores niveles en 60 años

mortalidad materna

Pese a la ampliación de la red de atención hospitalaria así como la creación de la Escuela de Medicina y otros centros de atención primaria, el estado Lara ha registrado un descenso de 63 años en materia de atención materna. Según un informe del Laboratorio de Desarrollo Humano, la tasa de mortalidad en la entidad durante 2020 fue de 121,3 por cada 100.000 nacidos vivos, la peor en más de 60 años.

Barquisimeto. Según un estudio presentado por el Laboratorio de Desarrollo Humano (Ladeshu), en el estado Lara, a pesar de contar con adelantos tecnológicos y con las escuelas de Medicina y Enfermería de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA), la región registró durante 2020 una tasa de mortalidad materna superior a la registrada en 1957. 

El estudio reveló que el año pasado, la mortalidad materna en la entidad fue de 121,3 por cada 100.000 nacidos vivos, mientras que para mediados del siglo XX fue de 118,6.

Jesús Mantilla, especialista en demografía y salud, indicó que en 2019 Venezuela presentó uno de los valores más elevados de mortalidad materna en el continente con 82,1 y, en vista de la carencia de datos oficiales, “fue necesario hacer una estimación de la mortalidad materna en los años 2019 y 2020 en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto”.

El análisis realizado por Ladeshu comprendió las causas de las muertes de las embarazadas en el referido centro asistencial, el mayor del estado Lara, a partir de los registros hospitalarios obtenidos y clasificados por edad y municipio de residencia de la gestante. También se analizó la información sobre las condiciones de higiene y seguridad industrial.

Los resultados arrojaron que la principal causa de la mortalidad materna en el hospital universitario durante el 2020 fue la hipertensión arterial, seguida por complicaciones del embarazo; y en tercer lugar por hemorragias graves. 

Este estudio también permitió conocer que muchas de las muertes maternas “se hubiesen podido evitar con un buen control prenatal”, afirmó Mantilla.

La psicóloga Magdymar León refirió que los problemas de hipertensión de las embarazadas son de nivel considerable.

Tenemos un vacío de información importante y por eso es necesario conocer la gravedad de la situación. Nosotros tenemos un estudio que indica que 75 % de las embarazadas requieren tratamiento para la hipertensión y no pueden comprarlos”, refirió.

Sin cuidados ni planificación

León también asoció las causas de la mortalidad materna al escaso conocimiento de las mujeres sobre la planificación familiar, además de la crítica situación del país. 

Nueve de cada diez mujeres, sobre todo en sectores populares, no planificaron su embarazo, es decir, no tuvieron una preparación. También 48 % de ellas no pueden acceder a suplementos nutricionales, lo que implica que durante el desarrollo del embarazo puedan surgir complicaciones en el feto”, dice.

Luzmila Leal, médico intensivista y representante de la organización Médicos Unidos Venezuela en Lara, dice que este estudio presentado por Ladeshu revela una realidad dolorosa, como es el retroceso de 63 años en materia de atención materna. 

mortalidad materna
El informe revela que la planificación familiar está ausente en las embarazadas / Foto: YF

Afirma Leal que en 1957 no existían los adelantos tecnológicos que hay ahora, por lo que cataloga la situación como inaceptable. Asevera, además, que el Estado venezolano ha ocultado esta situación al no publicar las cifras oficiales desde 2013.

Leal indica que desde Médicos Unidos de Venezuela han hecho campañas para tratar exigir mejores condiciones para las embarazadas. 

Hemos denunciado ante la doctora Michelle Bachellet (alta comisionada de los DD. HH.) que se están vulnerando los derechos humanos de las mujeres embarazadas. También estamos exigiendo un plan de vacunación, especialmente para ellas”, sostuvo.

En la presentación de este informe, se resaltó que de acuerdo con pacientes y familiares que se encuentran recluidos en el Hospital Central Antonio María Pineda, para el 2016 existían 6 médicos residentes, 16 enfermeras, 4 internos y 1 o 2 adjuntos por turno. Para 2017 quedaron 3 enfermeras y para este año, se han estado cerrando algunas áreas por falta de personal. Incluso muchos revelaron que ellos mismos deben atender a sus familiares hospitalizados y que solamente son atendidos por una enfermera cuando se debe administrar algún tratamiento endovenoso.

Señalaron además la falta de insumos de limpieza, lo cual representa un riesgo para el personal de salud y los pacientes. El 38 % de los encuestados indicó que nunca hay agua en el hospital y 30 % dijo que sólo hay servicio 2 o 3 días a la semana.

A las ya precarias condiciones del sistema de salud en la región debido a la Emergencia Humanitaria Compleja que vive el país, el informe señaló que las mismas se acentuaron gracias a las derivaciones por los efectos de la COVID-19.

La pobreza, el aumento de la crisis económica, la distancia y las enormes dificultades de traslado ante la falta de combustible, la falta de servicios adecuados por la propia crisis hospitalaria, fueron desencadenantes del peor año para la salud materna en este siglo y al menos desde la mitad del siglo pasado para la región.


Participa en la conversación