Tercera semana de la pandemia en Venezuela: ¿Se modificará la curva de casos?

curva de casos

“Es el tiempo para que se manifiesten los síntomas y los que se complican van a fallecer. Lo más probable es que empiecen a aparecer más personas reclamando atención médica y por eso esta semana estamos invitando a que se cuiden más, que no salgan y eviten ir al hospital por dolencias menores”, comentó el doctor Alejandro Rísquez.

Caracas. La pandemia en Venezuela entra en su tercera semana, ¿es probable que se modifique la curva de casos? teniendo en cuenta que los dos primeros pacientes se conocieron el 13 de marzo, ya pasó el tiempo de incubación del virus en las otras personas involucradas en la ruta de contactos.

Si el tercer fallecido por COVID-19 se contagió a finales de febrero, según informó el pasado 29 de marzo el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez; y los primeros primeros casos positivos de manera oficial se dieron a conocer el 13 de marzo, ¿dónde se origina la cadena de transmisión?, ¿quién es el paciente cero?, ¿tuvieron algún contacto los dos primeros con el tercer fallecido? Esas serían otras interrogantes puestas sobre el tapete. 

Antecedentes recientes

Las autoridades chinas dijeron que el primer caso de coronavirus fue el 31 de diciembre de 2019.  Inmediatamente, muchos de los primeros contagiados fueron vinculados a un mercado de mariscos y animales en Wuhan, en la provincia de Hubei, región epicentro del brote. 

Más de 80 % de los casos registrados en China y el mundo son de Wuhan. Sin embargo, un estudio publicado por investigadores chinos en la revista médica Lancet asegura que la primera persona diagnosticada con COVID-19 fue el 1° de diciembre de 2019 y que “no tuvo contacto” con el mercado.

Wu Wenjuan, doctor en el hospital Jinyintan en Wuhan y uno de los autores de ese estudio, dijo que el paciente era un hombre anciano que padecía Alzheimer.

Vivía a cuatro o cinco estaciones de autobús del mercado de mariscos y, como estaba enfermo, básicamente no podía salir de casa”, dijo Wu Wenjain.

Ébola

También está la epidemia de ébola entre 2014 y 2016 en el oeste de África, que ha sido la más grande desde que el virus se descubrió en 1976. Mató a cerca de 11.000 personas e infectó alrededor de 28.000, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. 

El virus se extendió más de dos años y se detectaron casos en 10 países, la mayoría en África, pero también en Estados Unidos, España, Reino Unido e Italia.

Los científicos concluyeron que este brote había comenzado en una sola persona, un niño de dos años de Guinea. Dijeron que se había infectado mientras jugaba en el hueco de un árbol donde habitaba una colonia de murciélagos.

En ambos escenarios trataron de aislar al “paciente cero”, lo que en epidemiología se conoce como caso primario o caso índice auténtico. Se trata del portador inicial de un brote de una enfermedad infecciosa localizada, el que introduce una infección en una familia, grupo o red.

El dato

Probablemente, la primera “paciente cero” fue Mary Mallon, apodada María tifoidea, por causar un brote de fiebre tifoidea en Nueva York en 1906.  Originaria de Irlanda, Mary emigró a Estados Unidos, donde trabajó como cocinera para muchas familias ricas. En cada lugar que trabajó, los miembros familiares de la casa comenzaron a desarrollar fiebre tifoidea. Fue condenada a vivir 26 años en cuarentena.

La inconsistencia de la crisis

En Venezuela, desde el Gobierno en un principio establecieron que todos los casos reportados eran importados. Los dos primeros vinieron en vuelos desde Europa y viven hacia el este de la ciudad, como casi todos los que se fueron anunciando a partir del 13 de marzo.

Luego surge el tercer fallecido, el taxista con residencia en Antímano, hacia el oeste de la ciudad, que modifica la ruta de contagios. 

El doctor epidemiólogo, Alejandro Rísquez, considera que faltan datos más clínicos para hablar de sus antecedentes, y, por lo tanto, para llamarlo paciente cero. Lo que se tiene es el inicio, aún no muy claro, de la enfermedad a finales de febrero y que tenía otras patologías de base. 

Lo que sí observa es que, basándose en el período de incubación y la presentación de los síntomas, pueden correr 25 días.

De ahí que esa persona, si falleció el domingo o el sábado tiene que haberse contagiado a principios de marzo. Así que es muy raro que digan que en febrero.

Explicó que en el pronóstico más largo: 14 días de incubación, 12 o 13 días más si se pone grave y está hospitalizado, son entre 25 y 29 días, “y ese no fue el caso de esa persona. Una patología puede durar tres semanas y hasta ahora la información oficial, incluyendo casos positivos y fallecidos, coincide con el tiempo, todos comenzaron a principios de marzo”.

Ahora bien, explicó, si los primeros enfermos se anunciaron hace 15 días, durante esta semana y la otra  pudieran aparecer más casos, todos los que hicieron contacto con esas personas.

Es el tiempo para que se manifiesten los síntomas y los que se compliquen van a fallecer. Lo más probable es que empiecen a aparecer más personas reclamando atención médica y por eso esta semana estamos invitando a que se cuiden más, que no salgan y eviten ir al hospital por dolencias menores”.

Citó el caso del Hospital Clínico Universitario, en el que hay un médico positivo al COVID-19 que tuvo contacto con sus compañeros, con su pareja, lo que demuestra nuevos contagios por la convivencia.

El pasado 4 de marzo el doctor Rísquez, especialista en Pediatría y Epidemiología, y Blanca Márquez, también especialista en Epidemiología, presentaron un estudio matemático, en colaboración con el economista Nelson Croce y un grupo de estudiantes de la Escuela Luis Razetti de la Facultad de Medicina de la UCV, sobre las proyecciones de la epidemia en Venezuela, tomando como base lo que estaba ocurriendo en China.

Muy pocos expertos han hecho públicos análisis similares. Sin embargo, Rísquez y Márquez muestran un panorama probabilístico de la curva de casos y los datos que arrojan ponen al país en una situación de riesgo.

Para el 5 de marzo, los investigadores decían que la epidemia se propagaba a diario por cuatro naciones, una velocidad internacional alta. “De mantenerse esta tendencia serán reportados por lo menos 150 países para el fin de este mes de marzo”. Ya son casi 200 países afectados, según la OMS.

Rísquez y Márquez, en el caso de tener el comportamiento como el resto de China, proyectaron que la enfermedad avanzará con un cálculo de 97.000 casos estimados y 32.000 confirmados, con tasa de morbilidad de 113 x 100.000 habitantes y muertes de 1388 para una letalidad de 1,42 %.

Al 30 de marzo son muchas dudas que surgen y, en especial, luego de una cadena nacional para informar sobre la evolución de la pandemia en el país que sigue echando en falta la presencia del cuerpo colegiado de médicos epidemiólogos de Venezuela. En 15 días de cuarentena, al ministro de Salud, Carlos Alvarado, solo se le ha mencionado una vez y capturado su rostro con la cámara. No se le ha dado la oportunidad como médico de hablar de los casos. Lo felicitan por su labor, palabras que hacen extensivas a la delegación de médicos cubanos, y ahí queda su participación. 

Se intentó señalar a las personas que venían de Europa, que vivían en el este de Caracas y ahora las tendencias oficiales dan un giro que aumenta las especulaciones y la zozobra entre la población. ¿Se mantendrá la curva de casos?


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