“(El agua) se está perdiendo en la calle porque no tenemos ni una pala ni un pico, nada, para poder trabajar”, declaró Jon Fonseca, trabajador de la zona seis de Hidrocapital. “Salimos a pie”, “trabajamos con nuestras propias herramientas” y “conseguimos piezas gracias a los usuarios” son algunos de las quejas que detalla Fonseca.
Caracas. El medio de la depresión económica que enfrenta Venezuela, cada vez son más las protestas por razones laborales. En una manifestación a finales de la semana pasada, empleados de Hidrocapital exigieron reunirse con la ministra y Nicolás Maduro para que se les reconozca, a los “trabajadores del agua”, como actores esenciales del país. Sus denuncias señalan violaciones de los derechos humanos y condiciones de trabajado van en contra de su dignidad. “Necesitamos respueatas ya. No solo a nivel salarial, sino a nivel humano” manifestó Victor Díaz, trabajador de Hidrocapital y vocero de la protesta que se desarrolló en Caracas.
Estos trabajadores perdieron los derechos laborales como el seguro HCM, el seguro funerario, las primas por hijos, entre otros y desde hace tres meses no reciben las cajas de alimentos Clap, estas que, por parte del gobierno, se han utilizado como paliativos a la crisis. “Estamos trabajando mucho, pero por muy poco. (…) Nosotros también somos pueblo y también sufrimos”, reclama Victor Díaz desde la Av. Casanova frente a la sede central de Hidrocapital.
Según Díaz, la escala salarial dentro de la empresa no supera los 60.000 bolívares, que no equivalen, ni siquiera, a 20 dólares mensuales en un contexto donde se utiliza a la moneda extranjera como método de pago hasta para el hielo. Un número de importante de los trabajadores de la hidrológica devenga salario mínimo: Bs. 18.000. “Tampoco podemos hacer las cosas bien sin que nos recompensen. Un salario es la recompensa del trabajo y el esfuerzo que hacemos (…) para que llegue el agua que resuelve las necesidades más básicas en nuestro hogares. (…) Tenemos derecho a un salario digno, equivalente a la canasta básica alimentaria ”, resaltó el vocero.
Pero la protesta también se extiende con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo. Según sus empleados, en Hidrocapital se opera, prácticamente, sin herramientas, materiales, transporte y uniformes. Consideran que el gobierno subestima la labor de dicha empresa, la cual presta un servicio público esencial, al minimizar las condiciones en las que debe mantener el suministro de agua en la Gran Caracas. “La empresa ha subsistido por nosotros y porque tenemos el empeño de trabajar”, señala Victor Díaz.
“En caracas hay millones de botes en los que se está perdiendo el agua y que nosotros podríamos hacerla llegar a los hogares. Se está perdiendo en la calle porque no tenemos ni una pala ni un pico, nada, para poder trabajar”, declaró Jhon Fonseca, empleado de la Zona Seis de Hidrocapital y quien estaba rodeado de sus compañeros, en su mayoría, hombres de avanzada edad. “Salimos a pie”, “trabajamos con nuestras propias herramientas” y “conseguimos piezas gracias a los usuarios” son algunos de las quejas.
Además, Jhon Fonseca denuncia que, debido al colapso eléctrico del país, Hidrocapital asignó tomas de agua para hospitales que no cumplen con las normas sanitarias. El agua que asignan a los hospitales proviene de pozos que no se sabe desde hace cuento tiempo no han sido removidos para hacer fluir el agua. “Y teniendo nosotros agua por la tubería”, se lamenta Fonseca, pero insisten que necesitan equipos de trabajo.
Y aunque los ánimos se caldean, Victor Díaz agrega que muchos de los trabajadores se niegan a abandonar sus puestos porque se han arraigado a la empresa: “La empresa ha subsistido por nosotros y porque tenemos el empeño de trabajar (…) Ya se nos ha ido mucho gente de verdad ha valido la pena y que ha podido subsanar muchas cosas”, continua, pero, sobre todo, resalta que están comprometidos con sacar adelante el país “sea como sea”.
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