Nuevamente los empleados del ejecutivo regional tomaron las calles de Barcelona para protestar por los bajos salarios y beneficios contractuales que no les han cancelado. A estos reclamos se sumó la denuncia que hicieron varios dirigentes sindicales de que no les fue cancelado el beneficio de medio petro ofrecido por Nicolás Maduro en diciembre pasado. Aseguran que es un pase de factura porque son trabajadores de la administración de Antonio Barreto Sira.
Barcelona. “Estamos arrechos. Ya no soportamos las burlas de los políticos y la situación de pordioseros en la que estamos sumergidos. Ya no vamos a trabajar más”. La afirmación la hizo el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Salud en Anzoátegui (Sintrasalud) José Igualguna, tras la toma, en protesta, de la sede el instituto estadal de la salud (Saludanz) este miércoles. Además de los empleados del sector salud, se unieron trabajadores de otros organismos de la Gobernación de Anzoátegui.
Al reclamo de “salarios de hambre”, condiciones infrahumanas de trabajo, deudas en cuanto a beneficios contractuales, dos nuevas aristas se sumaron al rosario de reclamos: el pago de 17.000 bolívares por fideicomiso y la no cancelación del medio petro ofrecido por el gobierno de Nicolás Maduro en diciembre pasado, que les corresponde por ser trabajadores del sector público.
“Nos estafaron. Como el gobernador (Antonio Barreto Sira) no sigue lineamientos de Nicolás Maduro, a los trabajadores del sector público de Anzoátegui no nos cancelaron el medio petro. Fue una venganza política y nosotros salimos perjudicados. Este régimen es una estafa. Hoy para colmo nos depositaron el pago de intereses del fideicomiso por un monto de 17.000 bolívares. Eso es una burla, eso no alcanza ni para un pan canilla”, sostuvo Igualguna.
Marielena Campos es docente dependiente del ejecutivo estadal, y visiblemente molesta increpó al mandatario regional para que de una vez por todas explique a la masa laboral cuál es el problema con ellos. Afirmó que ya están frustrados por el estado de mendicidad en el que se encuentran.
Ya no aguantamos más. Estamos desmayados del hambre. Sonará a que todos los trabajadores decimos lo mismo, pero hay que estar en los zapatos de uno cuando vemos que comemos arepa sola porque una mantequilla cuesta 180.000 bolívares y un kilo de queso 200.000, y nuestro sueldo es 200.000 quincenal. Estamos frustrados. ¿Cómo quieren que nosotros demos clases? Si estamos mal vestidos, con hambre y frustrados, y de paso nos acosan laboralmente”, sentenció Campos.
Cazadores del BTR
Edison Hernández, coordinador general del Movimiento de Trabajadores por la Salud en Anzoátegui, sostuvo que ahora para quienes trabajan en el hospital Luis Razetti de Barcelona el “cazar los BTR” (Bus de Tránsito Rápido), cuya tarifa es de 1000 bolívares, se ha convertido en la única opción para acudir a su lugar de trabajo.
No podemos pagar un pasaje que oscila entre 15.000 y 8000 bolívares. Ahora nos hemos convertido en los cazadores del BTR para poder ir a trabajar, y a la par de eso en el hospital ya ni área de descanso tenemos. Los trabajadores estamos desasistidos por todos lados”, subrayó.
Candelita prendida
En la Universidad de Oriente núcleo Anzoátegui la protesta tomó otro nivel.
Por segunda vez en la semana, los trabajadores del alma mater manifestaron su descontento por los bajos salarios y la falta de pago de beneficios contractuales. Esta vez al cierre de los portones de acceso a la universidad se sumó la quema de cauchos.
Además de los empleados udistas, se incorporaron el sector estudiantil y residentes de comunidades aledañas al campus, que respaldaron la manifestación alegando carestías en sus hogares.
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