Vecinos adyacentes al edificio comercial Galarías Ávila advirtieron hace una semana que la estructura se notaba frágil, pero la respuesta del personal no llegó a tiempo y cuatro personas resultaron afectadas tras el desprendimiento de la fachada.
Caracas. Representantes del centro comercial Galerías Ávila, ubicado en la avenida Urdaneta, correrán con los gastos y con la manutención de los cuatro lesionados por el desplome de una cuadrícula de la fachada.
Cuatro personas resultaron lesionadas el pasado 19 de julio y la operadora los llevó al Hospital Vargas. Ese día solo cubrió los gastos puntuales. No fue sino hasta este lunes 22, que la entidad administrativa dio respuesta a los daños ocasionados cuando dos de los afectados fueron a solicitar indemnización.
Una de las cuatro víctimas es Javier Jesús Gamez, quien le cayó un ladrillo en la coronilla de la cabeza mientras se desplomaba una cuadrícula de la fachada, razón por la que fue trasladado de urgencia al centro de salud.
“Me agarraron 20 puntos en la cabeza. En la espalda y las manos todavía tengo algunos rasguños. Nos reunimos con el gerente de este edificio para que cubriera los gastos, lo bueno fue que nos dijeron que se harán cargo de todos los costos de los antibióticos e incluso me pagaron un collarín que me hacía falta. Los días que no pueda ir a trabajar, también me los van a pagar. De todos modos, les exigí que hagan el debido mantenimiento a la estructura, porque este es un hecho que no puede seguir pasando”, indicó Gamez.
No es la primera vez que parte de fachada del centro comercial se desploma. Ya en 2018, tras un evento sísmico, se registró un desprendimiento de los ladrillos. Pero esta vez, cobró sus víctimas.
Luego de que se desprendieron los materiales sólidos de la estructura, producto de la actividad sísmica, algunos vecinos de la zona, toman precauciones y cada vez que pasan por el lugar lo hacen rápido y retirados de la pared. Afirman que el riesgo es peor para quienes transitan en los alrededores por primera vez, pues no saben que en cualquier momento se viene a abajo la fachada.
En riesgo los transeúntes
Algunos vecinos consultados resaltaron, mientras se quejaban por los escombros que permanecen en el lugar desde el viernes, que muchas personas que trabajan y habitan por la zona pasan a diario por donde ocurrió el evento. Resaltaron que desde hace una semana habían advertido al personal de seguridad de que algunos ladrillos sobresalían, pero la respuesta de rehabilitación no llegó a tiempo.
Expresaron, además, que es un peligro para quienes transitan; allí también hay una línea de moto taxi, un kiosco y a veces se pone una mujer que vende tortas. “Todos pasan por este espacio sin saber que puede desprenderse un sinfín de ladrillos en estos días”, comentó una mujer que estaba en la entrada del edificio comercial.
Un centro comercial como Galerías Ávila está pensado para ser un espacio que beneficie al colectivo, incluyendo sus alrededores urbanísticos, que se mantiene con distintas tiendas. Además, incluye lugares de ocio, esparcimiento y diversión, como cines o ferias de comidas dentro del recinto.
María Cacique, madre de Javier, aseguró que después de exigir su indemnización, el gerente de la administración no sabía por qué la fachada se había desprendido, es decir, no tenían información al respecto.
Aunque esté en manos privadas, por lo general, según uno de los comerciantes, los locales se alquilan y se venden de forma independiente, por lo que existen varios dueños que deben pagar servicios de mantenimiento o también es la misma entidad administradora quien debe asegurarse de mantener la estructura.
Los representantes de la administración fueron a declarar ante los cuerpos policiales y tuvieron reunión con los bomberos para la experticia correspondiente al caso. Mientras esto sucede, los transeúntes se mantienen en alerta al pasar por los alrededores del lugar.
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