Maritza Yecerra, habitante de la calle real del barrio San Pablito, informó del fallecimiento de tres personas, entre ellos un menor de 11 años, producto de un incendio forestal. Estaban quemando parte de una montaña para sembrar caraotas y el viento hizo que las llamas se expandieran y los calcinaran.

Caracas. La época de sequía aviva los incendios forestales. A eso se suma la quema desechos sólidos y el banqueo con fuego de terrenos para construir viviendas y hacer sembradíos, con el agravante del daño forestal y eventos lamentables como el que ocurrió el pasado domingo en el barrio San Pablito de Caricuao, donde murieron tres personas calcinadas, justo cuando quemaban un terreno para sembrar caraotas.

Maritza Yecerra, habitante de la calle real del barrio San Pablito y cercana a la familia de las víctimas, contó que las personas, de 30, 20 y 11 años de edad, subieron el pasado domingo a la montaña para limpiar un terreno donde pretendían hacer labores agrícolas.

Quemaron con gasolina el monte. Había mucho viento y de inmediato se propagaron las llamas.

Desde abajo se veía el humo, pero nadie se imaginó esa tragedia. La mamá del niño al ver que no bajó con su papá ni siquiera para almorzar, subió con otros familiares a ver qué estaba pasando y los encontraron calcinados. Eso fue muy doloroso porque eran personas muy humildes que lo que querían era sembrar. Eran trabajadores, el de 30 años era el papá del niño. Aquí en el barrio todos están consternados. Esta mañana los enterraron, dijo Yecerra.

Los incendios forestales en la parroquia Caricuao —decretada como la parroquia ecológica de Caracas en 2009— están a la orden del día.

Caricuao se está quemando desde el pasado sábado. Aquí la gente tiene muchas dificultades para respirar, hay cuadros alérgicos y lo peor es que no hay quien ayude en la prevención. Los bomberos no tienen unidades. Nos dijeron que dos y que no las podían enviar para la parroquia. Quien ha estado ayudando es Protección Civil, dijo Carlos Carrasco, de la organización Caricuao Propone.

El profesor ambientalista, Jesús Delgado, indicó que el país está en una época de sequía que comienza a ser muy fuerte y que aún con las posibles lluvias de abril próximo no hay posibilidad de que la vegetación se recupere. Alertó que la dificultad ahora es precisamente eso que denunció Carrasco: la falta de unidades para socorrer, pues los camiones tienen los mismos problemas de repuestos que tiene el parque automotor en general.

Los cerros se van a seguir secando y no tenemos ni el helicóptero para combatir incendios, ese que suelta la bolsa de agua. Tampoco los aviones que recogían el agua estancada del Guri. Además, la gente está quemando basura, invadiendo terrenos y no hay una guardería ambiental operativa, acotó.

Caricuao Propone publicó una encuesta en su cuenta Twitter que recoge que 86 % de los vecinos respondió afirmativamente a la pregunta de acerca de si amanecieron con alergias o alguna afección respiratoria por el humo de los incendios forestales. En consecuencia, la organización hizo una serie de recomendaciones.

La reforestación de bosques es clave para prevenir y evitar los incendios forestales 

“Hay que invertir en infraestructura verde, como la construcción de áreas cortafuegos, de fajas cortafuegos y puntos de agua para evitar que se propaguen los incendios, en las zonas de bosques y montes”, sostuvo Hernán Papaterra, planificador ambiental y social, frente a la ocurrencia de este tipo de eventos en el área metropolitana de Caracas.

Para Papaterra resulta muy costoso actuar siempre y solo  después de ocurridos los incendios forestales, por tanto “se debe tomar conciencia de la importancia del aprovechamiento recreativo o turístico y los servicios de tipo ecológico, como la producción de oxígeno, la regulación del clima, la protección del suelo contra la erosión, el control hídrico que garantizan los bosques, sobre todo cuando están asociados a parques nacionales y monumentos naturales, caso Parque Nacional El Ávila”.

Desde las instituciones de gobierno y sus medios de comunicación, advirtió Papaterra, no se realizan labores de sensibilización y concienciación ambiental, para que la población valore la previsión y mitigación de incendios forestales, y entienda las graves consecuencias para el ambiente y la salud pública, como la concentración de sustancias contaminantes en las comunidades y ciudades.

Cuando se presenta contaminación por incendios forestales se generan afecciones respiratorias e intoxicaciones agudas. La gente no debe acercarse a las zonas de incendios, debido a que el humo produce bloqueos respiratorios como la insuficiencia respiratoria aguda.

“La destrucción de biodiversidad, el aumento de la desertificación o la disminución de la calidad de las aguas y la atmósfera, son algunas de las consecuencias negativas posteriores a un incendio forestal. La recuperación de los bosques afectados, si es que logra remediarse, puede llevar décadas y altos costos que pueden evitarse”.

Foto: cortesía Caricuao Propone


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