Un nuevo golpe sufrió la Universidad de Oriente con el hundimiento del buque Guaiquerí II

buque Guaiquerí II

La embarcación propiedad de la Universidad de Oriente y de uso exclusivo para estudios marinos y ambientales del Instituto Oceanográfico de Venezuela, terminó hundiéndose en el lecho marino, tras esperar seis largos años por el dragado del canal de entrada de la Marina Venetur de Cumaná, donde permanecía desde 2014. Especialistas indican que el buque Guaiquerí II se puede reflotar pero con una gran inversión.

Cumaná. La Universidad de Oriente (UDO) suma una nueva tragedia a su larga lista de penurias en 62 años de existencia.

El buque Guaiquerí II, del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV), uno de los dos únicos barcos para estudios ambientales y marinos que existen en el país, se hundió en el muelle de la Marina Venetur de Cumaná donde permanecía a flote hasta la mañana del pasado martes.

Este hecho suma una nueva tragedia a la lista de actos vandálicos cometidos contra la llamada Casa Más Alta en los últimos dos años. La arremetida del hampa contra sus instalaciones y sus diferentes núcleos ha sido reseñada y difundida por diferentes medios de comunicación y plataformas digitales. 

El núcleo más atacado ha sido el núcleo de Sucre, donde se nacieron la UDO y su célula inicial: el Instituto Oceanográfico de Venezuela.

Además de los robos y sustracción de bienes registrados en el referido núcleo, la comunidad universitaria, el colectivo sucrense y el país en general fueron testigos del incendio de su Biblioteca Central y de la sede del IOV. El hundimiento del buque Guaiquerí II, emblemática embarcación para la investigación marina venezolana, perturbó a todo el colectivo científico, académico e inclusive a la sociedad civil cumanesa.

“Para la alma mater oriental, el hundimiento del buque Guaiquerí II representa un duro golpe del que costará recuperarse”, así lo asegura el profesor Andrés Lemus, director de Camudoca (Consultora Ambiental Compañía Anónima) una unidad de la UDO que ofrece asesoría ambiental y es responsable de la embarcación.

El profesor Lemus recordó con orgullo parte de las investigaciones que fueron posibles en este buque para los trabajos de perforación petrolera que adelantaba Pdvsa en los proyectos gasíferos Mariscal Sucre en la plataforma deltana y Rafael Urdaneta en el eje Falcón-Zulia.

Varada a su suerte

El Guaiqueri II estuvo activo hasta finales del 2014. Es una embarcación que no solo ha contribuido al desarrollo del estado Sucre sino de toda Venezuela, acotó Lemus.

Según expertos navales a partir de la observación en el sitio, la varadura del barco pudo haber ocurrido por una entrada de agua por el fondo. La unidad se inundó y perdió flotabilidad hundiéndose en el mismo muelle y tocando fondo marino.

Con esta apreciación coincide el profesor Lemus “porque el canal de entrada de la Marina se encuentra cerca de la desembocadura del río Manzanares que atraviesa Cumaná, y en época de lluvia recibe muchos sedimentos que se asientan y restringen la profundidad de calado”.

Cuenta el profesor Lemus que para finales del año 2014 cargaban combustible “allí mismo en la Marina Venetur para una salida de campo programada conjuntamente con la Universidad Simón Bolívar en un proyecto con una empresa rusa y no pudieron salir por las restricciones de calado en la zona”.

El buque Guaiquerí II es un barco diseñado para un calado de 2,5 metros y el calado del canal de entrada de la Marina muy cercano a la desembocadura del río Manzanares para ese momento era de aproximadamente 1,4 metros, lo cual imposibilitó la movilización de la embarcación”, acotó.

Una larga espera

Un nuevo zarpe para este barco de investigación marina quedó detenido para el periodo de noviembre-diciembre del 2014 y a partir de ese momento inició la larga espera por la ejecución de los trabajos de dragado en la zona de la Marina de Cumaná.

buque Guaiquerí II
Para reflotar el buque Guaiquerí II especialistas indicaron que deberá hacerse una importante inversión / Foto: Cortesía

Camudoca, rental de la UDO responsable del buque Guaiquerí II, a partir del 13 de enero de 2015 envió oficios y comunicados institucionales; y realizó llamados de atención a las instancias competentes para exigir y promover el dragado que se había prometido a propósito de los 500 años de fundación de Cumaná.

En la Marina estos trabajos fueron paralizados para trasladar la maquinaria al río Manzanares para realizar el dragado de este fluvial y allí tampoco terminaron”, dijo el profesor Lemus.

El buque Guaiquerí II era llevado cada final de año a dique seco para realizar las reparaciones correspondientes y hacer la sustitución de láminas dado que permanecía en un medio altamente corrosivo, pero las restricciones de calado impidieron el mantenimiento.

Destaca el profesor Lemus que la embarcación varada es uno de los dos únicos barcos con los que cuenta el Estado venezolano para realizar estudios ambientales y oceanográficos.

“En el país solo hay dos barcos de este tipo, el Punta Brava que pertenece a la Armada venezolana y el buque Guaiquerí II del IOV-UDO, construido en el año 47”.

El buque Guaiquerí II es un barco con especificaciones y condiciones exclusivas para el estudio oceanográfico y el pasado 12 de octubre cumplió 40 años en Venezuela.

Fue comprado a una empresa norteamericana y traído al país por el capitán de altura Cesar Flores, quien siempre mostró gran empatía con la Universidad de Oriente y con el Instituto Oceanográfico de Venezuela”, contó Lemus.

Para los proyectos más recientes que adelantaba la estatal petrolera venezolana el Guaiquerí II era la mejor opción. Es un buque que carga 30.000 litros de combustible, por lo que representaba menos costos para Pdvsa que apenas empezaba por primera vez los estudios oceanográficos aguas afuera para la perforación petrolera que se había limitado al lago de Maracaibo.

El Guaiquerí II es reflotable

En consulta con peritos expertos navales se determinó que el buque Guaiquerí II es recuperable, “puede ser reclutado”, pero requerirá de una importante inversión.

Para el profesor Lemus, investigador jubilado de la UDO aún en situación de retiro, “los buenos proyectos hay que mantenerlos o en su defecto recuperarlos; y el Guaiquerí II vale la pena porque es una embarcación al servicio de la nación que le ha significado un altísimo reconocimiento internacional dada la calidad tanto de sus investigaciones como de los profesionales formados en el único Instituto Oceanográfico de Latinoamérica”.

Trascendió que hace aproximadamente tres meses se realizó el dragado en la zona de la Marina Venetur en Cumaná, pero para el buque Guaiquerí II ya era tarde.

Hoy se requiere con urgencia achicarlo, hacer las reparaciones correspondientes y sustituir láminas, llevarle a dique seco donde se hagan las reparaciones del caso donde hay hendidura o perforaciones que provocaron su hundimiento”, puntualizó Lemus.

Ante la imposibilidad de que Camudoca asuma esta inversión, el profesor Andrés Lemus llama la atención de las instancias marítimas del Estado así como a Pdvsa y astilleros de la localidad, para procurar su reparación “y no dejar que permanezca varado por mucho más tiempo, para que así continúe prestando sus servicios a la nación para orgullo de todos los venezolanos”.


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