En 2020 la empresa estatal Hidrocapital dejó trabajos inconclusos en la urbanización Diego de Losada en la calle real de Los Mecedores, La Pastora. Más de 400 familias se ven afectadas.
Caracas. Para Marta* y muchos de sus vecinos los fines de semana no son para compartir con la familia. Los sábados se trasnochan para llenar el tanque de agua y lavar la ropa. El limitado suministro les alcanza para máximo dos tandas.
Todos los que viven en su casa deben estar pendientes por si llega el agua, que normalmente puede ser entre las 12:00 a.m y 1:00 a.m. Marta deja la regadera del baño abierta y cuando escucha las gotas caer en el tobo, corre para comenzar a lavar el tanque.
Sol* sufre de insomnio y justo cuando siente que puede quedarse dormida, escucha el agua de la ducha. Sabe que no dormirá esa noche y que debe llenar lo que pueda. El suministro solo lo reactivan por seis horas. Además, con poca presión especialmente a los apartamentos de pisos más altos.
Desde 2014 el servicio de agua es irregular en la urbanización Diego de Losada, bloque uno y dos, en calle real de Los Mecedores, La Pastora. Cerca de 400 familias se ven afectadas. El agua solo llega cada ocho días, quince o hasta una vez al mes.
Entre 20 y 30 dólares a la semana
Sol reside en uno de los últimos pisos de su edificio de 15 pisos. Vive con su hijo, de 25 años de edad, quien tiene una discapacidad motora y anda en silla de ruedas. A raíz de los cuidados que su hijo necesita, Sol obtuvo hernias discales y lesiones en la columna.
El año pasado los bomberos tuvieron que auxiliarla porque sufrió un lumbago y quedó totalmente inmovilizada en su cama. Por consiguiente, no puede cargar agua y se ve en la obligación de pagar para que le suban botellones del suministro hasta su casa.
En promedio puede gastar entre 20 y 30 dólares en una semana solo para lo que compete al agua, lo que al mes son aproximadamente 120 dólares.
Para ella es complicado cubrir ese monto mensual porque es pensionada por el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS). La pensión está en 130 bolívares, que a la tasa del 11 de enero de 2023 equivalen a 6,9 dólares, según el Banco Central de Venezuela.
Problemas de salud
En la casa de Marta, quien ya tiene 54 años, casi todos los adultos sufren de la rodilla o de la columna. Su hijo tiene tres hernias y su esposo también. De tanto cargar agua, también se han dañado las rodillas y su hijo requiere una operación.
Ocasionalmente van a buscar agua a una toma en la Cota Mil, para las cosas básicas y para lavar el uniforme de los niños que van al colegio.
De acuerdo con el Observatorio Gasto Público Cedice en su Monitoreo de Servicio Público, los estados con más fallas en el suministro de agua para el mes de noviembre de 2022 son Distrito Capital, La Guaira, Zulia, Carabobo y Miranda.
Peso en el edificio
A pesar de que Ramón* tiene dos tanques de 500 litros en su apartamento, el agua no alcanza para él y las otras dos personas que viven con él. Lo que almacenan dura menos de una semana.
Como Ramón la gran mayoría de los residentes tuvieron que comprar recipientes de hasta 800 litros para almacenar el agua, cuestión que les preocupa porque creen que de alguna manera el sobrepeso puede afectar la infraestructura del edificio.
Después de varias denuncias, Hidrocapital fue a la urbanización Diego de Losada en 2020 con la promesa de que al sustituir la tubería principal tendrían agua más veces a la semana. En efecto, la empresa estatal realizó el cambio pero, según los afectados, eso no cambió absolutamente nada.
Un trabajo incompleto
Según los residentes, Hidrocapital dejó un trabajo incluso: parte de la calle real de Los Merecedores está rota porque no cumplieron con el asfaltado de la zona.
“Dejaron la calle destruida, rota. Ahora tenemos dos problemas más: la calle destrozada y seguimos sin agua”, manifestó Inés*, una de las afectadas.
El hueco donde está ubicado el tubo matriz ha ocasionado daños en los vehículos de los propietarios y provocado accidentes, especialmente de personas de la tercera edad que han tropezado y se han raspado las rodillas.
En vista de esa situación, los residentes tuvieron la idea de arrojar trozos de la capa de la terraza de uno de los edificios en el hueco que se extiende por toda la calle. Adicionalmente, Hidocapital dejó en el lugar grandes tubos en una de las aceras, que los vecinos tuvieron que rodar hasta cierta parte de la calle.
Termópilas y la llave
La estación de bombeo Termópilas es la que se encarga de surtir agua a la urbanización Diego de Losada. También llega hasta la red alta de Manicomio, Lídice, Los Frailes, Alta Vista, Ruperto Lugo, La Pastora, Cotiza, Los Cujicitos, El Retiro, Hijos de Dios, El Cardón y Las Casitas.
Los vecinos exigen que arreglen el sistema de bombeo de la estación Termópilas para la zona de Diego de Losada.
Adicionalmente, presumen que hay una manipulación, de personas de Cotiza, de la llave que da paso del agua a la calle. Esto impide que llegue el agua en Diego de Losada los días sábado o domingos, cuando la surte termópilas.
En 2010, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó una resolución que establece que el acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano. Además, la ONU en el objetivo de desarrollo sostenible número seis, se plantea que para 2030 se garantice la disponibilidad del agua y el saneamiento.
(*) Se modificaron los nombres como medida de protección de la fuente.
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