En La Libertad tienen más de seis meses sin aseo, lo que ha causado enfermedades a por lo menos 10 niños del preescolar que queda a pocos metros del basurero. Pese a que han solicitado ayuda, no obtienen respuestas satisfactorias. Los robos también se han incrementado en el sector.
Maturín. Los montones de basura en las calles de Maturín se han convertido en una constante. Los habitantes, ante tantas solicitudes que no son tomadas en cuenta, se han acostumbrado a que el aseo urbano no funcione, por lo que se han visto en la necesidad de improvisar vertederos de basura. En La Libertad, las pilas de basura se pueden apreciar desde la entrada del sector. Los vecinos han dispuesto de un espacio para lanzar los desechos, debido a que el aseo urbano no circula por la zona desde hace aproximadamente seis meses.
Bolsas de basura, cajas de desechos, malos olores e incluso animales muertos han hecho de La Libertad un foco de contaminación, que no solo afecta a los habitantes del sector, sino también a los niños que asisten al preescolar que se encuentra a pocos metros del vertedero.
Las consecuencias han sido perjudiciales. Asma, infecciones respiratorias y en la piel se han vuelto comunes en la comunidad. Aunado a la proliferación de insectos y roedores.
Desde hace años, no vienen a recogernos la basura; aquí venían semanalmente y desde que el alcalde Wilfredo Ordaz tomó posesión solo recoge la basura por su casa. Para nadie es un secreto que toda Maturín esta así. Pero ya nosotros no aguantamos más”, manifiestó Reinaldo Rodríguez.
Los hedores cada vez se vuelven más insoportables, mencionan los vecinos. Y a pesar de que han solicitado el apoyo en varias oportunidades, no han sido tomados en cuenta. Por lo que han buscado otras alternativas para evitar la acumulación de la basura. En oportunidades optan por quemarla. Pero esto, más allá de una solución, agrava el problema.
Tengo a mis niños aquí en el preescolar y se ven afectados por los olores; también cuando queman es horrible el humo. Estos niños comen con esos hedores y algunos hasta tienen asma y no vienen a la institución”, detalló la representante Clara Moya.
El preescolar maneja una matrícula de 60 niños, de los cuales 10 no han asistido en los últimos días porque han adquirido enfermedades como asma y gripe. Las maestras deben desinfectar los espacios a cada hora de comida para evitar que los niños se expongan al contagio de alguna otra enfermedad.
“Hemos comprado cloro y desinfectante para entregarles a las maestras y que limpien los espacios cada cierto tiempo, porque las moscas abundan, en el desayuno, y en el almuerzo es peor”, destacó Moya.
Los vecinos, cansados de esta situación, amenazan con cerrar la calle principal del sector, pues no solo se trata de los hedores y el foco de contaminación, sino también de los robos que se han incrementado, pues los delincuentes aprovechan los montones de basura para esconderse.
Vamos a trancar la calle principal porque todos estamos afectados ante esta situación. Nosotros hemos solicitado apoyo a la emisora Órbita para denunciar la situación, pero nos han negado incluso entrevistarnos. Si esto sigue así vamos a trancar frente a esa emisora. Nosotros sabemos que ellos son del gobierno y por eso no nos ayudan”, sentenció Reinaldo Rodríguez.
La comunidad, de unas 500 personas, ha solicitado apoyo a varias instituciones gubernamentales y ninguna ha dado una respuesta satisfactoria. Denuncian también que desde que se ha dispuesto de la entrada principal para desechar la basura los robos han incrementado. Se registran por lo menos uno o dos a diario.
Solamente en la calle A, que es la que está más cerca de la basura, hay 90 casas. Saca la cuenta, como 400 o 500 personas nos vemos afectadas por este basurero. Y hemos botado la basura aquí porque no nos las podemos comer. El consejo comunal brilla por su ausencia; hacen algo cuando hay elecciones, que comienzan a vender pollo”, precisó Rodríguez.
Los malos olores, los robos, las infecciones respiratorias y otras enfermedades a causa de la insalubridad que genera el montón de desechos han obligado a los vecinos de la comunidad La Libertad a salir a las calles y cerrarlas exigiendo la circulación constante de aseo urbano, así como también la limpieza de los espacios que por necesidad han tomado como vertedero de basura.
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