Los síntomas de inestabilidad política, económica y social de América Latina y el Caribe se perfilan como una condición crónica que cada vez afecta a más países. Es por ello que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es un compromiso que apunta al fin de la pobreza y el hambre para construir sociedades pacíficas, justas, protectoras del medio ambiente e inclusivas para el progreso de la región.

Caracas. En el foro de Juventudes en América Latina y el Caribe titulado “Construyendo un presente distinto”, que se llevará a cabo los días 16 y 17 de abril, Venezuela llevará la batuta.

Esta es una iniciativa que surge de un grupo de jóvenes que en 2018 asistieron al evento para discutir sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En esta edición, Juventud Unidad de Acción, una organización de jóvenes en el estado Táchira que promueven y defienden los derechos humanos, dirá presente. También resaltará Caricuao Propone, una asociación civil formalizada en 2015, que busca la participación ciudadana de los vecinos de la parroquia para adentrarse a sus realidades y mejorar la calidad de vida.

Esta asociación empezó con un grupo de estudiantes universitarios que, después de las protestas de 2014, quedaron con mucha inquietud de participar en espacios públicos cuando sintieron que no eran escuchados por las autoridades del Estado. No quedó por fuera la organización 1001 ideas para mi país, que lidera otro joven emprendedor venezolano egresado del a UCAB.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción que nace del compromiso de los Estados miembro de las Naciones Unidas, cuyo objetivo principal es velar por la protección de las personas, el planeta y la prosperidad. Este programa es impulsado por la ONU y forma parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el cual sostiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, a su vez, se disgregan en 169 metas.

Esta estrategia va ligada a abordar una serie de necesidades sociales como la educación, la salud, la protección social, el empleo y el medio ambiente. La idea es que los países miembros de la ODS, ya sean ricas o pobres, se comprometan con el seguimiento y evaluación de sus progresos para alcanzar los objetivos.

Carlos Carrasco, quien con tan solo 25 años trasladó su experiencia como líder estudiantil a su comunidad en Caracas, mañana tendrá destacada participación en el foro.

 A pesar de que emigré hace unos meses para trabajar en el Observatorio del Gasto Fiscal de Chile, Caricuao Propone se mantiene con los vecinos que hacen vida en la parroquia. Ellos saben que tienen capacidades para actuar ante los organismos del Estado como parte de su participación en la toma decisiones y acciones en vía de la reconstrucción del tejido social”, explicó.

“Esperamos reunir a más de 100 jóvenes, desde México hasta Argentina, para discutir sobre nuestro modelo de desarrollo, a partir de los objetivos de desarrollo sostenible. Esto va desde preguntarnos qué estamos haciendo para salvar al planeta frente al cambio climático, hasta cómo se encuentra el estado de institucionalidad pública en nuestros países”, sostuvo.

También señaló la importancia de que los venezolanos entiendan que hay jóvenes trabajando para ocupar un espacio regional y global para discutir qué pasa en las instituciones del Estado, donde prevalece el interés político y el modelo de desarrollo del país.

Carrasco durante su participación en un foro organizado por Crónica.Uno

El foro de Juventudes en América Latina y el Caribe es un espacio para que los jóvenes del continente puedan discutir y generar recomendaciones con respecto a los desafíos locales y regionales identificados en cada objetivo del desarrollo sostenible. La finalidad primordial es incorporar “las voces” de las personas jóvenes que quieran participar en un documento que se entregará a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Otro de los delegados por Venezuela es Irving Briceño Pérez, quien desde hace tres años lidera una organización ideada por jóvenes para jóvenes llamada 1001 Ideas para mi País (en la cual también participa Carrasco). Se trata, como así la definen ambos, de una incubadora ciudadana, donde muchachos entre 15 y 29 años puedan formarse en emprendimiento social, innovación social, desarrollo sostenible; para generar capacidades que les permitan ser agentes sociales de cambio, proactivos e innovadores que inciden en sus entornos de manera positiva.

Irving Briceño Pérez. Foto: Cortesía página web UCAB

Estos espacios son una vitrina internacional que nos permitirá elevar la voz de miles de jóvenes venezolanos y latinoamericanos, en el marco de una tribuna ideal para alcanzar acuerdos y promover el desarrollo social continental, con especial énfasis en los jóvenes; en pro de alcanzar una sociedad más innovadora, justa e igualitaria”, dijo Briceño.

Explicó que su objetivo como delegado es exponer los esfuerzos que desde 1001 Ideas para mi País iniciamos a finales del año 2017 y que continuamos desarrollando en la actualidad como la investigación Reporte Lupa sobre grupos vulnerables jóvenes, que tiene por objetivo identificar la situación actual de los jóvenes excluidos y marginados en Venezuela por razones económicas, género, origen geográfico, orientación sexual o por discapacidad. Así como la investigación Reporte Reflector sobre la transparencia y corrupción en personas jóvenes, que tiene por objeto identificar las motivaciones e influencias que conducen a los jóvenes a cometer actos de corrupción y/o transparencia en su desenvolvimiento social.

Ambos venezolanos coinciden en que es importante aprovechar estas oportunidades pues, si se continúan elevando las voces de las juventudes, se podrán conseguir aliados para la creación de políticas públicas holísticas que permitan superar las condiciones de vulnerabilidad, así como el fortalecimiento de los mecanismos institucionales de las democracias.

“Estos espacios también incentivan una profunda reflexión, sobre el rol de la juventud, en el contexto global actual. Los gobiernos y las grandes corporaciones no pueden seguir discutiendo sobre cómo cambiar el mundo si no incluyen a las personas que serán beneficiadas o afectadas por las decisiones de hoy. Esos somos los jóvenes”, afirmó Carlos Carrasco.

En la edición de 2018, solo cinco organizaciones se reunieron para planificar propuestas para los países latinoamericanos. Eso inquietó a los organizadores. Por ello, en la agenda de estos dos días venideros, Carrasco confía en que las mesas juveniles darán frutos acertados sobre los principales problemas de la Agenda. “En nuestro caso, queremos realizar propuestas o recomendaciones, para que Venezuela tenga una visión más amplia para la reconstrucción del país por un largo tiempo mientras nos recuperamos. Debemos ser líderes, hay que seguir adelante y buscar soluciones a los problemas con todo nuestro esfuerzo”, resaltó.

Foto: Cortesía

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