Venezolanos retornados denuncian “secuestro” en Apure mientras esperan resultados de pruebas de COVID-19

venezolanos retornados

Venezolanos que retornaron al país desde el 26 de junio sostienen que las autoridades los mantienen “secuestrados” en centros de aislamiento a pesar de resultar negativos en las pruebas diagnósticas del COVID-19. Las condiciones en esos lugares, sin acceso a agua potable, comida ni medicamentos, los hace más vulnerables al contagio.

Cumaná. Autoridades civiles y militares del estado Apure mantienen en cuarentena a más de 300 venezolanos retornados, entre ellos grupos familiares, luego de retornar al país desde el pasado 26 de junio; esto pese a que han resultado negativos en las pruebas de COVID-19. Ahora que han pasado más de 45 días en confinamiento los ciudadanos denuncian que los tienen “secuestrados”.

El grupo ingresó por el Arauca y fue retenido allí por los funcionarios del puesto de control de la Guardia Nacional Bolivariana que opera en las oficinas del Seniat en la zona.

Uno de los migrantes relató que permanecieron siete días en la frontera, en carpas militares dispuestas en el lugar, luego de que se les aplicara la prueba rápida para el diagnóstico del COVID-19. Posteriormente, fueron trasladados al centro educativo Alirio Goitia Araujo en la avenida Caracas, en pleno centro de San Fernando de Apure.

Es un centro educativo grande, con más de siete baños para atender al grupo de 300 personas, pero no le llega agua por tuberías y tenemos que cargar agua dispuesta en un tanque para hacer nuestras necesidades y podernos bañar”, agregó la fuente, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias de las autoridades encargadas del centro.

Protestar para salir

Ante la incertidumbre que impera en el centro de aislamiento donde permanecen estos 300 venezolanos, manifestar fue la opción para exigir el derecho a retornar a sus hogares.

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Foto: Cortesía.

De manera cívica los migrantes protagonizaron el pasado 8 de agosto una protesta en la cancha del centro educativo para exigir respuestas de las autoridades regionales, así como los resultados de las últimas pruebas realizadas al grupo en aislamiento.

Contaron los afectados que para disipar la protesta enviaron a funcionarios de la GNB y de manera “repentina” apareció un listado, copiado a mano, con los resultados de las pruebas de COVID-19 practicadas. Esto generó dudas sobre la veracidad de los exámenes.

“Ya les dieron salida a algunos y conocimos que llegaron a sus estados, pero aún permanecemos en el lugar la mayoría. Solo exigimos que también nos retornen a nuestros hogares porque nuestras pruebas están negativas”, así lo pidió uno de estos venezolanos que pudo contactar a Crónica.Uno para denunciar y exponer la situación que padecen.

Retorno a casa incierto

La mayoría de los migrantes de este grupo que cumple el aislamiento social en el Alirio Goitia Araujo denuncia “estar secuestrado por parte de las autoridades” porque a pesar de que les han realizado más de tres pruebas diagnósticas, incluida la PCR, y en muchos casos han resultado negativas, hoy desconocen el por qué no los envían a sus lugares de origen.

Hasta la fecha, solo han visto dos veces a la alcaldesa del municipio, Ofelia Padrón, y esta no dio respuesta a sus inquietudes en ninguna oportunidad, solo les pidió paciencia ante la espera de los resultados. En el centro hay naturales de Maracaibo, Puerto Cabello, Nueva Esparta, Sucre, Monagas y a todos les llama la atención el retardo.

“Los resultados además de ser tardíos, vienen independientes y no por grupos familiares, por lo que se da el caso de que llega el resultado de la mamá o el papá, pero no el de los niños y en esas condiciones deben continuar en el lugar porque no pueden delegar la custodia de sus hijos a nadie”, refirió uno de los afectados.

No es posible que permanezcamos aquí en estas condiciones en las que no se nos garantiza ni medicamentos, ni tratamiento para los que han dado positivo y muchos menos una alimentación adecuada, y eso sin contar con la calidad del agua”, agregó una neoespartana.

Otro padre de familia afirmó que es imperativo que los envíen a sus hogares y estados de origen. “Aquí hay un desorden con los resultados de las pruebas; además del largo lapso de espera, estas se pierden en el camino, lo que amerita que vuelvan a repetirlas y en eso han pasado más de cuatro semanas. Ya hay niños con diarrea y picaduras de insectos infectadas, para lo cual no hay ningún tipo de medicamentos ni antibióticos para atender estas emergencias, porque simplemente no hay”.


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