De 17 países latinoamericanos incluidos en la métrica, Venezuela fue el que tuvo la proporción más baja de personas que viven con VIH y tienen acceso a tratamientos (40 %). La Meta 90-90-90 de Onusida busca que 90 % de los diagnosticados reciba terapia antirretrovírica continuada.
Caracas. Cerca de un cuarto de la población con VIH en Latinoamérica desconoce su estado actual de la enfermedad y 40 % no tiene acceso a terapias antirretrovirales. Así lo estima Onusida en su último Informe Mundial en el que, nuevamente, quedan en evidencia las falencias y el rezago del Estado venezolano en la lucha contra el sida.
El dato anterior es tan solo uno de los tantos tópicos en los que Venezuela está por detrás de sus pares en la región. Las estimaciones hechas por Onusida, con base en cifras oficiales dadas por el Ministerio de Salud, revelan que 38 % de las personas que viven con VIH no conocen su estado.
Es decir, cerca de 42.000 venezolanos con VIH están a la buena de Dios, pues la crisis humanitaria compleja que atraviesa el país, un sistema sanitario paupérrimo y una seguridad social prácticamente inexistente atentan contra su salud e, incluso, su vida.
Onusida no hace mención al número de personas que han fallecido a causa del sida, aunque asoma una tendencia: las nuevas infecciones por VIH disminuyen y el número de decesos aumenta, al menos, desde 2015.
Latinoamérica, por su parte, desde 2010 ha aumentado en 21 % el número de nuevos casos, pero las muertes han disminuido un 8 %, según reza el Informe Mundial sobre sida.
Muertes pasan por debajo de la mesa
“La razón de mortalidad no es publicada si el país no ha logrado una cobertura de terapias antirretrovirales de 81 % o más (la meta de tratamiento y testeo en 2020)”, resalta en letras pequeñas el informe al omitir ese dato.
El último registro oficial que muestra corresponde a 2015, cuando hubo un estimado de 3500 decesos asociados al sida. Al 29 de octubre de 2019 Venezuela acumulaba 415 muertes por la enfermedad, según el Ministerio de Salud, mientras que en 2018 hubo 2828 fallecidos (cifras del Plan Maestro Venezuela hecho por MinSalud, OPS y Onusida).
De acuerdo con un monitoreo hecho por la Red Venezolana de Gente Positiva (RVG+) y la ONG Acción Ciudadana Contra el Sida (Accsi), un total de 417 personas con sida fallecieron en su lugar de residencia o en centros de salud públicos entre enero y julio de este año.
Sin embargo, resaltan que la mayoría de esas muertes no son registradas en historias clínicas de los centros de salud debido a la falta de cumplimiento de la normativa por parte del Ministerio de Salud, la mala clasificación de esos registros, la indicación de otras comorbilidades como causa de muerte que ocultan al sida o que los familiares piden no indicarlo para evitar discriminación o estigma.
Sin tratamientos que permitan salvar vidas
De 17 países latinoamericanos incluidos en la métrica, Venezuela fue el que tuvo la proporción más baja de personas que viven con VIH y tienen acceso a tratamientos (40 %), a pesar de que se estima que la cobertura de salud universal alcanza a 70 % de la población.
Tal diferencia, que se repite en otros 11 países, “indicando los obstáculos que existen para acceder a los servicios relacionados al VIH y relativos a otros servicios de salud, entre las personas que viven con el virus”, debido –entre otros factores– a la estigmatización y la deficiencia de los sistemas sanitarios.
Accsi y RVG+ registraron al menos 1446 casos de discriminación hacia personas con VIH en centros públicos de salud durante los primeros siete meses de 2020, con un repunte llamativo en el contexto de la pandemia.
El acceso a tratamientos es incluso más dramático cuando de mujeres y niños con VIH se trata, pues solo 26 % y 28 % respectivamente tiene acceso a ellos, frente a un 50 % de hombres con el virus, afirma el informe de Onusida.
Lejos de las metas globales
Entre febrero de 2019 y julio de 2020, un total de 40.923 personas con VIH en Venezuela salvaron sus vidas gracias a la adquisición de medicamentos antirretrovirales con los 5 millones de dólares aportados por el Fondo Global de Lucha Contra el Sida, Tuberculosis y Malaria. Pese a eso, el país aún está rezagado.
La Meta 90-90-90, establecida en la Declaración política de 2016 para poner fin al sida, busca que en 2020 el 90 % de las personas con VIH conozcan su estado serológico, 90 % de los diagnosticados reciba terapia antirretrovírica continuada y 90 % de los que reciben terapia tengan supresión viral.
Y aunque en 2019 pocos países latinoamericanos han logrado una o dos metas, Venezuela parece estar lejos de alcanzar los objetivos globales en la lucha contra el sida.
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