En lo que va de 2018, pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana no han recibido los medicamentos indispensables para mantenerse. La Asociación Civil Impulso Vital Aragua advierte sobre los riesgos mortales a los que están expuestos unos 60 niños en el estado, que tampoco han recibido el tratamiento.

Maracay. No queremos morir. Queremos la garantía de nuestros medicamentos, queremos soñar, señor ministro. La interrupción de la terapia trae consecuencias graves a las personas que vivimos con VIH, ponga nuestras manos en su corazón, todos tenemos derecho a vivir.

Con este mensaje de auxilio, muchos de los pacientes en Aragua con VIH guardan la esperanza de sobrevivir. Desde que comenzó el año 2018, no han recibido ninguno de los medicamentos que componen el tratamiento antirretroviral (TAR) y que, aunque no cura el virus, los ayuda a prolongar sus vidas.

Es responsabilidad del Gobierno a través del Ministerio para la salud, garantizar el derecho a la salud y a la vida de los pacientes con VIH. Así lo establece el artículo 19 de la Ley para la promoción y protección del derecho a la igualdad de las personas con VIH/SIDA y sus familiares, promulgada en el 2014 y publicada en Gaceta Oficial número 40.571, que señala que:

“Todas las personas con VIH/SIDA disfrutarán y ejercerán en condiciones de igualdad, el derecho y el deber a la salud como parte del derecho a la vida. En consecuencia, harán uso de las clínicas privadas y de los institutos prestadores de servicios de salud, en las mismas condiciones de oportunidad, integralidad y calidad establecidas para las personas en general. La igualdad debe garantizarse en la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud”.

Pero ninguna de esas condiciones de ley son ejecutadas por los principales centros asistenciales públicos del país. En Aragua, los tres hospitales que están habilitados para suministrar los tratamientos antirretrovirales a los pacientes con el virus, no cuentan con los medicamentos. Desde el 2017, El Hospital Central de Maracay, el Hospital Civil y el Hospital José María Benítez de La Victoria, no reciben los fármacos que debería distribuirles el Servicio Autónomo de Elaboraciones Farmacéuticas (Sefar).

Desde junio del 2017 —explica Luis Figueroa, presidente de la Asociación Civil Impulso Vital Aragua (Aciva)— el ministro de la salud no ha firmado la orden de compra para adquirir los medicamentos correspondientes al 2018 y, mientras tanto, la distribución y aplicación de los tratamientos se encuentra paralizada poniendo en riesgo a miles de pacientes con VIH.

El tratamiento antirretroviral es una combinación de medicamentos contra el VIH conocida como régimen o esquema  de tratamiento de la infección. Las personas con VIH deben mantener ese esquema de medicamentos sin interrupciones a fin de alargar sus vidas y reducir el riesgo de transmisión. 

“Sin embargo, los pacientes no están recibiendo el tratamiento desde hace 4 meses aproximadamente y en consecuencia están sentenciados a muerte”, advierte Figueroa.

El esquema de tratamiento para estos pacientes se constituye de varios medicamentos combinados, por lo que no se pueden tomar de forma separada: si la persona deja de tomar alguno de los medicamentos, se interrumpe la terapia y es necesario cambiar a otro esquema sin posibilidades de retomar alguno de los 27 existentes. En el peor de los casos, la persona puede morir en cuestión de meses.

De acuerdo con las estadísticas que maneja Aciva, de los 6000 pacientes con VIH/SIDA, al menos 4000 deben recibir antivirales. Las cifras son el resultado de la labor social que adelanta la asociación civil, aunque su presidente asegura que deben ser más las personas afectadas en la región, pero de las que no se tienen registros oficiales.

Durante el 2018, ya se han diagnosticado 500 casos —dice Figueroa— pero creemos que son más. Muchas personas se realizan los exámenes pero no retiran los resultados.

Los pacientes con VIH/SIDA en el país tampoco pueden acceder a los exámenes para evaluar su sistema inmunológico y determinar los efectos del tratamiento. Las posibilidades de realizarse exámenes de reconteo de células CD4 o de hematologías son nulas. La mayoría de los afectados son personas de escasos recursos y además de la escasez de reactivos en los hospitales, el alto costo de los mismos en centros de salud privados les resulta inaccesible.

Son muchos los afectados que han vendido todo para irse del país y buscar el tratamiento que les permita sobrevivir. Otros, la gran mayoría, piden la intervención oficial para el suministro del tratamiento. De lo contrario, solo esperan con miedo, morir.

Se estima que en Venezuela hay más de 77.000 personas con VIH/SIDA, de  los cuales unos 1800 son niños. 20 % de los afectados son mujeres y se calcula que en cada familia existen 2 o 3 personas que han contraído el VIH.

Foto: Gregoria Díaz


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