La cosecha de maíz, arroz, café y azúcar cubrió un tercio del consumo. Los productores apuntaron que los robos están impactando en los precios de los rubros.

Caracas. Al inicio del año, el presidente Nicolás Maduro indicó en una alocución que el 2017 sería “de expansión de la producción agrícola y de los alimentos”. Sin embargo, la actividad está en crisis. Lo que se cosechó en 2016 apenas cubrió un tercio de la demanda y el panorama para la producción de este ejercicio es negro por la carencia de insumos.

El presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), Antonio Pestana, aseveró que “no hay perspectivas de mejorar la recesión del sector agrícola que lleva 10 años. En 2016 no hubo suficientes semillas, fertilizantes y agroquímicos para la siembra y a 45 días del arranque de la cosecha del ciclo de invierno no hay insumos”.

Detalló que “para esta fecha en 2016 se tenían 30 % de las semillas, fertilizantes y agroquímicos. Actualmente, no hay nada. No hay rubros en acopio”. Por tal motivo, aseguró que “estamos peor que el año pasado (…) Se producirá mucho menos, no podemos hacer milagros”.

Los productores agrícolas ya manifestaron su situación al ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, pero no ha habido respuestas. Al contrario, se ponen más trabas, siendo una la venta de fertilizantes que pasó de Pequiven a Agropatria.

El pasado año el para entonces vicepresidente, Aristóbulo Isturiz, tenía reuniones semanales con los representantes del sector privado, pero desde que la Vicepresidencia está a la cabeza de Tareck El Aissami no se han efectuado más esos encuentros semanales, lo que se ejecutan son actividades por motores y otra vez se están haciendo evaluaciones de cada área.

El presidente de la Asociación de Cañicultores de Venezuela, José Ricardo Álvarez, detalló que aunque la producción de caña de azúcar subiría un poco, igual no atiende el consumo. Y en el caso de café la situación es más complicada. Dioleigdy Páez, directora de Café de Fedeagro, expresó que “si no hay fertilizantes, no habrá cafetales”.

El retroceso

La producción de rubros estratégicos del ejercicio pasado apenas atendió un tercio de las necesidades y lo que sembró equivale a cuatro meses de consumo.

De acuerdo con la información del organismo, la producción de maíz blanco fue de 497.000 toneladas, 31 % de lo que se requiere, que es 1,6 millones de toneladas. Ese 31 % alcanza para cuatro meses de consumo.

La producción de maíz amarillo llegó a 923.000 toneladas, lo que equivale a 36 % del consumo —2,5 millones de toneladas—.  Esa cantidad suple 4,5 meses.

Las cifras detallan que el pasado año, la producción de arroz fue 433.500 toneladas, y esa cantidad es 36 % de los requerimientos, por tanto, alcanza para 5,5 meses.

Con rubros como el azúcar y el café la situación es crítica. El pasado año se generaron 3,1 millones de toneladas de azúcar, con lo cual el déficit fue de 79 %, dado que el consumo es de 15 millones. Esas toneladas cubren 3 meses de demanda.

La producción de café fue 520.356 quintales, de manera que soporta 32 % del consumo —1,6 millones de quintales— y esas unidades rinden para cuatro meses.

La actividad agrícola, además, estuvo afectada por la inseguridad, debido a que se incrementaron los robos, hurtos, secuestros y extorsiones, siendo los estados más impactados: Aragua, Cojedes, Guárico, Lara y Portuguesa.

“Cada día es más peligroso sembrar y ello se refleja en los costos”, indicó Pestana, quien mencionó que, por ejemplo, el pasado año robaron 2000 transformadores que se emplean para regar agua, de modo que se cosecharon 200.000 toneladas menos de arroz y 130.000 toneladas de caña de azúcar. También fueron robados fertilizantes, agroquímicos e incluso cosechas, los rubros golpeados fueron: azúcar, maíz y café.

Esas limitaciones que enfrentan los agricultores se reflejan en los precios de productos como cebolla y tomate, que están entre 2000 y 4000 bolívares el kilo.

El presidente de Fedeagro reiteró que “los agricultores están acorralados” e instó a los militares que en lugar de intervenir, “ofrezcan protección en los campos”.

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