Alertan que 2018 podría cerrar como el año más seco en siete décadas en la región capital

La máxima cantidad de lluvia en un día fue de 48,7 mm y ocurrió el primero de julio de este año versus 108,8 mm registrados el 16 de junio de 1965, la mayor precipitación en un día. En la región capital, el acumulado promedio de lluvias en un año es de 512,6 mm y en 2018 solo ha llovido un poco más de la mitad.

Caracas. Este año no solo podría pasar a la historia como el de la peor depresión económica del país, sino también como el más seco, al menos en la región capital. En agosto solo llovió 80,5 mm en el área metropolitana, una medida que se ubica por debajo del promedio mensual de precipitaciones, que es de 113,6 mm. Hasta ese mes se registraron 258,7 mm de agua en toda la entidad, lo que es igual a decir el acumulado más seco en 69 años, según cifras del Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela.

La lectura luce contradictoria en un momento en el que tanto el sur como el occidente del país padecen por igual los embates de las lluvias. El ingeniero y especialista en hidrometeorología de la UCV, Valdemar Andrade Pereira, prevé un período de sequía agresivo en Caracas, con incendios intermitentes en las faldas de las áreas montañosas.

El suelo está muy seco y el próximo período de sequía, que comienza en noviembre, será pronunciado. Hay una alta probabilidad de que existan grandes incendios forestales entre noviembre y abril”, advierte.

Andrade asegura que van ocho meses consecutivos por debajo de la media histórica. La máxima lluvia diaria fue de 48,7 mm y ocurrió el primero de julio de este año versus 108,8 mm registrados el 16 de junio de 1965, la mayor precipitación en un día. En la región capital, el acumulado promedio de lluvias en un año es de 512, 6 mm y este año solo ha llovido un poco más de la mitad.

La región centro costera, señala el experto, registra una sequía importante que deja su mayor secuela en los embalses y reservorios de agua. Se trata de un fenómeno difícil de revertir a corto plazo y que en la práctica recrudece las políticas de racionamientos implementadas por el Gobierno desde 2014. A juicio del hidrometeorólogo, la situación será aún más drástica en 2019.

Lo que observamos es una situación anormal.  Hay una sequía en la zona centro costera del país, pero en los Andes y en el estado Bolívar hay un excedente de lluvias. Tan es así, que en agosto el Orinoco registró una subida centenaria, la más alta en los últimos 100 años: 18,06 metros sobre el nivel del mar”.

Mientras todo ello ocurre en las zonas más recónditas de Venezuela, en Caracas descuellan testimonios como los de María Maldonado, una vecina de la parroquia Santa Teresa, que dice dormir con la llave del baño abierta para despabilarse cada vez que llega el agua y recogerla en cuanto contenedor consiga: en las ollas que están por fregar, los tobos plásticos de fondos agotados y seguramente cualquier objeto cóncavo cuya función no parece otra distinta a la de ser un reservorio en la Caracas árida; como las botellas de refrescos, los calderos escamosos y los viejos utensilios domésticos.

Plantas acuáticas del Jardín botánico están el peligro por falta de agua

En otras parroquias como El Valle, La Vega y El Paraíso algunas familias suman más de un mes sin el servicio, otros se quejan por la insalubridad y los sedimentos que arrastra el líquido que se desparrama por los fregaderos y duchas.

La máxima lluvia de septiembre ocurrió este lunes, cuando cayeron 40,8 mm de precipitaciones en el valle de Caracas, lo cual se considera un evento importante al estar por encima de los 30 mm. A juzgar por las condiciones del tiempo, 2018 podría cerrar como un año de “extremo seco”.

A propósito de ello, desde el Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela exigen al Gobierno que se concluya el Embalse de Cuira, que forma parte del Sistema Tuy IV, con el que se tiene previsto aportar más de 21.000 litros de agua por segundo a la ciudad. La obra, de 84 m de altura y 240 m de longitud, se  inició en 2005, a través de la empresa brasilera Construções e Comercio Camargo Correa S.A, pero no ha sido concluida. La presa está ubicada en el Río Cuira, afluente del Río Tuy, en la parte norte del municipio Acevedo del estado Miranda.

La situación, denuncian algunos concejales del área metropolitana, afecta entre 60 % y 80 % de la ciudad y ha sido también motivo de protestas en cuanta esquina exista.  “Ya no dormimos, el agua llega entre 3:00 y 4:00 de la mañana, cuando tenemos”, cuentan quienes se quejan de la situación en las calles.

Frente a ello, el Gobierno responde a los reclamos con una política de hermetismo. Desde 2015 ni el Ministerio de Aguas ni Hidrocapital hacen públicas las cotas de los embalses que surten a la capital. Tanto La Mariposa como las presas de Ocumarito, Taguaza y el embalse Lagartijo están por debajo de su capacidad promedio. Solo la represa de Camatagua, una de las más grandes, con 7.000 hectáreas de superficie, tiene una capacidad de almacenamiento de 1.543 millones de metros cúbicos, pero la falta de mantenimiento entorpece las labores de suministro.

En Los Palos Grandes

Fotos: Julio Materano y Sebastián García Inojosa


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