Asesinan a escolta de Miss Guárico 2010 dentro de un refugio

Eliomar Chirinos, de 29 años, recibió varios tiros en la cara cuando se encontraba en su vivienda en la avenida José Ángel Lamas de San Martín. Le robaron su arma de fuego, el cargador y varios relojes.

Caracas. Desde hace más de tres años, Eliomar José Chirinos Navarro vivía con su esposa y sus dos hijas en un refugio ubicado en la avenida José Ángel Lamas de San Martín. Y precisamente ahí fue donde lo asesinaron a las 9:30 p. m. del miércoles 1° de febrero.

A esa hora llamó a la puerta del pasillo —donde estaba su cuarto— un tal Juan que preguntó por él. Su esposa, Angellith Figuera, quien no lo conocía fue a avisarle y Eliomar le respondió que ese era un “convive”. Ella se quedó tranquila y se fue a la cocina.

Pero alrededor de 15 minutos después fue a ver qué había pasado con su esposo y la sorprendió un sujeto apuntándola con un arma, mientras Juan le hacía lo mismo a él. A empujones la llevó a otra zona del refugio y a lo lejos escuchó varios disparos, habían matado a su esposo. No supo cuántos, pero sí que le dieron múltiples tiros en la cara.

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Les robaron un arma de fuego, sus cargadores y varios relojes. A las 11:00 p. m., cuando aún el cadáver estaba en el sitio, los sujetos pasaron por la parte externa del refugio y dispararon varias veces al aire, de acuerdo con el relato de la viuda.

Eliomar era exfuncionario de la Policía del estado Miranda, tenía tres años retirado. Actualmente, era escolta de Miss Guárico 2010, Andrea Vásquez, y su esposo; trabajó con ellos durante un año.

No solía hablarle de sus problemas a su esposa, por lo tanto desconoce si tenía algún inconveniente con alguien. Sin embargo, recordó que una vez le dijo: “Hay muchos mamones que están pendientes en mi pistola”.

Angellith sostuvo que el refugio donde viven es muy peligroso y normalmente son acechados por la delincuencia, generalmente por hampones del barrio Los Eucaliptos, en El Guarataro.

“Nunca pensé que pasaría por esto, que esto me pasaría a mí, que me lo fuesen a matar”, decía llorando a los parientes que la acompañaban en la morgue de Bello Monte.

Añadió que no los han reubicado en un apartamento, pues les indican que la única manera de que los saquen es que vayan a otro refugio. La víctima dejó huérfana a dos hijas, de seis y dos años.

Foto referencial: Miguel González


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