Sujetos armados dispararon al aire desde una platabanda, en el barrio Unión, y uno de los proyectiles impactó en la cabeza de un pequeño, de siete años
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. Inmediatamente después de que oyeron los tiros, en el sector La 37 del barrio Unión de Petare, subieron al cuarto donde Javier Machado, de siete años, veía televisión y lo encontraron lleno de sangre. Sin pensarlo, sus tíos lo cargaron y en lo llevaron hasta el hospital Domingo Luciani de El Llanito, en una moto.
Al llegar los médicos no le dieron esperanzas. El niño había recibido una bala perdida en la cabeza, este lunes a las 2:00 pm, y aunque le dieron los primeros auxilios falleció a las 8:00 pm.
Su tía, Francis Rengifo, contó que unos sujetos del barrio se pararon en una platabanda a disparar al aire. Cuando escucharon la plomazón subieron a verificar que el niño estuviera bien. “La bala entró por la ventana que estaba abierta. Él no gritó, no dijo nada, solo oímos los tiros”.
Francis estaba cuidando al pequeño y a su hermanito, de cinco años, junto con otro tío, pues la mamá de los niños había salido a comprar unos pasajes para Maturín, ya que pensaban viajar para allá este martes a pasar la Navidad con unos amigos.
“Uno no tiene seguridad en ningún lado ni en su casa. Esto es insólito, necesitamos que nos ayuden para que estas cosas no sigan pasando y que este crimen no quede impune”, soltó, muy seria, con pocas palabras para expresar el shock emocional que tiene toda la familia.
La señora, junto con dos allegadas más, se encargaron de los trámites en la morgue de Bello Monte para apoyar a la madre del menor, quien según describieron, está destrozada por lo sucedido.
Añadió que funcionarios policiales estuvieron la noche del lunes en la vivienda, para iniciar las averiguaciones. Colectaron la bala que entró y salió por el cráneo del niño. “Estos tiroteos son siempre por aquí, balaceras son a cada rato. ¿Quién para esto?”.
La víctima estudiaba primer grado en una escuela de Petare; era el segundo de tres hermanos. Vivía con sus padres, tíos y abuelos.
Foto: Cristian Hernández
Participa en la conversación