Según cifras oficiales, la producción ha incrementado en más de 200 %, aunque los compradores reportan que las filas en los locales son cada vez más largas.
Caracas. Más de mes y medio ha pasado desde que el gobierno de Nicolás Maduro decidiera implementar lo que llamaron el “Plan 700”, un método de supervisión llevado a cabo por diferentes entes para “incrementar la producción” y asegurar que el pan se vendiera sin ninguna irregularidad. Pero a pesar de los esfuerzos por tener más control en la distribución de alimentos, las colas para comprar pan se alargaron.
La mayoría de los compradores consultados coinciden en que no solo continúan las formaciones, sino que hicieron más largas. Comprar pan ahora es “más burocrático”, según Marina Gutiérrez, una ama de casa que esperaba su turno detrás de al menos 50 personas para comprar los 10 panes franceses permitidos en una panadería de la avenida Universidad.
En la entrada de la panadería se encuentra una fiscal que lleva el control de la cola y decide cuántas personas ingresan para adquirir el producto. “A juro debes hacer la cola para entrar, no importa si te quieres tomar un cafecito y ya. En ocasiones cuando hay mucha gente formada les dice que pasen en una hora porque ya no hay más pan, según ella, todo un proceso por unos cuantos pancitos“, relató la ama de casa.
El caso más famoso fue el de la panadería Mansion’s Bakery que luego de ser tomado por un colectivo de la parroquia Altagracia y haber cambiado de nombre a “La Minka” dejó de producir pan para el público. Aunque aseguran que la producción se duplicó, todo el pan va dirigido a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) de la zona “para ser distribuido” posteriormente a los vecinos.
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Según el encargado, José Enrique Solórzano, la producción incrementó al igual que las condiciones del establecimiento. Aseveró que se están produciendo entre 5800 a 6000 panes diarios, equivalentes a 15 sacos.
Un vecino de la parroquia —que prefirió no ser identificado— sostuvo que, si bien en efecto se está produciendo pan; porque él ve cuando lo sacan del local; no está en venta.
Al principio les preguntaba si lo estaban vendiendo, haciéndome el loco, porque ya los vecinos me habían dicho que no estaba para el público. Me respondían que tenía que ponerme en contacto con el Clap, y aunque yo recibo la caja periódicamente, hasta ahora no me ha llegado ningún pan, creo yo que debería ser diario“.
El sector panadero señala que el culpable del descenso en la producción es la insuficiencia de materia prima, aunado a un incremento del consumo de pan, producto de que cada vez más hogares lo usan como sustituto de otros alimentos escasos o difíciles de comprar.
Para reactivar este sector es necesario, según el presidente de Fetraharina, que ingresen al país 120.000 toneladas de trigo panadero a fin de poder cubrir la demanda con total normalidad.
Contrario a la percepción de los compradores, según información suministrada por William Contreras, Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, hubo un incremento del 272 % de la producción y distribución del pan desde que inició el “Plan 700”.
Fotografía referencial: Francisco Bruzco.
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