En varias avenidas de la ciudad gran parte de los comercios no abrieron. En los supermercados hubo largas filas para pagar por la lentitud con los puntos de venta. El tema de conversación en las colas y el transporte no era el costo de los productos, sino los anuncios realizados por el primer mandatario.

Caracas. —Vamos a ganar 180 millones.

—¿Cómo?

—Con el petro.

—Es una desgracia.

La conversación ocurre en la avenida Victoria, al sur de Caracas, en medio de un local cuya santamaría estaba a medias. Los vecinos al verse parecían competir por quién escupiría primero la frase: ¿Qué te pareció lo de Maduro anoche? No saben qué responder a la pregunta. Son las 11:00 a. m., 16 horas después del lanzamiento del nuevo repertorio económico de Nicolás Maduro, que implicó devaluación, aumento de los tributos y aumento del salario mínimo en más de 3000 %. 

Se sientan y se ponen a discutir la división del petro: un petro, medio petro, un sexto de petro. En cada metro de la avenida, la duda pareciera recoger todo a su paso. Salarios y precios, el petro y el dólar, la gasolina, la reconversión monetaria, la reforma fiscal y déficit cero, es el nuevo transeúnte en el país.

El desconcierto camina por una avenida que más allá de llamarse Victoria, muestra la derrota. Una mujer se baja del carro, no lo apaga, tampoco toma su billetera. Apenas se asoma para preguntar en una manicería si el punto está pasando. “¿Qué banco es?”, le responden. No tuvo suerte.

Los carritos de supermercado también salieron a andar. Entre las opciones para comprar en la avenida —chinos, abastos, carnicerías, el local del portugués— el supermercado era la única opción. Al entrar, aquello parecía una orquesta, pero sin director. Unos conocían el paquetazo económico completo, otros ensayaban algunas frases intentando explicarle a la persona que tenían al lado. Estaban quienes simplemente hicieron lectura a primera vista.

—¿Pero de dónde van a sacar para pagar el diferencial de las nóminas?

—Nadie va a abrir el martes.

—Ordenó congelar los precios.

—¡Quién sabe qué va a pasar! Ay, Dios bendito.

Las voces se entremezclan en los cuatro pasillos del supermercado, las largas filas para pagar fue el espacio para darse ánimo entre desconocidos, para hacerle saber al otro lo mal que estará en los próximos días, para concluir quesolo Dios sabe. Las colas eran por la lentitud de los puntos de ventas, pues este fin de semana los bancos están haciendo las adecuaciones a los sistemas por la reconversión que arranca el 20 de agosto.

La desolación y el desconcierto se repitió en otras zonas de Caracas, donde hubo establecimientos cerrados salvo abastos, supermercados y panaderías que tenían en común: colas para pagar.

En el transporte público, los ciudadanos comentaban que el incremento salarial disparará los precios y hasta proyectaban que ya el martes lo más seguro es que el cartón de huevos, que hoy día está entre 7 y 8 millones de bolívares, según el local, llegue a los 15 millones de bolívares. En 12 meses la inflación fue 82,766 %, calculó la Asamblea Nacional.

Nicolás Maduro durante la noche del viernes, en cadena nacional, anunció el nuevo ritmo que regirá al país en materia económica: El salario mínimo lo elevó en 3500 % al pasar de 5,19 millones de bolívares —50 bolívares soberanos— a 180 millones de bolívares —1800 bolívares soberanos— equivalente a medio petro (un petro son 3600 bolívares soberanos, correspondiente a un barril de petróleo, calculado en 60 dólares). El Estado también asumirá el diferencial de las nóminas que tendrán que erogar las pequeñas y medianas empresas.

—Uno no puede caer en depresión, porque ni hay las pastillas ni las vamos a poder comprar.

—Pero si lo que viene es un cierre de empresas. Bajarán la Santamaría y chao. En un mes ya no quedará nada aquí.

—Lo que viene, Dios bendito.

—Esta gente es maquiavélica con eso del petro.

—¿Pero cómo es eso?

Se quedan de brazos cruzados, indignados, confundidos. Del otro lado una señora mayor intenta entender el monto del paquete de pan que tiene en las manos. “Uno, dos, tres, cuatro, cinco…”, cuenta cada dígito. Ve el papel que sostiene y donde aparece el monto disponible en su cuenta. Intenta comparar ambas cifras. “¿Pero esto me alcanza?”, pregunta. Su dilema: el paso de bolívares fuertes a soberanos.

Afinar las líneas económicas de Maduro a partir del lunes 20 de agosto no será un ensayo fácil. Ya la improvisación aturde y todavía falta el nuevo sistema de venta de gasolina.

Los ciudadanos perciben el caos que se avecina. En medio de una hiperinflación y quinto año de recesión económica, el Gobierno aplica un “plan” desordenado que profundiza los desequilibrios. Junto con el aumento del salario, el anclaje del bolívar al petro implicó una devaluación del tipo de cambio de 96 %, por lo que economistas dicen que el bolívar soberano ya está pulverizado, y agregan que la aceleración de los precios seguirá. El Fondo Monetario Internacional proyecta inflación de 1.000.000 %.

Fotos: Carmen Victoria Inojosa


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