La abstención es el plomo en el ala de la candidatura de Henri Falcón

Los analistas Félix Seijas, Saúl Cabrera y Luis Vicente León coincidieron en que la división de los votantes opositores dificulta las opciones del aspirante presidencial.

Caracas. Félix Seijas, Saúl Cabrera y Luis Vicente León, directores de las encuestadoras Delphos, Consultores 21 y Datanálisis, respectivamente, coincidieron en que los opositores son reacios a votar, lo que constituye la mayor debilidad de la candidatura presidencial de Henri Falcón, quien requiere de una victoria contundente, para superar obstáculos como el ventajismo electoral y las “trampas” que se suelen denunciar en las elecciones en Venezuela. “Es difícil pasarle ese suiche a la gente que tiene una gran desconfianza en el CNE”, indicó Cabrera.

Los tres analistas participaron en el foro “El embargo viene ¿cómo sobrevivir?”, organizado por Ecoanalítica, y señalaron que quienes se oponen a Maduro son una clara mayoría electoral que oscila entre el 50 % y 60 %, pero que mientras más de 90 % del chavismo indica que votará, la abstención se extiende en las divididas filas opositoras.

Seijas aseveró que alrededor de 60 % de los opositores manifiestan que no irán a votar, un número similar al de los comicios municipales de diciembre pasado, en los que el Gobierno ganó en más de 300 de las 335 alcaldías en disputa. La estrategia es promover la abstención opositora, frustrar al elector, golpear la unidad y promover la abstención mecánica. Poner trabas para que la gente no vote.

Cabrera indicó que actualmente 60 % de los electores muestra disposición a votar, una cifra menor a la de otros comicios presidenciales, que le permitiría a Maduro imponerse a través de mecanismos como el carné de la patria —que está en manos de 7 de cada 10 venezolanos— las bolsas de comida, y las irregularidades en los centros de votación, que se prevé aumenten sin la presencia del equipo de testigos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Explicó que, dentro del total del 40 % que señala que no va a votar, 72 % indica que si cambiara de opinión votaría por el aspirante de la oposición y solo un 3 % por Maduro. “En la medida que se pudiera lograr que ese 40 % se pudiera movilizar la oposición sacaría muchos votos, lo difícil es que eso se dé”.

Tanto Cabrera como Seijas indicaron que la ventaja que dan algunas encuestadoras a Falcón —inferior a 10 %— no garantizan su triunfo pues para que este pueda asegurar la victoria la diferencia debe ser mucho mayor. Seijas puso como ejemplo el caso de las elecciones regionales, donde los sondeos de opinión pronosticaron que la MUD obtendría la mayoría de las gobernaciones y fue el Gobierno el que logró hacerse con 18 de las 23. “Si tienes un 55 % a 45 %, esa ventaja, con la abstención y el aparataje electoral, lo reducen a un 49 % a 51 % y ahí te hacen una trampa en algunas mesas, como en el caso de Bolívar, y perdiste”.

El director de Delphos explicó que la poca disposición a votar o movilizarse de los opositores no solo es atribuible al Gobierno y el Consejo Nacional Electoral (CNE). Señaló que también hay una pérdida de credibilidad en el liderazgo de la oposición, luego de eventos como las protestas del año pasado y las elecciones regionales. “Cada batalla la oposición lo ponía como un todo o nada y si no ganas la sensación es que no tienes nada”. Añadió que la abstención del lado opositor se potencia con las migraciones, que según estudios de Delphos superan los 2 millones de personas.

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Ambos expertos coincidieron en que el principal objetivo del Gobierno es intentar ganar legitimidad a escala internacional para que disminuyan las sanciones contra funcionarios venezolanos. “Al Gobierno le interesa que haya un candidato para que se legitime pero no que ese candidato aglutine a esa mayoría social”, señaló Cabrera.

Luis Vicente León indicó que 91 % de la población siente que el país está “mal o muy mal” pero que enfrenta esto a través de “sentimientos pasivos” como la tristeza, la frustración, la preocupación, el miedo, la angustia, la incertidumbre, entre otros. Señaló que 34,7 % de la población dice que ha pensado irse del país, una cifra que solo alcanzaba a 9 % hace 20 años. “El deporte nacional ya no es el béisbol sino el cross country”.

Indicó que, a pesar de la situación económica, la popularidad de Maduro sigue oscilando entre 20 y 25 %. Maduro es el segundo presidente más popular que enfrenta una elección en América Latina en 2018. Uno no deja de sorprenderse de que, en la magnitud de la crisis que vive el país, pase esto. Es una tema insólito y que nos debe llamar a reflexión.

Aseveró que, en 12 meses, el respaldo a los líderes de la oposición cayó de 60 % a 38 % y que el Gobierno se mantiene estable. Auguró que Maduro buscará “radicalizar la revolución” con el aumento a la represión y mayores limitaciones a las libertades. Solo hay dos instituciones que tiene respaldo de la gente: el sector privado de 55 % y la Iglesia con 62 %. Es divertido que el país del socialismo extremo solo confía en el sector privado y en la Iglesia.

Consideró que la única “amenaza creíble” contra el Gobierno son las sanciones internacionales que, a su juicio, pueden generar una implosión dentro del chavismo. El dilema es consolidarse, con elecciones cuestionadas por el mundo, como una autocracia, contra la posibilidad de separarse y construir una especie de peronismo que podría ser exitoso políticamente y electoralmente.

Mencionó los que considera los dos escenarios más probables: Maduro es reelecto sin legitimidad o con esta comprometida. No importa cuántos votos saque Falcón la probabilidad de que Maduro se legitime es muy baja. El otro es el de una sorpresa. La votación de Falcón es muy grande, hay una implosión en el chavismo y eso lleva a una negociación. La probabilidad de que Falcón se retire es baja, gana si gana y gana si pierde, desde el punto de vista de liderazgo, porque esto no se acaba con esta elección.

Foto referencial: Francisco Bruzco


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