La educación primaria retrocede a pasos de vencedores

La matrícula oficial bajó 144.242 con respecto a 2014 y 796.289 si se compara el número de inscritos en el sistema para 2005.

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. El sector educativo comenzó 2016 declarándose en emergencia, no solo por los bajos salarios, sino por la mala infraestructura, las pocas oportunidades de avance profesional, la imposibilidad de comprar viviendas, por la inseguridad dentro de las aulas y por un puñado de demandas más.

A finales de febrero fue cuando el Ejecutivo nacional firmó con 17 organizaciones sindicales de escala nacional y regional (que agrupan a 700.000 maestros) el VIII Convenio de Contratación Colectiva, que establece un aumento de 55% en el salario en marzo, 17% en junio y otro incremento de 10% para septiembre.

El beneficio salarial base de un docente I, con 36 horas académicas a partir de este mes será de 17.337,44 bolívares, desde junio 19.938,05 bolívares y para octubre 22.928,75. Además que se les aumentó el HCM a 100.000 bolívares con una cobertura especial de otros 100.000 bolívares y servicio funerario por ese mismo monto.

La Convención, entre sus 200 artículos, dice además que se cobrarán 105 días de vacaciones (antes eran 75 días) y un bono navideño de 9.000 bolívares. Mientras que las primas de años de servicio aumentaron a 120 bolívares y las de transporte a 1.700 bolívares.

Cuentas sin memoria

Pero más allá de la visión salarial y echando un ojo a la rendición de cuentas del Ministerio de Educación, el gremio aún no está contento.

El sistema educativo sufre un estancamiento depresivo, según el profesor Luis Bravo, investigador de Memoria Educativa Venezolana.

Empezando por el financiamiento del sector que muestra una severa distorsión. Bravo dice que cuando se calculan las asignaciones,  no sobre el gasto del año anterior,  sino por “montos caprichosos y deficitarios que obligan al crédito adicional de sobrevivencia, no hay posibilidad alguna para la inversión autónoma”:

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Tampoco ha habido una marcada variación en el incremento de la matrícula en el ámbito oficial.

En total dice la Memoria y Cuenta que para el cierre de 2015 estaban matriculados 5,93 millones de venezolanos, (sin contar las misiones y la Educación Superior).

Pero también refleja que para 2015 la cifra fue de 6,07 millones. Es decir que registró un descenso de 144.242; y si se calcula la regresión en 10 años (nos ubicamos en 2005) tenemos que hay unan diferencia de 796.289 menos.

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Por ello, Bravo habla de un estancamiento depresivo. “Pero donde más se ve la afectación es en el ámbito de la primaria, donde se muestra un franco retroceso debido al agotamiento de la  iniciativa protagonizada por el Gobierno central”.

En este campo primer grado es el que más presenta retroceso en la matrícula, lo que incide luego en la culminación de este ciclo.

Otro dato destacado por el investigador es el hecho de que la educación privada tiene crecimientos históricos en casi todos sus niveles. Todo indica  que el Gobierno Educativo  marcha a contracorriente de lo establecido en el 103 y 109 de la Constitución del año 1999”.

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Foto: Cheché Díaz


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