En su intento de llegar hasta la sede del Ministerio de Salud, en el centro de Caracas, la movilización de los médicos fue dispersada con bombas lacrimógenas, perdigones, balines de goma, nueve ballenas, y un sinfín de milicianos.

Por su parte, las protestas en Ciudad Guayana trajeron consigo más represión de la mano de la Guardia Nacional Bolivariana.

Caracas. La protesta “por la vida y la salud” encabezada por médicos, enfermeros, estudiantes de Medicina y hasta pacientes con enfermedades terminales y crónicas, fue reprimida de manera atroz en la autopista Francisco Fajardo a la altura de Chacaíto, por un imponente pelotón de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) custodiado por nueve ballenas, tres rinocerontes y numerosos motorizados que les impidieron continuar con su andar.

A las 12:00 m. bajo un sol inclemente, varios médicos de distintas especialidades y edades y otro grupo de estudiantes de medicina, en su mayoría de la escuela Luis Razetti de la Universidad Central de Venezuela (UCV), fueron quienes iniciaron la caminata. Conforme iban avanzando, se sumaban más personas que no eran profesionales en ningún área de la salud, sin embargo, marcharon hasta donde los cuerpos de seguridad los dejaron.

La concentración de la marcha de los médicos fue en Parque Cristal.

Hombres y mujeres con batas blancas iban adelante en una fila que se extendía de un extremo a otro en la avenida Francisco Miranda. Detrás de esta línea, la cantidad de gente que marchó este lunes para exigir su derecho a la salud cubría gran cantidad de cuadras de esa arteria vial. Pero quienes caminaban a un paso más lento eran pacientes trasplantados, con parkinson, y hasta en sillas de ruedas. Eran hombres y mujeres entre los que algunos acumulan hasta cuatro meses sin cumplir su tratamiento porque en el país no encuentran las medicinas que les recetan.

Yo dudo que nos dejen llegar hasta el Ministerio de Salud, sin embargo estoy aquí para hacer presencia, para denunciar la grave crisis que vivimos todas las personas que nos enfermamos y aquellos que, como yo, necesitamos un tratamiento de por vida, dijo Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida), y quien además es trasplantado renal.

La movilización de las batas blancas tomó la avenida Francisco Miranda por varias cuadras.

Aunque muchos de los marchantes llevaban meses sin tomar sus medicamentos y por sus enfermedades sus cuerpos quizá no resistirían ese maratón, no hubo nada que les impidiera llegar hasta Chacaíto, donde los esperaban dos tanquetas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) con innumerables funcionarios equipados con escudos, cascos, y cámaras antigases. Policías preparados para enfrentarse a una marcha en donde la mayoría solo portaba batas blancas, pancartas y tapabocas.

Aunque era una “marcha por la salud”, desde Parque Cristal y en varios puntos, se unieron jóvenes con capuchas, escudos de madera, cascos tricolor, guantes, canilleras y otro tipo de equipos para enfrentar las arremetidas, que en otras manifestaciones han ejecutado la GNB y PNB.

Aunque era la marcha de los médicos y pacientes, al frente iban muchos jóvenes con capuchas y escudos de madera.

José Manuela Olivares y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, intentaron mediar con los policías, pero la acción fue en vano. De ninguna manera los funcionarios abrieron paso a la marcha. Hasta el frente de una de las tanquetas con sus paredes desplegadas llegó la mujer en silla de ruedas a la que en “la marcha contra represión” el pasado jueves 18 de mayo un militar le lanzó bombas lacrimógenas para que despejara la autopista.

Al ver que no tenían paso por ningún lado y que los policías estacionaban una ballena cerca de la gente, los médicos tomaron una decisión: bajar hasta la autopista Francisco Fajardo y tomar por esa vía, en la que han sido reprimidas todas las manifestaciones y marchas en estos 52 días de protestas.

Algunos manifestantes se colocaron batas blancas y lanzaron piedras a los guardias.

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Cada vez eran menos los manifestantes, pero al frente se mantenían un grupo de al menos 30 doctores. En el horizonte se veía una caravana de motos que trasladaban militares cargados con la indumentaria utilizada para reprimir, la cual no dudaron en usar.

A los milicianos no les importó que al frente de la manifestación solo estuvieran hombres y mujeres con batas blancas cuya única especialidad fuera —y es— salvar vidas. Junto con funcionarios de la PNB, los uniformados emboscaron a los manifestantes en varias calles aledañas a la autopista, mientras la GNB avanzaba lanzando bombas y perdigones por doquier.

Muchos retrocedieron, pero el grupo de médicos se mantuvo al frente. Estuvieron a menos de 40 metros de la represión. Los militares no abrieron fuego en su contra, entonces un doctor avanzó hacia la ballena y, luego de intercambiar unas palabras y estrechar en brazos a uno de los guardias, la tanqueta que disparaba agua a presión apuntó a la cabeza del médico hasta que lo tumbó por el asfalto. En la acción también fue afectada una fotógrafa.

A las 7:20 p. m., el alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, informó a través de su cuenta en Twitter que en las sedes de Salud Chacao atendieron 28 heridos, de los cuales 21 ingresaron por traumatismos, 5 por asfixia, 1 por perdigones y 1 por convulsiones por gases.

Capriles indicó que desde la Mesa de la Unidad Democrática convocarán a otra “gran movilización” para el próximo miércoles.

Ciudad Guayana: entre represión y detenciones

Guayana. El que dio la primera clarinada de que el día iba a ser agitado fue el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez: temprano, informó que la semana comenzaba con la noticia de que un grupo del “oposicionismo” había quemado 53 autobuses de la empresa Transbolívar. Por cierto, en un estacionamiento con medidas de seguridad estrictas.

Las suspicacias se multiplicaron —muchos hablaron de que lo quemado era chatarra. Pero incendiado comenzó el lunes. Ya a las 7:00 de la mañana, vecinos de la urbanización Yara Yara —oeste de Puerto Ordaz— denunciaron que la Guardia Nacional estaba reprimiendo con bombas lacrimógenas para detener las protestas. Allí, tanto en ese sector como en otro contiguo, Isla Dorada, la protesta se extendió todo el día. Un periodista de Correo del Caroní, Germán Dam, fue detenido por la Guardia y liberado tres horas después.

Mientras tanto, academia

Horas más tarde, los médicos y los profesores universitarios se manifestaron en la calle. Los primeros, con la “Marcha de las batas blancas”, exigieron la apertura del canal humanitario. Los segundos, con la “Marcha de las togas”, explicaron los porqués de la fraudulencia de la Constituyente. Al final, ambos grupos confluyeron en el Palacio de Justicia.

Precisamente, la sede de los tribunales fue noticia tanto en ese momento como más tarde, pues el estudiante Jonathan Pérez, detenido la semana pasada durante una protesta y quien debía ser puesto en libertad desde el viernes, continuará detenido a pesar de que ya tenía los fiadores que necesita para ser liberado. Un grupo de estudiantes se mantuvo en la sede para exigir justicia. Tuvo más el día: en la tarde se conoció que seis personas fueron detenidas durante las protestas de la avenida Atlántico. Todo pasó en menos de 24 horas.

El diputado Olivares tuvo que salir en hombros de la manifestación por un impacto de un objeto en su pierna.
En Chacaíto los doctores rayaron las paredes del piquete de la PNB.
La marcha de la oposición no llegó al ministerio, pero la del oficialismo sí.
Capriles estaba en la marcha de los médicos

Fotos: Francisco Bruzco


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