Recomiendan medicamentos genéricos, los más parecidos que hay en el mercado. Aseguran que es una situación angustiante que genera más visitas de las normales a los consultorios.
Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento
Caracas. “El genérico, el más parecido, el que tiene por lo menos uno de los principios activos”, esas palabras se volvieron lugares comunes en las bocas de los médicos venezolanos, ante las insistentes llamadas y visitas de los pacientes que no consiguen las medicinas recetadas.
Los pacientes con patologías crónicas son los que más sufren por la escasez de medicinas e insumos. Los especialistas para garantizarles o para mantenerlos sanos les prescriben tres o cuatro recetas, para tratar de no interrumpir los tratamientos.
A los enfermos con problemas cardiológicos la cosa se puso color hormiga, pues aunque recorran 15 farmacias no encuentran ninguna clase de antihipertensivos.
Y si se trata de pacientes pediátricos es más difícil aún. “Controlar una diarrea no es fácil en estos momentos. Nosotros recetamos y recomendamos lo que más o menos puede conseguirse en las farmacias. Pero la gente siempre regresa a la consulta desesperada diciendo que consiguen el producto. Y es lamentable porque se pone en riesgo la salud de un pequeño”, afirmó el doctor Manuel Parra, jefe del Servicio de Pedriatría del hospital Jesús Yerena de Lídice.
Agregó que cuando no se consiguen los medicamentos y se agotaron las vías normales, recurren a viejas técnicas. “Les damos recomendaciones alimenticias y de cómo mantener una buena higiene en casa. Eso retarda el proceso de sanación”.
Huniídes Urbina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y quien fue en director y Jefe de Urgencias del hospital J. M de Los Ríos hasta julio de 2014, aseguró que las madres no la tienen fácil, pero ellos tampoco.
“Un médico debe proveerles la atención primaria, pero ahora ni eso podemos, pues los familiares tiene que buscar hasta un suero por todos lados. Uno receta y les da todas las opciones posibles, porque se trata de infantes. Esta es una crisis que vemos pica y se extiende. ¿Cómo le decimos a una embarazada que tome ácido fólico si no hay ni en genéricos?”.
Explicó que los galenos buscan entre la gama de fármacos, pero en los casos de recién nacidos cuando la mamá no puede amamantarlo. ¿Qué le decimos si no hay fórmulas maternas? No solo es que trabajamos con las uñas con los medicamentos, es con todo pues en el área de pediatría no hay ni vacunas y eso no lo podemos sustituir con otros componentes”, agregó Urbina.
Tan grave está la situación, dijo, que la primera semana de febrero la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría envió un comunicado al Ministerio de Salud; la Defensoría del Pueblo y al Consejo de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de la Alcaldía de Caracas, urgiéndoles a buscar soluciones, al tiempo que solicitaron una reunión conjunta con las sociedades científicas.
Todas las alternativas posibles
El psiquiatra Jesús Córdova, de la Clínica El Cedral, contó que hacen maromas para garantizar la salud en el servicio privado.
“Entre la gama de medicamentos buscamos, dentro de lo posible, cualquier sustitución. Hacemos cambios lo más apegado al tratamiento. Muchas veces no es el fármaco con el mismo principio activo, pero quizás tiene un componente y lo recetamos. No nos queda otra alternativa. Yo creo que esta crisis es temporal, ojalá sea así”, detalló Córdova.
Resaltó que en su especialidad siempre hay fármacos sustitutos y que no están tan afectados como otras patologías, pero igual los pacientes se quejan porque tienen que recorrer muchas farmacias.
Dijo que el medicamento más demandado es la benzodiacepina, que es un sedante. “Tal vez es difícil conseguirlo y eso aumenta las crisis de ansiedad y, en consecuencia, sube el número de las consultas. Ahora viene más gente con cuadros de estrés generada por la escasez. Pero a mí toca ayudar al paciente, así tenga que cambiar cinco veces el tratamiento, lo haré. Por los momentos no me queda otra opción”, sentenció.
Agregó que los médicos son parte de solución y no del problema de la ausencia de medicamentos y fármacos.
Foto referencial: Cheché Díaz
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