Los trabajadores de la salud del hospital Vargas están faltando a sus puestos de trabajo porque el sueldo no les alcanza para pagar pasajes. A la escasez de insumos y medicamentos se suma el hecho de que los arropó la pobreza.

Caracas. Las enfermeras del hospital José María Vargas, ubicado en la parroquia Altagracia, denunciaron el éxodo masivo de trabajadores. En estos últimos meses se han ido cerca de 300 profesionales de este puesto asistencial.

Y en el ámbito nacional, dijo Ana Rosario, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, cerca de 3000 se han ido a otros países buscando mejorar sus condiciones de vida.

Con el salario actual, de 1,3 millones de bolívares, no podemos cubrir nuestras necesidades de alimentación, no podemos pagar la educación, no podemos pagar pasaje y mucho menos comprar los uniformes que nos exigen, dijo Rosario la mañana de este miércoles en medio de una concentración hecha por las enfermeras y enfermeros para demandar mejores salarios.

EN ROJO 

Nubia Cárdenas, enfermera, dijo que la norma indica que una enfermera debe atender a cuatro pacientes máximo y que en el Vargas pasan del límite: más de 17 enfermos pueden ser atendidos por una sola.

Sacaron pancartas donde la máxima era: aumento ya. Esta vez la escasez de insumos y medicamentos que existe en ese puesto asistencial no quedó en segundo plano, sino que los trabajadores dijeron que ellos necesitan comer para poder trabajar.

El gremio de Enfermería se incorpora a la jornada de protesta que en el ámbito nacional se realiza. Ciertamente, estamos solicitando la dotación inmediata de insumos y medicamentos, pero nos hartamos de ver morir a los pacientes y no ejercer acciones. Estamos cansados de que nuestra práctica atente contra la vida de los pacientes, porque no tenemos nada para atenderlos. Los profesionales también estamos en extrema pobreza. No cobramos el último aumento salarial. Tenemos unos sueldos paupérrimos y no podemos adquirir la canasta básica, indicó Contreras.

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La fuga de talento se ha hecho más intensa en los últimos meses. Nuestras compañeras se van, prefieren estar en sus casas que en un hospital, donde además son víctimas de la agresión de los gerentes de salud. O se van para países como Colombia donde el salario mínimo son 800.000 pesos, 270 dólares, pues aquí no llega ni a los dos dólares. Aquí hay una crisis generalizada que atenta contra la vida de las personas. Nos hemos enterado de que están llenando esos puestos con otros trabajadores, los están poniendo a pasar tratamientos y eso es una barbarie.

Por todo lo anterior, este miércoles el gremio se declaró en asamblea permanente. Le decimos al señor presidente y al ministro de Salud, Luis López, que se prepare para un día sin personal de Enfermería. Agradezcan que aún estamos asistiendo a nuestros puestos de trabajo en momentos cuando ni siquiera no podemos pagar pasajes.

Foto y videos: Mabel Sarmiento Garmendia


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