Prestadores de servicios se las ven feas por el racionamiento de agua

El plan de racionamiento de agua que se reforzó hace dos semanas no solo afecta a las zonas residenciales. También perjudica directamente a las peluquerías, lavanderías y autolavados.

Charlie Barrera / @charliegiuliano

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. “Cuando se va el agua por dos o tres días, aunque tenemos un tanque no nos alcanza, tenemos que comprar botellones de agua -de 18 litros- en Bs. 400 cada uno, para poder ofrecerle el servicio a nuestros clientes”, comentó Yenilorens Rosales encargada de una peluquería en la avenida Principal de Maripérez, en donde el servicio es intermitente. Algunos habitantes de la zona dijeron que no saben con seguridad cuándo se va o llega.

Rosales está al frente de una peluquería que atiende un promedio de ocho clientes por día, en donde la mayoría de son mujeres. “Cuando tengo que comprar los botellones, son tres o cuatro. Me genera pérdida en el negocio pero tengo que resolver para lavar los cabellos”, enfatizó.

Hace dos semanas Hidrocapital anunció un nuevo plan de racionamiento. En algunos sectores del municipio Libertador hay zonas que pasarán hasta cuatro días con los grifos secos. Pero esto no afecta las zonas residenciales. También el sector servicio se las feo ve con los cortes. Peluquerías, lavanderías y lava autos están entre los comercios afectados.

Peluqueria / 09 de marzo de 2016 / Angeliana Escalona / CronicaUno
Algunas peluquerías no ofrecen el servicio de “lavado” porque son parte del racionamiento de agua.

Incluso hay zonas como en La Dolorita, en Petare, en donde se han originado protestas por la fuerte sequía que incluso se extiende a hospitales y colegios.

Otra encargada de un centro de belleza en Bellas Artes contó que se les va el agua dos veces por semana, por lo que le dicen a sus clientas que vengan ya con su cabello lavado.

También las lavanderías están subsistiendo. En un recorrido realizado por el equipo de Cronica.Uno por varios establecimientos ubicados en el municipio Libertador, constató la cruda realidad que enfrentan y cómo hacen para ofrecer su servicio afectando lo menos posible a sus clientes.

Lavanderia / 09 de marzo de 2016 / Angeliana Escalona / CronicaUno
Las lavanderías que no tienen tanque de agua, optan por bajar sus santamarías, mientras llega el agua.

“Simple. Cuando no hay agua pues cerramos el negocio. Aquí trabajamos con la que entra de la tubería de la calle y si no entra pues no podemos trabajar. Tampoco contamos con un tanque porque debería ser grande y no tenemos espacio”, aseveró la dueña de una lavandería, que no quiso revelar su nombre.

En su negocio tiene seis lavadoras, y dijo que los sábados se la quitan y precisamente ese día es cuando va más gente a lavar. “En la semana las personas no tienen tiempo, están trabajando y haciendo cola para comprar comida. Vienen los sábados y ahora estamos cerrando más temprano. A veces no tenemos ni jabón”.

“Tienen que traer su detergente. Aquí antes teníamos, pero con la situación dejamos de venderlo”, aseguró.

Autolavados en tiempos de sequía / Cheché Diaz - Crónica Uno
Los autolavados han tenido que reducir el gasto de agua para ahorrar el líquido.

Mientras sacaba una ropa de la secadora y la doblaba, otra trabajadora comentó que cuando les racionan pagan un camión cisterna. “Así no nos vemos en la necesidad de cerrar la lavandería”.

De todas las lavanderías que visitó Cronica.Uno por Saban Grande ninguna tenía productos para limpiar la ropa.

Lavanderia / 09 de marzo de 2016 / Angeliana Escalona / CronicaUno
Llaman a camiones cisterna para abastecerse cuando no entra agua de la calle.

No menos fácil la tienen los autolavados. Cada vez tienen menos clientes por el costo del servicio: El más barato Bs. 400. Pero ahora la trampa se la pone la falta de agua. “Muchos han cerrado y otros, como es mi caso, no atendemos cuando hay cortes. De hecho la gente antes de entrar la patio pregunta sí hay agua. Pero ya vez estamos casi vacíos, hay una merma muy alta en la actividad”, comentó Marlene Loaiza de un local ubicado en Puente Hierro.

Mientras el señor  Mauricio Gascue prefirió adaptarse al plan de una. “Antes de que vengan a decirme que racione, lo estoy haciendo tres veces a la semana. Tengo tanques y con ellos trabajo cuando no entra agua de la calle. Uno tiene que ser consciente. Ahora lo otro que nos ahoga es que si antes limpiábamos 40 carros ahora llegamos a 15. La situación no es fácil. Nunca antes la sequía nos había afectado como lo está haciendo en estos momentos”, comentó.

Fotos: Angeliana Escalona/Chéché Díaz


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