Los vecinos del sector aseguran que nadie respeta el semáforo. Cerca del lugar hay una escuela y, por ende, suele ser transitado por niños.
Caracas. La avenida Sucre inicia justo frente al Palacio de Miraflores. En el espacio circundante al palacio presidencial hay guardias nacionales, aceras limpias, excelente señalización de las vías, pavimento liso y reductores de velocidad. Todo en perfecto estado, pero esta vista solo se mantiene en las dos cuadras que cubre la mencionada edificación. Vecinos que residen en los edificios que colindan con el barrio Inmaculada Concepción y también los habitantes de este sector dicen que les da más miedo cruzar la calle que la inseguridad.
“En lo que va de año he visto más o menos 15 arrollamientos para cruzar esta calle”, relató Norelkys Marrero, habitante del edificio Mariscal Sucre. Frente a esa residencia hay un semáforo y un rayado. Entre las dos vías de las avenida Sucre hay una isla que los motorizados también usan para maniobrar y pasar de un canal a otros sin que nadie les diga nada.
Los carros, autobuses, metrobús y los infaltables motorizados son los responsables de que en este tramo de la avenida más popular del oeste de Caracas mueran tantas personas atropelladas, incluso cuando hay un semáforo para controlar el tránsito vehicular en la zona.
“Hace dos semanas fue arrollada una abuelita. Ya iba llegando a la acera y un motorizado se la llevó por el medio y ella quedó ahí tendida”, explicó Marrero desde la planta baja del edificio Mariscal Sucre.
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Por el lugar transitan muchas motos dado que la acera está repleta de talleres que arreglan estos vehículos y otros que venden solo repuestos. Desde las 9:00 a. m. hasta entrada la tarde, el que circule por ahí verá la gran cantidad de motocicletas estacionadas ante estos locales e incluso los peatones tienen que zigzaguear entre ellas ya que la mayoría de los talleres cumplen su servicio de reparación en la calle.
De acuerdo con varios vecinos, son muy pocos los incidentes que sucedieron de noche, la mayoría de las veces que han atropellado a personas al momento de cruzar la calle ocurrió a plena luz del día.
“Es un peligro, porque por aquí hay niños que viven en el barrio Inmaculada Concepción y van a su escuela en Pagüita y corren riesgo al cruzar esa calle. Los que menos cumplen las normas son los motorizados”, aseveró otra habitante que prefirió no revelar su identidad.
Además de mirar a los dos lados antes de cruzar a la otra acera y andar con cuatro ojos por el lugar, comentan los ciudadanos que de noche es una boca de lobo. Las únicas luces que quiebran la penumbra son las de los carros cuando pasan, de resto, el alumbrado público es pésimo.
“Ya hemos puesto la denuncia en Corpoelec y nada. Seguimos en la misma. Pero la calle al frente de Miraflores siempre tiene luz, ahí nunca se funde un bombillo”, relataron.
Foto referencial: Mariana Mendoza
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