Unidades de diálisis en San Cristóbal se comparten la única planta eléctrica

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Una casa grande acondicionada para prestar el servicio de diálisis muestra la cara de quienes dependen de una máquina para vivir. Los pacientes colaboran con el combustible para el generador.

San Cristóbal. Los pacientes renales luchan contra el tiempo. Una diálisis perdida implica grandes riesgos para su deteriorada salud, pues las toxinas circulan en su torrente más tiempo. Fallas en el servicio eléctrico y agua se pueden considerar mortales para ellos.

En San Cristóbal hay dos unidades de diálisis que prestan el servicio al público. Una de ellas, se ubica a escasos metros del Hospital Central de San Cristóbal. Los constantes cortes de luz han hecho que los directivos de este centro “compartan” la única planta con la que se cuenta en la entidad, a fin de satisfacer las terapias.

Nelson Barrios, asistente administrativo de la Unidad de Diálisis San Cristóbal, indicó que la semana pasada fue duro. “Todos estos días han sido graves, pero la semana pasada fue peor”. Explicó que la planta con la que se cuenta es propiedad de Protección Civil, pero la semana pasada no fue posible usarla, ya que debían hacerle mantenimiento.

Justamente, en el momento en que el equipo de Crónica.Uno estaba en la unidad de diálisis, los funcionarios de PC llegaron por los 6 litros de aceite necesarios para el mantenimiento del generador y aguardaban por los filtros que colocaría otro centro. “Entre las dos unidades nos pusimos de acuerdo para colaborar con el mantenimiento de la planta… Esta semana se tiene que resolver eso”, dijo Barrios.

Dados los cortes de luz, que por lo general son a tempranas horas de la mañana, quienes tienen esos turnos deben esperar el restablecimiento del servicio para iniciar el proceso de diálisis, por lo que el horario se corre para todos los pacientes.

Indicó que incluso conversaron con el defensor del Pueblo, a fin de solicitarle que las interrupciones se hagan en horarios nocturnos, pero no recibieron respuesta. “Aquí cada día los cortes son peor”.

Los 51 pacientes que se dializan en este centro padecen las penurias de no contar con la energía eléctrica cuando tienen turno. Solo se ven aliviados cuando está la planta de PC, pues se la asignan tres días a la semana a cada centro. “Ellos la traen cuando los llamamos, pero si un día de los que no la tenemos se va la luz, los pacientes deben esperar. Respetamos el día que le corresponde a cada centro”, indicó Barrios.

Los pacientes padecen las penurias de la falta de luz y agua. Foto: Ana Barrera.

De igual forma, los dos centros colaboran con el gasoil necesario para el funcionamiento de la planta de energía, siempre y cuando no cuenten en Protección Civil con el combustible. A los pacientes se les pide un litro de gasolina para la unidad que transporta la planta hasta el centro, pues en la entidad se han presentado situaciones en las que las unidades de emergencia no pueden surtir combustible. “A veces nos dicen que sí tienen la planta, el gasoil y la unidad para trasladarla, pero no tienen gasolina. Ellos mismos (los pacientes) le echan la gasolina a la unidad, para evitar malos entendidos”.

En materia de insumos, Barrios explicó que semanalmente el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales les despacha los insumos necesarios para la diálisis.

El agua

Otro servicio que falla constantemente en esa zona es el agua. Un elemento fundamental para el proceso de diálisis, por lo que los días en los que el servicio no funciona, deben llamar a la estatal de agua, Hidrosuroeste, a fin de que apoyen con cisternas para evitar que el proceso se retrase y los pacientes sufran. “Tuvimos una temporada de 3 meses en los que no había agua y gracias a Dios nos apoyaban los de Hidrosuroeste con una cisterna diaria, porque las máquinas consumen mucha agua, por lo menos 10.000 litros al día”.

Preocupación

Para Barrios, quien lleva años en el centro de diálisis, algo que le preocupa es el hecho de que cada vez son más las personas jóvenes quienes necesitan el servicio. El que menos edad tiene es un muchacho de 20 años, quien por un cuadro hipertensivo perdió la funcionalidad de sus riñones. “Quienes tienen problemas de tensión y diabetes son los que más padecen de los riñones. Esas enfermedades destruyen órganos vitales y por lo general afectan el riñón”, lamentó.


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