José Alejandro Martínez, de 19 años, y Merlyn Palma, de 28, acudieron a la fiesta de San Isidro el pasado 21 de mayo en el pueblo de Guatirito, de Capaya. Testigos denunciaron que había un operativo policial en la zona y presumen que los funcionarios se los llevaron.

Caracas. Desde que hubo un operativo policial en el pueblo de Guatirito de Capaya, en el municipio Acevedo del estado Miranda, hay dos jóvenes desaparecidos. El 21 de mayo fue la última vez que los vieron en la fiesta de San Isidro.

Van 23 días y no hay noticias de José Alejandro Martínez Bericoto, de 19 años, y Merlyn Joselyn Palma Tovar, de 28. El último rastro fue el hallazgo de las sandalias de ella, junto con manchas de sangre y casquillos de bala, en una zona boscosa muy cerca de donde testigos vieron una alcabala.

Según los padres de los jóvenes, quienes prefirieron no identificarse por temor, en el mismo sitio donde localizaron las pertenencias de ella había una tarjeta de débito del Banco del Tesoro con el nombre de Freddy Ramírez, quien resultó ser funcionario de la Policía Bolivariana de Venezuela (PNB).

Los uniformados que estuvieron involucrados en ese operativo están retenidos y se espera que este martes 13 de junio o el miércoles rindan declaraciones, añadieron los parientes.

José Alejandro y Merlyn Joselyn estuvieron la noche del sábado 20 de mayo en el pueblo de Guatirito, muy cerca de donde viven, en El Paredón. Alrededor de las 2:30 a. m., la joven se sintió mal y su vecino, José Alejandro, se ofreció a darle la cola con una moto prestada, que tampoco aparece.

No regresaron. Testigos vieron a funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en la zona y que a las víctimas las montaron en un camión, que fue visto en el distribuidor de Tacarigua la mañana del domingo.

Por los antecedentes de “la masacre de Barlovento”, en noviembre de 2016, sus padres tienen mucho miedo. Presumen que les pasó algo malo. Recorrieron hospitales, comisarías, la morgue de Caucagua y no los encontraron.

Hace una semana visitaron el fuerte del sector El Café, donde estuvieron las víctimas de la masacre, pero no les permitieron la entrada. También acudieron al pueblo de Chaguaramal y Tacarigua, sin respuestas.

Nos dijeron que necesitábamos una orden para entrar y saber si estaban. Preguntamos por ellos, pero nos dijeron que no estaban y no nos podían dar más información. La fiscal se va a encargar de eso, sostuvo un familiar de José Alejandro.

También el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizó, por segunda vez, un recorrido por la zona sin hallar rastro de los jóvenes.

Los padres de José Alejandro comentaron que se graduó de bachiller y realizó un curso de escolta en el Instituto Simón Bolívar de Guarenas. Está preinscrito para presentar una prueba en la PNB en el mes de agosto.

Merlyn es agricultora, labora en un conuco cerca de su casa y tiene una hija de tres años. Vive con sus padres, quienes comentaron que no es una muchacha de ir a fiestas en el pueblo, pero las amigas la convencieron para acudir a la celebración de San Isidro.

La masacre de Barlovento ocurrió tras una Operación de Liberación del Pueblo (OLP) entre el 16 y 19 de octubre de 2016. Un grupo de jóvenes fue detenido por los militares y sus padres estuvieron por más de un mes esperando saber de ellos, ya que no los encontraron por ningún lugar.

Sus cadáveres fueron localizados, sepultados, en el sector El Café y Aragüita el 25 y 26 de noviembre. Por este crimen 18 militares fueron privados de libertad, según el Ministerio Público.

Desde entonces, los vecinos de los pueblos de Barlovento temen cada vez que hay un operativo policial y al no encontrar a José Alejandro y Merlyn aguardan lo peor.

Foto: cortesía familiares


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