La Fundación Redes realizó una escuesta a 1522 planteles. Los resultados: deterioro de la planta física, programa de alimentación no garantizó un menú balanceado y las escuelas operaron con fallas en los servicio públicos.
Caracas. El deterioro de las instalaciones es materia pendiente a escasas semanas del nuevo periodo de clases. Una encuesta realizada por la Fundación Redes entre mayo y julio, en que consultó a 1522 instituciones públicas y privadas en 23 estados del país, arrojó que en “al menos 95 de la infraestructura escolar no fue beneficiada por organismos del Ejecutivo nacional durante el año escolar 2017-2018”. Solo 5 % apuntó que las autoridades realizaron trabajos de mantenimiento, ampliación o mejora de la planta física. Sin embargo, parte de esas rehabilitaciones no fueron culminadas porque el presupuesto se agotó, se lee en el informe.
Para el director de Redes, Javier Tarazona, la tarea para el próximo año escolar, en medio de este contexto, es que las escuelas puedan abrir y tengan los docentes suficientes para atender a los estudiantes: “El desafío será que la escuela abra, con las condiciones mínimas que no existieron el año escolar que culminó”.
En este periodo vacacional, según Tarazona, el Gobierno debería estar atendiendo las particularidades, anomalías de las instituciones. El estudio también arrojó que “82 % de las escuelas y liceos no contaron con áreas indispensables para cumplir de manera adecuada el proceso de enseñanza y aprendizaje”. Algunas estructuras presentan grietas, moho en paredes y techos, goteras. Otras plantas físicas deberían ser clausuradas por el estado en que se encuentran. Otro 18 % dijo que, aunque la infraestructura está en buen estado, es en parte por el esfuerzo de maestros y directivos.
En los estados fronterizos con Colombia, 93 % de las instituciones presentan ausencia total o parcial de laboratorios de Computación, Biología, Química, Física, áreas de biblioteca. Mientras que en 86 % de los casos no se encuentran operativas áreas como baños, canchas deportivas, aulas y cocinas. “En 83 % de las escuelas no cuentan con la cantidad requerida de sanitarios según la matrícula, debido a que originalmente fueron construidas para menos alumnos”, revela la encuesta.
El PAE ausente
El Programa de Alimentación Escolar tampoco sobrevivió en el año escolar 2017-2018. La encuesta de la Fundación Redes constató que 71 % de las instituciones no cuenta con comedor ni espacios propicios para que los escolares reciban alimentación.
En 95 % de los casos no recibieron los alimentos requeridos para la elaboración diaria de un menú balanceado como lo establece el Instituto Nacional de Nutrición.
La proteína que envía el programa gubernamental de alimentación son granos como caraota o lenteja para ser consumidas con arroz, o en ocasiones solo llega harina de maíz precocida y arroz; la fruta que se suministra es insuficiente para el número de alumnos y las verduras que entregan ocasionalmente alcanzan solo para la sopa de un día”, señala el informe.
Los lácteos como el queso quedaron ausentes; la leche fue consumida, en promedio, una vez cada tres meses. Otro problema es que los tiempos de reposición de los alimentos son prolongados. 59 % de los encuestados admitió que no denuncia la situación “por temor a ser sancionado o excluido”.
Sin servicios
De las 1522 instituciones educativas encuestadas, 83 % reportaron fallas de servicios públicos: conexión a internet, energía eléctrica, telefonía fija y móvil, suministro de agua.
“Fundaredes constató que las instituciones de la frontera se encuentran en condiciones aún peor, con baños deplorables, algunos de ellos aún con sistema de letrinas, otros con sanitarios rotos, sin agua directa y mangueras rotas. Igualmente, áreas de cocina no aptas para el procesamiento de alimentos, sin acceso al agua potable, techos con goteras o paredes con filtraciones”.
Foto referencial: Luis Miguel Cáceres
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