A tres meses de cerrar 2022, Pdvsa está lejos de su meta de 2 millones de barriles diarios

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La nación lleva nueve meses con una producción petrolera estancada, que se mueve por meses en el umbral de los 700.000 o los 630.000 barriles diarios. Nicolás Maduro prometió a principio de año que la producción debía cerrar en 2 millones.

Caracas. La industria petrolera de Venezuela lleva más de tres años sin alcanzar el millón de barriles diarios. La última vez que tocó esa cifra fue en febrero de 2019. Desde entonces hay un declive sostenido, que se agudizó entre junio y octubre de 2020 cuando tuvo una producción diaria de alrededor de 350.000 barriles.

En 2021, la nación estrechó aún más su relación energética con Irán y en septiembre de ese año firmaron un acuerdo de intercambio de petróleo, pero a pesar del diluyente que Venezuela importa proveniente de su aliado, la producción mantiene un techo.

En septiembre, según fuentes secundarias que reportan a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), Petróleos de Venezuela (Pdvsa) produjo 659.000 barriles de petróleo diarios (bpd); 19.000 menos que en agosto.

El 15 de enero de este año –durante la presentación de la memoria y cuenta– el mandatario Nicolás Maduro prometió que la producción cerraría este 2022 en 2 millones de barriles diarios. “Este año tenemos como meta llegar a los 2 millones de barriles diarios para seguir aportando al curso de la economía y a su desarrollo”, dijo ante el Parlamento. 

El 9 de marzo reiteró en un evento televisivo la meta fijada. “Este año vamos a 2 millones de barriles diarios llueva, truene o relampaguee. Este año recuperamos la producción petrolera de la mano de la clase obrera”. Pero a tres meses de que finalice el año, los números siguen sin levantar. 

La nación lleva nueve meses con una producción petrolera estancada, que se mueve por meses en el umbral de los 700.000 o los 630.000 barriles diarios. 

Desde 2013 la industria ya mostraba signos de declive en su producción, sin embargo, esta se aceleró en 2017. Años de corrupción, desinversión y falta de mantenimiento, así como múltiples accidentes registrados en las plantas, allanaron el camino para que la producción se fuera a mínimos. 

En enero de 2019, Estados Unidos aplicó duras sanciones petroleras a Venezuela. Para fuentes ligadas al sector es difícil estimar qué porción de la contracción en la producción está vinculada directamente a esto, pues la falta de mantenimiento ha sido clave en el desempeño del sector. 

En marzo de 2019, el país también enfrentó un megapagón que se prolongó por más de cinco días y provocó un blackout en todo el territorio nacional. En marzo de 2020 llegó la pandemia y con ella el comercio mundial se vio afectado. 

Una fuente ligada al sector, quien prefirió reservar su nombre, recuerda que otra de las razones que influyó en que la producción cayera en 2020 fue cuando EE. UU. sanciona a Rosneft y detiene los envíos de nafta a Venezuela, usados para la producción de la Faja del Orinoco.

“Esa incapacidad de contar con nafta o diluyente es lo que hizo que la producción se derrumbara entre 2020 y 2021, luego se recuperó en 2021, cuando Venezuela comenzó a recibir diluyente de Irán”, indica la fuente.

A pesar del aumento de la producción en el último trimestre de 2021, cuando superó los 600.000 barriles diarios, el crudo iraní no ha resuelto todos los problemas de Pdvsa. En el sector consideran que la estatal requiere de importantes inversiones para salir del atasco. 

Entre las fallas con las que lidia la industria están los problemas de mantenimiento, la falta de perforación de taladros –que no se logra revertir– y también por problemas operacionales relacionados con maniobras de descarga de condensado en el Puerto de Jose, en el estado Anzoátegui.

El apoyo de Irán se ha traducido en una mejora en la producción de combustibles. La fuente ligada al sector estima que la producción está actualmente en unos 250.000 barriles diarios, en parte gracias a la importación del Iranian heavy crude oil, que sirve para mejorar los refinados. 


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