Han transcurrido 60 días del incendio que dejó en sin hogar a 50 familias que habitaban en el antiguo hotel Dergham de Falcón. Alrededor de 30 personas permanecen en un refugio improvisado en la escuela Acopane, lo que ha limitado el inicio del año escolar en la institución.
Coro. A dos meses del incendio en el hotel Dergham, aún se desconocen las causas que lo originaron y que además dejó en la incertidumbre e inestabilidad habitacional a más de 50 familias de la entidad que lo usaban como vivienda principal.
Las llamas consumieron los pisos uno, dos y tres del edificio de apartamentos que surgió como una propuesta de hospedaje a principios del año 2000.
Funcionarios de la alcaldía de Coro, que declararon bajo anonimato, indicaron que todas las experticias quedaron a cargo del departamento de siniestros del Cicpc del estado Zulia, el cual buscará determinar si había presencia de algún tipo de combustible.
Antes del siniestro, quienes habitaban en el lugar, indicaron que las condiciones no eran las mejores para vivir. Anaylith Barco, una de las ahora damnificadas, sostuvo: “No tenemos otro lugar a donde ir”.
Las familias que habitan en el Dergham llegaron al mismo, una vez este dejó de funcionar como hotel en 2015 y una junta administradora comenzara a alquilar las habitaciones que posteriormente se convirtieron en viviendas.
Dos meses han transcurrido del siniestro y los afectados no han recibido respuestas sobre una posible reubicación. Érika Martínez, una de las víctimas, indicó que tanto la municipalidad como el Gobierno regional, han declarado su incapacidad para poder otorgarles vivienda a cada una de las familias afectadas.
Iván Chirinos, otro de los afectados, también aseguró que no hay respuesta de las autoridades. Solo han logrado reparar la red de aguas residuales.
Frente al silencio de las autoridades, los residentes del Dergham emprendieron la limpieza de los espacios para poder regresar a sus hogares.
Actualmente el inmueble no está habitable, pero de realizarse los trabajos correspondientes quedaría apto el edificio para ser ocupado nuevamente”, comentó Chirinos.
Las reparaciones según se harían de fondos estatales y hasta ahora no hay pronunciamiento.
Sistema colapsado
Mientras se vislumbra cuál será el futuro de los afectados por el incendio del Dergham, 30 personas aún permanecen refugiadas en la escuela Acopane, ubicada a 15 minutos de Coro, la cual fue escogida como refugio temporal, lo que afectó el inicio del año escolar 2023-2024 en la institución.
La institución cuenta con una matrícula de 55 niños en condiciones especiales que requieren de todas las áreas para ser atendidos.
Durante la jornada escolar los damnificados del hotel Dergham deben permanecer encerrados hasta que todo el personal abandone la institución.
Uno de los grandes problemas que presenta la escuela es el colapso de las aguas servidas, los baños no funcionan y el comedor está sin sillas. Los niños de Acopane ven clases solo dos días a la semana.
El alcalde (Henry Hernández) prometió reparaciones para la infraestructura y dotar la escuela pero se quedó en en eso, nadie ha venido a solucionar las precariedades de la institución y permanecen los refugiados en el recinto”, denunció Joselyn Dorantes representante de la institución.
Crisis de servicios
La inseguridad reinó en el lugar durante las horas sucesivas al incendio a pesar de estar en la zona miembros de todos los cuerpos de seguridad y rescate.
Las alarmas sonaron a las 10.30 a. m. del sábado 5 de agosto, cuando la humareda y las llamas salían del edificio Dergham II ubicado en pleno casco central de la patrimonial Coro, en el estado Falcón.
Alrededor de 76 familias clamaban por sus vidas. Pero de estas las ubicadas en los pisos uno, dos, y tres corrían el mayor peligro pues allí estaba focalizado el incendio que devoraba todo a su paso. Otros propietarios estaban fuera de la ciudad al momento del siniestro.
Colindante al edificio del hotel Dergham II está la zona comercial más importante de la ciudad, los locales comenzaron a cerrar sus santamarías.
Eulman Moncada, presidente del Colegio de Ingenieros de la entidad (Cief), mencionó que siempre se hizo alusión a los problemas de ingeniería en la edificación, no había estacionamiento, presentaba fallas de electricidad y aguas servidas. Aún así se construyó y se dio permiso de funcionamiento.
Sugey Viloria, propietaria de uno de los apartamentos y miembro del comité de funcionamiento del edificio, dijo que en 2015 se realizó una inspección luego de un temblor en la ciudad.
“Ante las secuelas, vecinos decidieron solicitar a los bomberos inspeccionar y el resultado fue no apto para habitar” comentó.
Durante el incendio el primer servicio que falló fue el del agua. Los bomberos municipales llegaron en un camión cisterna totalmente vacío lo que agravó la situación porque el machihembrado que da con la mezzanina estaba totalmente prendido en llamas.
Bomberos aeronáuticos asistieron al lugar para sofocar las llamas al tiempo que vecinos y comerciantes con baldes y bidones intentaban apagar las llamas por la parte trasera del edificio.
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