El expelotero se convirtió en el primer latinoamericano en recibir la inmortalidad en la pelota nipona, en donde hace vida desde 2001, primero como jugador y luego como manager.
Caracas. El expelotero venezolano Alex Ramírez compartió con el país su exaltación al Salón de la Fama del beisbol japonés, donde hace vida desde 2001.
Ramírez, un caraqueño de 48 años de edad, obtuvo 290 votos y 81,7 % de las papeletas en su quinto año de elegibilidad luego de jugar 13 temporadas (2001-2013) en la Nippon Professional Baseball (NPB), el segundo circuito del mundo después de la Major League Baseball (MLB). Al igual que en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas, en la pelota japonesa es necesario sacar el 75 % de los sufragios para ingresar.
Tras conocerse la noticia de su elección, “Ramichan”, como se le conoce en suelo nipón, dedicó el logro a Venezuela y agradeció el apoyo de sus compatriotas a lo largo de su carrera.
Quiero compartir esta alegría con toda mi gente en Venezuela y en todas partes de Latinoamérica. Gracias por ese apoyo que siempre me han brindado y este logro también es de ustedes”, enfatizó el primer latinoamericano en el Salón de la Fama del Beisbol de Japón.
Un aguilucho en el Lejano Oriente
En la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), Ramírez jugó con Cardenales de Lara, Caribes de Anzoátegui y Águilas del Zulia entre 1992 y 2000, aunque es más recordado con el uniforme aguilucho, con el que salió campeón en la campaña 1999-2000.
Antes de emigrar a Japón, el otrora jardinero actuó tres campañas en Grandes Ligas entre 1998 y 2000 con los Indios de Cleveland y los Piratas de Pittsburgh.
En la llamada Tierra del Sol Naciente, “Ramichan” defendió los colores de Yakult Swallows, Yomiuri Giants y Yokohama DeNa BayStars y entre sus logros destacan dos premios del Más Valioso, dos títulos de la Serie de Japón, una corona de bateo, dos de jonrones y ocho participaciones en el Juego de Estrellas.
Ramírez, quien ya obtuvo la nacionalidad japonesa, es el único extranjero con más de 2000 hits en la NPB (2017 imparables) y entre 2016 y 2020 se convirtió en el primer latino que dirige en tan prestigioso campeonato al tomar las riendas del Yokohama DeNa BayStars.
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