Cuatro personas fueron asesinadas, presuntamente, por miembros de un grupo irregular que hace vida en la parroquia Aripao, en el municipio Sucre del estado Bolívar. El hecho se produjo un mes después del homicidio de una docente y su esposo en la localidad del bajo Caura del estado Bolívar.

Puerto Ordaz. A tan solo un mes del asesinato de una docente y su esposo en el bajo Caura, parroquia Aripao del municipio Sucre del estado Bolívar, este 28 de abril se registró un nuevo hecho violento. Tres indígenas y un criollo fueron asesinados en la mina El Silencio.

De acuerdo con la información oficial, una comisión mixta de cuerpos de seguridad del Estado confirmaron el hallazgo de cuatro cadáveres en la mina El Silencio, ubicada en la parroquia Aripao.

Una de las víctimas es el capitán general indígena de la comunidad La Urbana, Nelson Martín Pérez Rodríguez. Los otros tres asesinados fueron los indígenas Wilmer José Castro, de 42 años; Miguel Antonio Rivas Morales, de 34 años, y Carmen Lusdary Rondón, de 28 años. Estos tres residían en la comunidad La Felicidad.

La versión oficial señala como responsable del hecho a un grupo delincuencial que opera en la zona. Otra versión apunta a que se trató de un enfrentamiento entre indígenas por el control de la mina El Silencio.

Violencia desatada

El 27 de marzo asesinaron a María Hernández y su esposo. Ella era maestra del Grupo Escolar Maripa, en el municipio Sucre del estado Bolívar. Presuntamente, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ordenó el desalojo de la mina El Kino, en Aripao, vía a puerto Ayacucho, para tomar control del terreno que habitaban.

Tampoco es la primera vez que la mina El Silencio es noticia por hechos violentos. En 2018, asesinaron a un líder indígena y su hijo en medio de un enfrentamiento entre la comunidad La Felicidad y los “sindicatos mineros”, por el control de este yacimiento.

Las víctimas fueron Misael Ramírez, de 45 años, capitán de la comunidad La Felicidad, y su hijo Milson Rondón, de 18; y otras cuatro personas no identificadas.

Para entonces, habitantes de la comunidad denunciaron que estos grupos irregulares se aliaron con la comunidad indígena Sanema. Esta se ubica en las cercanías de la mina El Silencio. La alianza sería con el fin de tomar el control de la zona.

El conflicto armado se extendió a otras zonas de Venezuela. En los últimos meses se registraron continuos enfrentamientos entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. De acuerdo con Fundaredes, “habitantes de La Victoria, estado Apure, denuncian que las fuerzas armadas ingresan de forma arbitraria a las casas, sacan a personas inocentes sin ninguna orden judicial. También denuncian que los atacantes incendian algunas viviendas, las víctimas aseguran que el Ejército comete numerosas arbitrariedades”.


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