Uno de los implicados en el homicidio de Nilsa Rojas, de 49 años y un pequeño, de cuatro años, en el urbanismo Madre Tierra de El Valle, era hijo de su expareja.
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. Desde que consiguieron muertos a Nilsa Rojas, de 49 años, y a su nieto, de cuatro años, dentro de su casa en el urbanismo Madre Tierra de El Valle, los familiares creyeron que habían sido unos azotes del edificio, que anteriormente mataron a dos hijos de la señora.
Pero no fue así. El asesino de ambos fue nada más y nada menos que su hijo de crianza, Yhonnaykel Eduardo Brito, de 26 años; hijo de su expareja, con quien tuvo cuatro muchachos. Lo crió desde pequeño y aunque se separó de su padre, siempre mantuvo contacto con él.
De hecho, el día que la mató a puñaladas, el 3 de enero, Nilsa había estado con Yhonnaykel y Franderman Javier Fernández Márquez González, de 19 años, un amigo de él, también involucrado en el homicidio.
“Estuvo con ellos dos en Valles del Tuy, iban en el carro de mi hermana. En la noche se quedaron a dormir en la casa, ella les sacó unos colchones, les prestó ropa de su hijo asesinado y les dio comida”, detalló una hermana de la víctima, quien por seguridad pidió no revelar su nombre.
A las 3:00 am el muchacho entró al cuarto de Nilsa e intentó asfixiarla con una almohada, pero se despertó y forcejeó con él, hasta que la apuñaló alrededor de 14 veces. Con los gritos el pequeño se levantó y decidieron quitarle la vida, para que no fuera testigo. Esta, según la hermana de la víctima, fue la declaración de Yhonnaykel.
“A mi hermana la apuñaló hasta que se cansó, porque después el amigo la siguió apuñalando. Al niño lo degollaron, eso es una atrocidad, queremos que a estos hombres les caiga todo el peso de la ley. Era el tío del niño, esto es horroroso”, soltó la doliente.
Después robaron dinero en efectivo, electrodomésticos, un celular Blackberry Bold 5, un televisor LCD de 42 pulgadas y un carro marca Toyota, modelo Starlet negro, placa AF588N, propiedad de la señora.
“Ella me decía que lo quería como un hijo y él como una madre. El papá de él no ha dado la cara (expareja de Nilza), y la mamá dijo que no sabía que su hijo era malandro. Pero no sabemos por qué la mató, eso quisiera saber”, sentenció.
Cuatro detenidos por el Cicpc
El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), comsiario Douglas Rico, anunció a través de sus redes sociales que por este caso detuvieron a cuatro hombres, el 28 de enero.
Los identificó como Yorwin Alejandro Urdaneta, de 20 años; Franderman Javier Márquez González, de 19 años; Yhonnaykel Eduardo Brito, de 26 años y Yen William Peña González, de 28.
Sostuvo que se efectuaron varios allanamientos en los Valles del Tuy y que se encuentra solicitado Yhombeyker Daniel Brito Reyes, de 23 años, quien se encargó de comercializar el vehículo en Cartanal, estado Miranda.
Tragedia familiar
A Nilza y a su nieto los encontraron cuatro días después del homicidio, el 7 de enero. La madre del niño estaba preocupada y alertó a la hermana de la víctima. Después de buscar por hospitales y llamar insistentemente sin obtener respuesta decidieron tumbar la puerta del apartamento, en el piso 9, pues los vecinos les contaron que salía mal olor.
Sospecharon inmediatamente de unos azotes que viven en el urbanismo Madre Tierra y mataron a dos hijos de Nilsa. Los identificaron como “El Causa”, “El Flaco, “El Verruga” y “El Junior”.
Hace dos años asesinaron a Kenny Pimentel, mientras se encontraba en una fiesta en el refugio Transición de Fuerte Tiuna, donde vivieron durante dos años, pues eran damnificados de Nueva Tacagua. Era el papá del menor de cuatro años, apuñalado junto con su abuela.
Luego de este crimen, le quitaron la vida al oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Terry Pimentel, quien intentó hacer justicia por su hermano. Su cadáver lo hallaron en el 23 de Enero, en 2015.
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Fotos: Yohana Marra
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