Ataques con granada aumentan la zozobra en habitantes de frontera colombo-venezolana

Mensajes intimidatorios, ataques y extorsiones ganan terreno en el eje fronterizo por parte de grupos armados de Colombia y Venezuela.

San Cristóbal. Seis es el número de ataques con granadas que se han registrado en el municipio Pedro María Ureña, en la frontera colombo-venezolana, en los últimos siete meses, que a la fecha dejaron un saldo de 16 personas heridas.

Trece hombres y tres mujeres sufrieron lesiones, producto del estallido de artefactos explosivos, que prendieron las alarmas tanto en organismos de seguridad, como en los habitantes de la localidad.

Para el analista en frontera William Gómez, se ha evidenciado el aumento de actos terroristas, extorsión y otros flagelos en Norte de Santander, San Antonio del Táchira y Ureña, a manos de grupos armados para el control del territorio, debido al flujo de personas entre ambas naciones, a través de los puentes internacionales.

Estas bandas siempre han sido conformadas por ciudadanos colombianos, pero ahora cuentan con venezolanos, quienes, al estar en la línea limítrofe, cruzan hacia el país para delinquir, y luego retornan”, dijo.

Ahora con la presencia del Tren de Aragua en esta zona, se ha notado la alianza con otras bandas delincuenciales más organizadas para continuar atentando contra la población.

En el eje de fronterizo, según el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, operan 12 estructuras del Ejército de Liberación Nacional –ELN–, tres de las disidencias de las FARC, una del Ejército Popular de Liberación -EPL-, tres del Clan del Golfo, además, 26 grupos delictivos del Tren de Aragua.

Los actos terroristas se planifican desde la cárcel modelo de Cúcuta, en conjunto con el barrio El Escobal en Colombia, donde hacen vida los paramilitares.

Entes de seguridad tienen identificado un triángulo de violencia que se genera entre Cúcuta, San Antonio y Ureña.

Los hechos

El primero de los ataques con granada ocurrió el 6 de diciembre de 2022, contra una vivienda ubicada en el barrio Bonilla, en Ureña. Afortunadamente nadie salió lesionado. En aquel momento el alcalde del municipio, Yhon Carrillo, informó que se desplegó un operativo de seguridad para capturar a los involucrados, sin embargo, a la fecha no hay ninguna detención.

Un mes después, el 22 de enero de este año, otro artefacto estalló en una licorería en la avenida Intercomunal, el cual dejó un saldo de seis personas heridas, con edades entre 23 y 31 años. Seguidamente en febrero, una granada de humo explotó en un local del sector Plaza Vieja en Ureña. En este suceso hubo dos heridos.

Ante esto Gómez sostuvo que es necesario mayor control por parte de los entes de seguridad en apoyo con la “inteligencia social”, para dar con el paradero de los miembros de estas bandas.

Más ataques con granada

El 7 de mayo una granada fue lanzada contra un pool llamado Ezequiel, en el barrio 13 de Abril, en el sector El Cují, en Ureña, donde ocho hombres resultaron heridos.

Seis días después, en un presunto enfrentamiento, fallecieron tres personas, al enfrentarse con funcionarios de la Unidad Contra Terrorismo y Subversión de la PNB, y Fuerzas Especiales de la Dirección Contra la Delincuencia Organizada, en el sector Aguas Calientes.

De las víctimas, dos eran de nacionalidad venezolana y otro colombiana: Maikel Andrei Acuña Gómez, de 24 años, Frank Yoider Acuña Guerrero, de 23, y Gilbert Alberto Rodríguez Vargas. Según el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, estarían implicados en los atentados ocurridos en el eje de frontera.

Bernal aseguró que pertenecían al grupo irregular la Línea, sin embargo, esta versión la desmintieron los propios familiares en la morgue del Hospital Central de San Cristóbal.

Los parientes de los fallecidos afirmaron que dos de ellos eran primos, y los secuestraron en una cancha el 8 de mayo, al parecer por grupos armados. Lamentaron que sus allegados fueran involucrados a bandas delincuenciales, y peor aún que se informara que murieron en un enfrentamiento.

La violencia no se detuvo, pues la noche del pasado 14 de junio, otra granada estalló en un local nocturno llamado “El Gran Chaparrón”, en el sector de Plaza Vieja, donde por fortuna no hubo personas heridas.

En el enfrentamiento fallecieron tres hombres. Foto: Fuentes policiales
En el enfrentamiento fallecieron tres personas. Foto: Fuentes policiales
El más reciente

Cerca de las 6:00 p. m. del martes 27 de junio, lanzaron una granada fragmentaria en las inmediaciones del cementerio de San Antonio, la cual por fortuna no estalló. Por este hecho quedó una persona detenida.

El joven de 18 años, identificado como, J. D. Cáceres, fue capturado por funcionarios de la División Contra Drogas Base Táchira de la Policía Nacional Bolivariana. Este ciudadano, de nacionalidad colombiana, habría ingresado al país desde el departamento de Norte de Santander con el material explosivo, para causar terror en el eje de frontera, de acuerdo con fuentes de seguridad.

Panfletos

Recientemente un panfleto circuló en redes sociales, donde el grupo La Línea se atribuía el atentado. Esto puso en zozobra a los habitantes de Pedro María Ureña, quienes temen nuevas acciones por parte de los grupos.

María Virginia Reyes dice que no tiene paz desde enero, pues teme que en cualquier momento haya ataques con granada el eje de frontera.

No vemos control por parte de las autoridades, no dicen nada, y mientras tanto vivimos en zozobra”, expresó.

La Línea se atribuyó el atentado el 14 de junio. Foto: redes sociales
Incendios en el lado colombiano

El coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Táchira, Yensy Meneses, explicó que mientras en los municipios de la región lanzan granadas, en la ciudad de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander, ocurren incendios.

Y es que en lo que va de este año, al menos cuatro negocios han sido incendiados por parte de grupos armados, para presionar a los comerciantes de pagar las extorsiones.

La extorsión será el nuevo modus operandi que vamos a ver de aquí en adelante, para lo que sería el financiamiento de estos grupos al margen de la ley”, manifestó.

Meneses detalló que si bien el Estado ha ejecutado algunos dispositivos de seguridad para combatir a las bandas delictivas, no son suficientes. A su juicio debe crearse una mejor política pública de control ciudadano para disminuir esta ola de violencia, que tiene consternados a los habitantes del eje fronterizo.


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