Provisionalidad del Puente de La Guzmania en Macuto evoca la tragedia de 1999

Puente La Guzmania

Las huellas del deslave del año 1999 aún se perciben en Macuto, donde el puente de La Guzmania ha extendido su transitoriedad, a tal punto que vecinos y conductores de la zona temen que se desplome por efectos del salitre y la falta de mantenimiento.

La Guaira. Mientras en el Litoral Central se observan nuevas construcciones turísticas, así como trabajos de rehabilitación en calles y avenidas, el puente de La Guzmania, en la parroquia Macuto, lleva 23 años portando la bandera de la provisionalidad.

Pese a los intentos del sistema nacional de medios públicos para obviar la situación, este puente de 10 metros de largo es una tarea pendiente de la tragedia de Vargas de 1999.

Un año después del deslave de 1999, en medio del lodo y las rocas arrastradas por el río La Veguita, el Gobierno Nacional se vio obligado a instalar el puente para restituir el paso vehicular entre el casco histórico y la casa presidencial de La Guzmania.

El enlace terrestre también permitió el acceso hacia la plaza Andrés Mata (mejor conocida como Las Palomas) y el boulevard del paseo de Macuto. Del otro lado del río, están la Casa de Joaquín Crespo y la Escuela Francisco Fajardo.

Aquí todo es provisional y para ellos (las autoridades locales), hasta el recuerdo de la tragedia”, dijo Irma Echarry, tras cruzar la estructura del puente de piezas metálicas prefabricadas y con progresivo desgaste.

Panela de jabón

Otros vecinos de la zona advirtieron que con la falta de mantenimiento y tras la corrosión derivada del salitre marino, las bases, planchas y defensas del puente se presentan inestables para carros y transeúntes.

No deberían pasar por aquí camiones de carga o autobuses, pero nadie le para a nada. Se puede terminar de caer”, comentó Artemio Sánchez, quien preguntaba por una dirección en la zona, luego de atravesar el viaducto en su Chevrolet Corsa.

“Cada vez que llueve, este puente es una panela de jabón, un verdadero peligro para todo el que pase por aquí”, añadió Sánchez, un vendedor de productos de limpieza, proveniente de Catia, parroquia Sucre de Caracas.

El diputado al Consejo Legislativo de La Guaira, Felipe Corro (AD), escribió en su cuenta de Instagram (@felipec_lg) que a 23 años de su instalación, “el puente aún sigue ahí, sin respuesta del gobierno para sustituirlo por uno en el que realmente puedan transitar los vehículos y los vecinos sin peligro alguno”.

“Vemos un puente para un proyecto que nunca se culminó, en el que se invirtieron recursos que, al final, se perdieron”, afirmó quien se desempeñara como concejal del municipio Vargas entre 2012 y 2016.

La provisionalidad del puente de La Guzmania fue ignorada por la Corporación para el Rescate y Desarrollo Social de Vargas (Corpovargas), organismo que entre 2002 y 2012 emprendiera obras de reconstrucción en la entidad.

Muy cerca del puente, a unos 100 metros al norte, Corpovargas dio luz verde a un proyecto de 50 nuevas viviendas para residentes del sector La Veguita, quienes habían quedado damnificados por el deslave de fin de milenio.

También ejecutó trabajos de control de torrentes con muros de gaviones (cestas de metal y rocas) en las montañas circundantes.

A mediados de 2012, el Instituto Autónomo de Infraestructura de Vargas, presentó a los consejos comunales y vecinos de Macuto un proyecto del nuevo puente con bases de concreto. Pero, todo quedó en palabras.

Es increíble que todavía tengamos vestigios de la tragedia y solo se preocupen por medio hacer por donde pasa la reina”, indicó Mariela Sotillo, una maestra jubilada, habitante de la urbanización Álamo de Macuto.

Tormento pestilente

Entre tanto, desde la reconstruida casa presidencial de La Guzmania, donde funciona actualmente la Zona Educativa de La Guaira, no solo evalúan el destino del puente. Hay preocupación también por la limpieza del canal del río La Veguita, el cual, adicionalmente, recibe la descarga de aguas servidas.

Las aguas despiden un hedor que perturba las labores de funcionarios públicos, vecinos y comerciantes del paseo de Macuto, a cuyas playas va a dar el caudal pestilente.

Ello fue reportado por Crónica.Uno, en notas publicadas en los meses de marzo y mayo de este año. Pero, las autoridades de la región no han dado respuesta al reclamo de los macuteños.


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