CNE hace lo imposible para que no se recoja el 20 %

Si se despliegan 10 % de las máquinas —como propone el CNE— no hay tiempo suficiente para recoger las casi 4 millones de firmas necesarias para el revocatorio.

Caracas. La propuesta de la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Socorro Hernández, de desplegar solo 3.900 máquinas para la fase del 20% hace inviable esa etapa del revocatorio. Si se despliega este número de aparatos —y se repite el promedio de tiempo por elector de la etapa del 1%—, en el mejor de los casos, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) lograría el apoyo de 3.182.400  personas al revocatorio, un número muy por debajo de los 3.913.403 (20 % del Registro Electoral) que requiere para que la consulta se celebre.

“De la manera como lo están calculando no dan los tiempos y debe haber una oferta suficiente. Si insisten en restringirlo, y no se logra por un obstáculo físico del CNE, tienen que prorrogarlo o tomar una decisión sobre la marcha”, indicó el representante de la MUD ante el CNE, Vicente Bello.

La rectora Hernández justificó su decisión al señalar que el cálculo debe hacerse tomando como referencia solo los casi 4 millones de apoyos que debe obtener la MUD para lograr la convocatoria del referendo y no a los 19.567.013 que pueden participar en el proceso. El reglamento establece que se debe asignar 1 máquina por cada mil personas, resultado: 3.913 máquinas. La norma también contempla que estas se desplegarán en el mismo horario —de dos tandas— que la fase del 1%: de 8:00 am a 12:00 pm y de 1:00 pm a 4:00 pm. La cuestión es cuánto le tomará a cada elector expresar su voluntad.

Antes de la fase del 1 %, los técnicos del CNE sostenían que cada votante tomaba un promedio de un minuto en respaldar el revocatorio, sin embargo, esta tesis se cayó con lo sucedido en esa etapa, en la que se registraron retrasos de todo tipo. Los cálculos de la MUD estiman que el promedio fue de 1 minutos 35 segundos. Si se toma en cuenta este promedio de tiempo por persona, junto con la propuesta de despliegue de máquinas de la rectora Hernández, la MUD no podría alcanzar los 3.913.403 de voluntades que requiere en los tres días que dura el proceso.

La MUD ha pedido que se desplieguen las 40 mil máquinas de las que dispone el CNE para la jornada. Según la evaluación de la oposición, al proceso podrían asistir más de 8 millones de electores, un número superior al requerido por la Constitución para que Maduro sea revocado cuando se realice el referendo. Es por ello que la protesta de este miércoles, en la que los seguidores de la oposición marcharán a las sedes del CNE en todos los estados, tiene como objetivo lograr “mejores condiciones” para la etapa del 20 %.

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Logística cuestionada

El CNE ya usó un cálculo similar en la fase del 1 %, cuando apenas desplegó 300 máquinas para 1,3 millones de personas aptas para validar sus firmas. El resultado fueron largas colas de hasta 8 horas y que miles de ciudadanos no pudieran expresar su voluntad por la logística insuficiente prevista por el CNE. Además, muchos electores tuvieron que hacer largos viajes porque las máquinas fueron colocadas en sitios poco poblados, algo que puede repetirse en el paso del 20 % y podría reducir, aún más, el número de personas con posibilidad de manifestar su voluntad.

“Que se olviden los agentes psuvistas del CNE que vamos a aceptar, por ejemplo, lo que se ha estado sugiriendo hasta ahora de asumir que como el número de firmas a recolectar es de 3.900.000 personas, entonces bastarían 3.900 máquinas. Están muy equivocados. El universo convocado y con derecho a manifestar su voluntad es todo el Registro Electoral, es decir, todos los venezolanos con derecho a voto. Ese es el objetivo, ese es el propósito de la jornada de este miércoles”, advirtió el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, este lunes.

La rectora del CNE, Socorro Hernández, notificó este martes que las sedes del CNE en las 24 entidades del país —a excepción de la sede principal en Caracas— no tendrán actividades laborales este miércoles. “En protección a nuestros trabajadores y dada la virulencia que utilizan nos vimos en la necesidad de suspender actividades ese día en las oficinas regionales. Eso no es bueno para nadie”, expresó.

El CNE ya precisó que para el 13 de septiembre tendrá el cronograma del revocatorio y que dará a conocer las especificaciones técnicas de la consulta entre el 14 y el 16 de ese mes. El técnico de la MUD, Félix Arroyo, denunció que la propuesta de desplegar menos de 4.000 máquinas viola el derecho de los electores a participar en la consulta: “Eso es inaceptable. Si hay 19 millones de personas que pueden participar, ellos tienen que garantizar que todas puedan ser atendidas”.

Arroyo también cuestionó que la recolección de 20 % se haga a finales de octubre, una fecha que empuja al revocatorio hacia el 2017, fecha en la que, de ser revocado Maduro, no habría adelanto de elecciones, pues su falta sería suplida por el vicepresidente de la República: “Técnicamente, el 20 % se puede hacer el 19, 20 y 21 de septiembre. El software está auditado, lo único que se revisa es si está cambiado”.

Otro escollo sobre las condiciones que enfrenta la Unidad es el criterio de la rectora Hernández —que sería secundado por la rectora Tania D’Amelio— de que la bancada opositora debe lograr el mínimo de 20 % en las 24 entidades del país. La MUD ha sido enfática en que esto viola la Constitución, que establece que el 20 % es el referido a la circunscripción del funcionario que se desea revocar. En este caso, el Presidente se elige en una sola circunscripción nacional y no es necesario contar con un número de votos por estado para ganar los comicios, solo obtener la mayoría en el total nacional de votos.

“Eso no se aplicó en el referendo de 2004 ni en ningún otro. El artículo 72 de la Constitución es claro y el CNE no tiene competencia para modificar o reglamentar la Constitución”, indicó Bello.

En una entrevista para el canal Telesur este martes, la rectora Hernández negó que el organismo haya retrasado el revocatorio como denuncia la oposición. “Hay que hacer el trabajo de campo, ver qué centros tienen condiciones, los medios de transmisión disponibles, que tenga condiciones físicas adecuadas, las contrataciones para esa actividad. Todo eso tiene derivaciones presupuestarias, ¿qué cantidad de dinero significa? El CNE tiene que buscar la disponibilidad para todo eso. No es soplar y hacer botellas”, declaró.

Foto: Miguel González


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