En declaraciones a VTV el superintendente nacional, William Contreras, indicó que la medida la tomaron luego de comprobar que hubo remarcaje. “Muchos de estos establecimientos se tratan de alinear al comportamiento del dólar de guerra, práctica que además está penada por las leyes venezolanas”, recordó.
Caracas. Las colas se entremezclaban. En horizontal, vertical y diagonal, las filas de personas esperaban llegar a la puerta del local comercial que anunciaba 50 % de descuento. “Iba pasando y me metí en la cola”, dijo una mujer en el centro de Caracas. Minutos antes desde una de las sucursales de la tienda Sevens, William Contreras, superintendente nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos ordenaba bajar los precios de los productos ofrecidos por esta cadena, que cuenta con 20 tiendas en todo el país.
Así, cuando faltan apenas tres días para la Navidad, arreció la supervisión en las tiendas de ropa y calzado. “Aprovechar para comprar los zapatos para el niño, que cuestan casi dos millones de bolívares. Con esta situación no tenemos derecho a nada. Esto afecta a comerciantes y consumidores”, dice Desiré Gómez. Mientras los gritos de un guardia nacional no paran e incansablemente repite: “Hacen la cola o se cierra la tienda. El que no esté en la cola formado no va a pasar”. Pero las personas no apartaban las caras de la puerta del comercio, todas querían asegurarse un lugar de primero.
En declaraciones a VTV el Contreras indicó que la medida la tomaron luego de comprobar que hubo remarcaje. “Muchos de estos establecimientos se tratan de alinear al comportamiento del dólar de guerra, práctica que además está penada por las leyes venezolanas”, recordó.
A las 3:00 p. m. Milagros Olivares Parra, una mujer de la tercera edad, ya tenía cinco horas en la fila. Iba de un lado a otro, persiguiendo al guardia nacional para reclamar su entrada a la tienda. Pero de nada sirvió. Pese a que organizaron lotes de 10 personas, a esa hora solo habían podido entrar 3 grupos.
“Desde que abrieron están dejando pasar es a empleados públicos. Esto es un abuso para el pueblo. Entraron por la parte de atrás. Nos mandan a hacer una cola para burlase del pueblo. Esconden la mercancía y dejan lo peor para uno. Están metiendo a las amistades. ¿Hasta cuándo la burla?”, manifiesta Parra.
El funcionario militar aseguraba que dentro de la tienda se encontraban 200 personas y que el punto de venta estaba colapsado. “Pero esto no ha rodado, meten es a la familia del gerente y a los empleados públicos. Estos son los únicos que tienen derecho a comprar”, reclamó Glendymar González, quien se fue a vigilar la parte de atrás de la tienda.
Allí pudo constatar que unas personas entregaron 50.000 bolívares en efectivo para pasar y comprar sin hacer la cola. “Dime a mi cuánto es y yo te los doy. Yo tengo efectivo”, gritaba González hacia la puerta.
Contreras indicó que la Sundde también ha tomado acciones similares en otros 263 establecimientos comerciales del territorio nacional en los cuales la población ha denunciado altos precios.
Contreras señaló que están verificando que funcionen los puntos de venta y que acepten los cestaticket del bono Niño Jesús.
En los últimos meses de cada año la Sundde acelera fiscalizaciones que afectan la actividad comercial. En 2013 fue el “Dakazo” que impactó en las tiendas de electrodomésticos y de ropa y calzado. Muchos comercios no se han recuperado de aquella acción.
En 2014, 2015 y 2016, las inspecciones siguieron en comercios de vestido y zapatos. De hecho, el pasado año se efectuaron supervisiones en Sabana Grande y Chacaíto y nuevamente en 2017 se repiten en los negocios de ese ramo y en los mercados.
Tras las fiscalizaciones de este año, la ausencia de carne en carnicerías, mercados y supermercados se ha agudizado.
Foto: Francisco Bruzco
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