Angustia y depresión derivan del incremento de las colas para abastecer combustible en el estado Táchira, pese a los anuncios del gobernador Freddy Bernal, quien indicó que en la entidad hay suficiente combustible para satisfacer la demanda.
San Cristóbal. Los tachirenses se encuentran sumergidos en una zozobra debido a la escasez de combustible en la entidad que se ha vuelto caótica en las últimas semanas, a tal punto que ha desatado estrés y ansiedad en quienes hacen la cola para echar gasolina.
La reducción del suministro de gasolina y la forma como se sortea a diario la distribución en la estaciones de servicio, pone en juego la salud mental de los ciudadanos, quienes deben madrugar para saber si salió publicado el terminal de placa y posteriormente dirigirse a la bomba asignada para ello.
Félix Patiño, psicólogo, indicó que a diario se evidencia en las personas que acuden abastecerse de combustible factores como preocupación, angustia, estrés, y ansiedad, que podría ser un detonante de un estado depresivo.
“Es importante mencionar que son varios los factores que están en contra, entre ellos, el tiempo de sueño debido a la necesidad de madrugar para asegurar un puesto en la cola sin saber qué número ha salido en el reporte”, expresó.
Otros factores
Las vivencias e injusticias que se generan en las colas, son otros factores que provocan emociones fuertes en los conductores. Tal es el caso que se vaya la luz y la bomba no tenga planta. Que se acabe la gasolina, que pongan el cono, y por ende se pierda el turno, que se accidente el vehículo por cualquier motivo, o ser víctima de robo.
Podemos ver a las personas mientras están en la fila, pero no sabemos su historial, es decir, si logró desayunar o no. Si el dinero que está usando para surtir es el único que tiene para el sustento familiar semanal, siendo el principal detonando de la frustración y la resignación”, indicó.
Estas vivencias podrían ser un caldo de cultivo para cualquier alteración del estado de ánimo de una persona, continuó Patiño, al sostener que está situación es precaria y no dan un buen panorama de la salud mental del tachirense.
Como especialista emplazó a las autoridades a ponerle coto a la situación, pues cada vez son más las consultas por este tema. A las personas las instó a buscar mecanismos para sobrellevar esta carga, pues a corto plazo no se avizora una solución al desabastecimiento de gasolina.
Resaltó que aquellos que viven en las zonas más alejadas de la capital del estado Táchira son los más afectados, en algunos municipios pasan hasta semanas en las no abren las bombas de combustible para el público.
Según el director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal, un hombre de 84 años falleció a raíz de un infarto mientras hacia la cola. Según las estadísticas del organismo, cuatro personas han muerto mientras están en la fila de combustible.
Distribución
Gustavo Rangel, diputado a la Asamblea Nacional, aseguró que en las últimas semanas se disminuyó el acceso al combustible. Esto incrementa el desespero en las personas quienes deben recurrir al mercado negro para la compra del carburante que supera los 5000 pesos colombianos o más de un dólar el litro.
El martes 19 de diciembre solo 32 bombas de servicios estaban operativas, de ellas 10 funcionaron en San Cristóbal, mientras que las 22 restantes fueron distribuidas en 17 municipios de los 29 que tiene el estado Táchira.
El jueves 14 de diciembre, operaron 24 bombas, de este número 10 en la ciudad capital y las 14 restantes en 10 municipios.
Para Rangel es lamentable que no exista un plan para mejorar la distribución, cada día las colas son más grandes y la ansiedad crece en la población.
Nosotros hacemos un llamado a las autoridades para que exista un plan de contingencia para la región en esta época decembrina”, indicó.
Rangel rechazó que en este mes, cuando las personas deben abocarse a disfrutar en familia, solo están preocupadas en poder abastecer sus vehículos de combustible.
Sí hay combustible
Freddy Bernal, gobernador del estado Táchira, afirmó en días recientes que sí hay suficiente gasolina para la entidad. Sostuvo que hay nerviosismo en la colectividad.
“No hace falta que la gente tenga que levantarse a las cinco de la mañana para buscar gasolina, eso no hace falta. Subimos de la llegada de 11 cisternas, a 18. Ahora con la llegada de más gandolas habrá una mejora en el servicio”, apuntó.
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